Rubén Vasconcelos, maestro y amigo de los oaxaqueños | Alfredo Martínez de Aguilar

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* “No permitamos nunca que de manera arbitraria o unipersonal, nadie, intente imponernos algo en lo que no creemos o dañe nuestra cultura”, dijo en el quinto aniversario del andador Rubén Vasconcelos Beltrán, en las escaleras del Cerro del Fortín.

* Ante la indiferencia y la apatía, preguntó “de qué grado es nuestra defensa de la ciudad, nuestro compromiso real con Oaxaca, nuestra voluntad de poner el pecho. Por favor, no nos rindamos. No claudiquemos. No dejemos que nuestra casa se derrumbe”.

A siete años de la muerte del oaxaqueño por excelencia Rubén Vasconcelos Beltrán, maestro de la gente de Oaxaca, cronista de la ciudad fallecido en 2016, Juan Pablo Vasconcelos Méndez llamó a los oaxaqueños a unirnos para evitar abusos de poder que destruyan a Oaxaca.

“No permitamos nunca que de manera arbitraria o unipersonal, nadie, intente imponernos algo en lo que no creemos o dañe nuestra cultura”, demandó en el quinto aniversario del andador Rubén Vasconcelos Beltrán, en las escaleras del Cerro del Fortín.

Ante la indiferencia y la apatía, preguntó “de qué grado es nuestra defensa de la ciudad, nuestro compromiso real con Oaxaca, nuestra voluntad de poner el pecho. Por favor, no nos rindamos. No claudiquemos. No dejemos que nuestra casa se derrumbe”.

El consultor en Comunicación, Cultura, Turismo recordó que “la gente de Oaxaca ha cambiado autoridades históricamente y aún las repudia cuando no le convencen ni sus formas ni su fondo. Así es la gente de aquí: valiente y decidida, a veces en extremo”.

Ante el embate de las transformaciones, la llegada de migrantes o extranjeros, necesitamos encontrar soluciones o fórmulas de convivencia. “Hemos cambiado, nos estamos haciendo adultos mayores y necesitamos soluciones con gran visión de Oaxaca”.

Al reflexionar ante familiares y amigos, afirmó que los oaxaqueños sabemos que la vida comunitaria es salvarnos juntos. “Salimos adelante todos juntos o no sale nadie. Es la sentencia de un equipo de sangre. Si estamos unidos es para afrontar los peligros del mundo unidos”.

Aseguró que “todos sabían que Rubén Vasconcelos nunca hizo nada para debilitarnos ni dividirnos, ni para perjudicarnos. Comprendía nuestras debilidades y en vez de exacerbarlas, ayudaba a remediarlas”. Nunca dejó de hablar, participar escribir, era su forma de no bajar los brazos”.

“Que a nadie se le olvide que tenemos una cultura y una forma de vida tan profunda, que no hemos de someter nuestra diversidad cultural o nuestras expresiones, a ninguna otra que desee apropiarse de ellas por razones económicas o incluso por una moda pasajera y superficial”.

“Una gente de aquí considera que la ciudad es su casa grande. Es decir, la ciudad no es algo ajeno o que pueda separarse de nosotros. Vamos con ella a donde nos depare el destino. Oaxaca es hogar. Por eso, una gente de aquí pelea tanto cuando alguien daña a la Ciudad de Oaxaca”.

Es decir, no se conforma con decir “así son las cosas” o “es que ahora las cosas se hacen diferente”.

Por el contrario, participa y alza la voz e insiste en que la ciudad se cuide, se limpie, se le respete.

Nos ha dado tanto, le debemos tanto. También por eso, no duda que la ciudad le pertenece.

“Comprendemos el valor de las personas, no les falta el respeto, ni las insulta a la menor provocación. Rubén Vasconcelos cultivó tantos amigos, porque nos respetaba. Nos daba nuestro lugar, le importamos siempre. Eso necesitamos y eso podemos comprometernos a dar los unos a los otros, más aún en los tiempos complejos que vivimos”, subrayó.

Al ser gente de barrio los oaxaqueños procuramos enterarnos de lo que pasa a nuestros vecinos, pues eso facilita la ayuda mutua y la reciprocidad. La gente de aquí canta. También baila y se enamora. Y lee poesía y pinta, y desenvuelve su vida con el espíritu a flor de piel.

Por eso, quien no comprende que a los oaxaqueños nos gusta la magia, la creatividad y las celebraciones, en realidad, no conoce la manera en que vivimos nuestro breve paso por el mundo.

“Siente y así entenderás”, decía el maestro Rubén Vasconcelos Beltrán.

Al pie del andador Rubén Vasconcelos Beltrán, su hija Sylvia Vasconcelos Méndez le dio la razón, “a los seres humanos buenos, a los leales, a los comprometidos, a los que unen, a los que guían, a los que escuchan, a los que orientan, el tiempo todo indiviso lo regresa”.

Refirió que en alguna platica le compartió, “mi hija que tú estancia por la vida tenga siempre un propósito” y  el caminante incansable, portador de sueños y de historias continuamente repetía “en mi diccionario no existe la palabra descanso”.

Adriana Aguilar Escobar, señaló que el homenaje surgió para reconocer la labor que realizó el cronista de la ciudad para ayudar a prestadores de servicios turísticos. La memoria de don Rubén Vasconcelos se debe preservar para las nuevas generaciones, ya que muchos jóvenes no conocen su trabajo.

Por su parte, la señora Ana María Guzmán, esposa del ex gobernador Pedro Vásquez Colmenares recordó que caminaba con Rubén Vasconcelos para ir al auditorio Guelaguetza a observar los bailes de los pueblos de Oaxaca.

La ex presidenta de la Asociación de Ex Alumnos del Instituto de Ciencias y Artes Rosa Silvia García dijo que habló con el presidente municipal para que se cumpliera el Punto de Acuerdo aprobado para develar la placa con el nombre de Ruben Vasconcelos el 23 de mayo de 2018, en el marco del Día del Estudiante.

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