Música para la crisis (I): Ismael Ortiz Romero Cuevas

no me veras

Estamos encerrados. Y eso en este tiempo, resulta una responsabilidad inminente para que la crisis sanitaria que afecta al mundo tenga efectos menos severos. Vivimos como en una película de ciencia ficción donde algo quiere acabar con la humanidad. La situación es que fuera de ficción, las situaciones hay que afrontarlas con responsabilidad y valentía más que esperar que algún súper héroe nos venga a salvar. El confinamiento es por amor a nosotros mismos, a nuestra familia, a nuestros compañeros de trabajo y a todos quienes son nuestros afectos.

A partir de esta fecha y durante cuatro semanas (o más si esto se posterga), es decir, ocho partes de este “Paréntesis”, voy a realizar un ejercicio esperando que les guste y pueda hacer menos pesado este necesario encierro. Los martes, les propondré dos discos que pueden escuchar en plataformas digitales y quizá, algunos de los que formamos parte de la generación X, incluso lo lleguemos a tener en el ya obsoleto pero amado disco compacto. Los jueves, les propondré dos películas con diferentes temáticas, que trataré puedan estar en las plataformas digitales, o bien, puede ser que alguien las tenga en DVD o Blu Ray. Así que comenzamos con dos propuestas de música este martes:

1.- “Come On Over” (1997)

Artista: Shania Twain

Productor: Robert “Mutt” Lang

Discográfica: Mercury Records

Una persona que fue joven o adolescente en la década de los noventas no puede dejarme mentir que Shania Twain fue un verdadero fenómeno en la música. En esos años, había un talento femenino impresionante, pues Shania se abrió paso entre grandes vocalistas como la también canadiense Celine Dion; Mariah Carey que dominaba las listas de popularidad en todo el mundo; Whitney Houston que se posicionaba como una artista de elite y obviamente Madonna, la reina indiscutible. El estilo fresco de Shania Twain que combinaba el pop, el rock y el country la convirtieron en una artista infaltable en cualquier antro, fiesta o concentración de jóvenes, donde todos, bailaban y brincaban al ritmo de sus canciones; pero también, se podía bailar “de cachetito” con sus hermosas baladas. El disco que hoy les propongo es el tercer álbum de la canadiense, que tiene por nombre “Come On Over”, un material que se puede decir es el trabajo cumbre de la bella cantante. Producido por su entonces esposo y reconocidísimo realizador Robert “Mutt” Lang, quien ya había trabajado con artistas como AC/DC, Bryan Adams, Deff Leppard y más recientemente con Lady Gaga; logró posicionarla en lo más alto de las listas de popularidad y con un reconocimiento a nivel mundial de escalas monumentales. Shania era una artista popular, talentosa, que llenaba sus conciertos y en 1998, compartió escenario con Celine Dion, Aretha Franklin, Mariah Carey y Gloria Estefan en el primer concierto llamado “Divas Live”, organizado por la cadena VH1 y que rompió todos los records de audiencia.

“Come On Over” representó un gran éxito comercial internacional, pues el disco tuvo nada menos que doce ‘singles’, posicionando al menos la mitad en las listas de popularidad en todo el mundo. Muchos quienes fuimos jóvenes en los 90, seguro que tendremos por ahí en nuestra colección de discos compactos, este material infaltable por la popularidad de Shania y si no, se encuentra disponible en Spotify y iTunes. Un disco que nos traerá recuerdos y seguro, a los más chavos les sorprenderá por la excelente producción que es.

2.- “Dynasty” (1979)

Artista: Kiss

Productor: Vini Poncia

Discográfica: Casablanca Records

Si alguien me preguntara: ¿cuál es el primer disco que escuchaste en tu vida?, yo sin duda contestaría que éste. Y aunque los fanáticos más entregados a la banda de hard rock, consideran a “Dynasty” como uno de los peores discos de Kiss, no podemos negar que fue su más grande éxito, pues contiene la que quizá es el track más famoso del grupo: “I Was Made For Lovin’ You”, además de que fue el último disco en el que contribuyeron en la ejecución los integrantes originales, hasta “Psycho Circus” de 1998. Con un sonido más disco y menos rockero, los integrantes de la banda han dicho que, sin duda, es su disco con la formación original, que cae más en el género comercial; “con Dynasty perdimos nuestro arrojo y atrevimiento” dijo una vez Paul Stanley.

La ruptura en la relación con sus integrantes era ya evidente en este disco, el baterista Peter Criss solo la ejecuta en el tema que él mismo interpreta y escribió al lado de Poncia, “Dirty Livin’”; asimismo, Ace Frehley se convierte en uno de los vocalistas principales al interpretar tres pistas, reduciendo la participación como vocalista de Gene Simmons a solo dos temas y quizá, de los menos populares del material: “X-Ray Eyes” y “Charisma”. Es cierto, “Dynasty” se ha visto rebasado en propuestas de rock por discos anteriores de la banda, sin embargo, no podemos negar que en sus 41 años de existencia, se ha convertido en una de las placas más apreciadas por los fans más nuevos, quienes consideran que este trabajo, fue el que hizo que Kiss evolucionará hacia otros sonidos. Este material es preciadísimo en sus versiones de vinil y la de disco compacto en la versión de 1996, cuando fue remasterizado, sin embargo, también está disponible en las plataformas digitales.

Estimados lectores, espero estas dos propuestas les haya generado por lo menos un ratito de relajación y agradable, entre tantas noticias tan malas que hay en el mundo en este momento. El próximo jueves, hago la primera entrega entonces de Películas para la crisis. Mientras tanto, cuidémonos todos.

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