In memoriam a don Sergio “El Biche” Zamora Barzalobre: Alfredo Martínez de Aguilar

no me veras

*Callado, silencioso, como susurrando al final de sus días ha partido el día 13 de junio nuestro padre, “El Biche”, Sergio Zamora Barzalobre. Casi diez años antes partió su gran amor: Amelita y después su adorada hija Pilar.
*Los nietos y los bisnietos siempre tendrán la imagen del hombre fuerte y en ocasiones duro, que buscaba formarlos dentro de las normas oaxaqueñas del respeto y del buen comportamiento. Así nos formó a todos sus hijos y así brindó su ejemplo a los seres que le rodearon.

Aun cuando a lo largo de la historia desde que el hombre apareció sobre la faz de la tierra la madre ha sido madre y maestra de los seres humanos, la figura y presencia del padre es necesaria y hasta indispensable por complementaria.

La creación de un nuevo ser, niño o niña, requiere tanto de un hombre y una mujer. La madre proporciona la esencia, mientras que el padre añade la posibilidad que lo que el niño proyecta, la revelación de su yo.

Desde una perspectiva física, un niño está más conectado a su madre. La madre entrega su propio ser al niño. El niño es concebido dentro de la madre, crece dentro de ella, es sostenido y alimentado por ella, y nace de su vientre.

Esto no quiere decir que los padres y los hijos no están íntimamente ligados. Pero por más profunda y esencial que pueda ser la relación entre un padre y un hijo, el niño nunca fue parte del cuerpo de su padre; fue parte de su madre.

Un vínculo físico entre madre e hijos es reflejo de la existencia de un vínculo entre ambas almas. Mientras que el alma del padre contribuye a la identidad del alma del niño, es el alma de la madre la que realmente define el alma del hijo.

Dada la amistad y afecto con don Sergio “El Biche” Zamora Barzalobre y sus hijas María del Pilar y María Aurora, es posa de mi amigo-hermano Sócrates Amado Campos Lemus; y sus hijos Sergio, Pedro, Jaime y sus familias, reproduzco el amoroso texto dedicado por Aurora a su padre y que leyó en la Misa de Cuerpo Presente, en la funeraria.

“Callado, silencioso, como susurrando al final de sus días ha partido el día 13 de junio nuestro padre, “El Biche”, Sergio Zamora Barzalobre. Casi diez años antes partió su gran amor: Amelita y después su adorada hija Pilar”.

“Nos deja no solamente su triste recuerdo, sino el hueco a llenar para mantener en la realidad y en la vida a nuestro padre”.

“Todos, de una u otra forma dieron tiempo y esfuerzo para sostenerlo en su mejor calidad de vida, no solamente era obligación, sino que era la convicción de todos, porque nos enseñó a mantenernos juntos independientemente de los momentos difíciles de cada uno”.

“No será sencillo, como no lo ha sido, olvidar a nuestra madre Amelita junto a su amor de la vida, por años, “El Biche” Zamora. No es sencillo dejar en el simple recuerdo a Pilar, la hermana que siempre estuvo en las buenas y en las malas, pero así son los tiempos de la vida y todos tendremos que aprender la lección que nos deja”.

“Los nietos y los bisnietos siempre tendrán la imagen del hombre fuerte y en ocasiones duro, que buscaba formarlos dentro de las normas oaxaqueñas del respeto y del buen comportamiento. Así nos formó a todos sus hijos y así brindó su ejemplo a los seres que le rodearon”.
“Y, así, todos lo recordaremos en sus viejos y amados carros, las historias de las carreras, las vividas en los caminos. Siempre fue y será un hombre de caminos y, su vida no fue sencilla con la enorme responsabilidad de formar y forjar a sus hijos, pero ahí estuvo, sin ningún vicio como alardeaba siempre”:
“Y así, en sus últimos años, que no fueron fáciles, nos brindó su ejemplo de vida y de silencio: Sabíamos que los dolores le torturaban y, él, solamente a señas nos mostraba lo duro de soportarlos y los superó”:
“Al final de sus momentos de vida, en silencio, como susurrando su partida nos dejó y, ahora, todos tendremos esos recuerdos, los viajes y a su cotorra y el sonido de sus carros cuando los arreglaba”.

“Que tengas un buen camino a donde sea que te lleven los espíritus y que logres juntar nuevamente a todos tus seres amados que se fueron antes que tú, como para allanarte el camino”.

“Te extrañaremos, todo los días y, seguramente, los que recen u oren todos los días recordarán en sus oraciones o en sus  meditaciones, a “El Biche” Zamora y, no dudes que cada uno de tus hijos, nietos, bisnietos y demás seres queridos que te acompañaron en los tramos de tu vida, siempre te tendrán en el corazón y en sus recuerdos, en sus oraciones y meditaciones porque así es la escuela que dejaste para todos nosotros que te vamos a extrañar cada momento de nuestras vidas”. “Descansa en paz, porque lo mereces, ha sido un duro camino al final y, hoy, podrás tener la paz que todos deseamos para todos, en todos los momentos de la vida y de la muerte”.

alfredo_daguilar@hotmail.com

director@revista-mujeres.com

@efektoaguila

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