Ivonne Ortega: el viejo PRI que se disfraza de nuevo pero es el mismo: Carlos Ramírez

no me veras

En sus videosde campaña por la presidencia del PRI, la yucateca Ivonne Ortega Pacheco potenció el valor y el papel de la militanciay se ofreció como su representante. Sin embargo, en posiciones políticas de alto nivel siempre fue beneficiariadel dedazopresidencial: diputada, senadora, candidata a gobernadora, atropellandoa los priístas de abajo.

Y ahora que todos reniegan de Enrique Peña Nieto y nadiequiere aceptar siquiera que lo conoció de cerca y más allá, dicen, de forzadas reuniones donde había que estar por obligación y nopor convicción, no debe olvidarse que Ortega Pacheco fue secretaria general del PRI durante la primera mitad del sexenio peñista y sólo se llega a esos niveles cuando se forma parte de la élitedominante en turno… y de sus complicidades.

Al PRI del trienio 2012-2015 le tocó la administraciónde los votos por las reformas estructurales tipo salinistas de segunda generación, las mismas que está desmantelandoel presente López Obrador: energética, educativa y de comunicaciones. Vía el mexiquensepeñista César Camacho Quiroz y la secretaria Ortega Pacheco, el PRI también operólos dedazospor las candidaturas a diputados para las elecciones federales del 2015, todos ellos, por cierto, sinconsultar a la militancia.

De ahí que a muchos priístas les molesteque hoy en día la exgobernadora Ortega Pacheco quiera montarseen la militancia priísta que nunca conoció, que menos respetó y a la que arrolló cuando escalabaposiciones de poder por dedazospresidenciales. Y fue esa militancia –si acaso existió– la que le negócualquier apoyo cuando compitió en la elección interna del PRI para escoger al candidato presidencial del 2018 que le ganó, para mayor toletazopolítico, el no-priísta José Antonio Meade Kuribreña.

La militanciapriísta se ha agitado como el petatedel muerto para asustar más a los medios que a los propios priístas, quienes saben que la base anónima noexiste y que todos los priístas participan en política con la esperanzade que algún día les toque alguna posición de elección popular. Las listas de candidaturas a cargos políticos y públicos nose logran por militar en el partido, sino por pertenecer a un grupopolítico determinado. En toda la historia del PRI no ha habido ningúnmilitante que haya llegados a cargos sólo por ser militante.

La presidencia del PRI fue una facultadexclusiva del presidente de la república en turno hasta Dulce María Sauri que terminó en el 2000 y a la que le tocó recoger el tiraderodejado por el presidente Ernesto Zedillo antes de jugársela con el PAN y Vicente Fox. Tres dirigentes del PRI salieron de pugnasinternas: Roberto Madrazo, Mariano Palacios y Beatriz Paredes –2005-2011–.

Y a partir del 2011el gobernador mexiquense/presidente de la república Peña Nieto tomó el controldel PRI, impuso a oncepresidentes del partido en ochoaños, entre ellos uno cesado por corrupto (Humberto Moreira), otro autorenunciado por fracasar y perder siete gubernaturas en 2016 (Manlio Fabio Beltrones), uno más cesadopor incompetente en la elección del 2018 en la que el PRI perdió todo(Enrique Ochoa Reza) y una presidenta que representaba los interesesde Carlos Salinas de Gortari (Claudia Ruiz-Massieu-Salinas-de Gortari).

De ahí que Ortega Pacheco está agitando el petatede la militancia nopara despertar a los priístas de su letargo disciplinario en el que han vivido noventa años, sino para los mediosque reproducen lo que escuchan y son incapaces de pasarlos por el filtró de la crítica al poder. La militanciaque invoca Ortega Pacheco noapareció por ningún lado en la interna de 2018 ni en las elecciones presidenciales y los priístas votaron por Morena por así convenir a sus intereses.

Si Ortega Pacheco en realidad quiere desperezara la militancia, debiera comenzar por revelar dónde estuvo la militanciacuando el dedazopresidencial la hizo escalar posiciones de poder por complicidadesen las élites priístas ajenas a las militancias. Y hoy que carecede fuerza propia, que se percata que toda su vida vivió de los favoresdel poder en las élites y que quiere catapultarse desde el primer nivel de los priístas, Ortega Pacheco clama por la militanciaque siempre desdeñó.

Por su biografía política, de ganar la presidencia priísta por acuerdosentre los grupos de poder Ortega Pacheco va a servir a esa élite de intereses y noa la militancia.

Monsiváis. A nueve años de su muerte, el escritor Carlos Monsiváissigue levantando polvos. El domingo, en La Jornada Semanal, Luis Tovarrecordó que durante las honras fúnebres del cronista llegó una corona de flores del expresidente Carlos Salinasy entre Tovary Jaime Avilésla destruyeron para evitar que el político se hiciera presente. Pero Tovary Avilésolvidaron que Monsiváis, Aguilar Camíny Elena Poniatowskase reunieron muchas veces con Salinasen Los Pinos y en casas particulares y que inclusive Monsiváis trabajó para Salinasvía el consejo consultivo de Pronasol. Así que…

Política para dummies: La política es hoy la bendita memoria.

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