Campañas: todos contra todos: Raúl Castellanos

no me veras

Las elecciones del próximo domingo se perciben impredecibles no sólo en los resultados, sino también en las posibles confrontaciones jurídicas que se vendrán al cierre de casillas; esperando que no se presenten de las otras confrontaciones, las que generan violencia y ponen en riesgo a quienes menos vela tienen en los entierros. El tono de los discursos hace difícil encontrar propuestas reales de buen gobierno entre tantas descalificaciones. Lamentablemente es el nivel que la llamada “clase política” ha adoptado para dirimir sus diferencias, que en la mayoría de los casos ni siquiera tienen que ver con la lucha ideológica o programática, puesto que sólo atiende a preservar sus intereses de grupo y personales.

En este contexto, ayer la guerra de fuego cruzado en los medios de comunicación fue intensa. Vale la pena retomar algunos de los conceptos vertidos: Juan Zepeda respondiendo a la propuesta de Alfredo del Mazo de sumarlo a su gobierno respondió “Le agradezco. Yo no estoy buscando chamba, estoy buscando cambiar para bien el Estado de México. Y a diferencia de él, no, ni Alfredo ni nadie de esos priistas de la cúpula que han empobrecido el Estado de México, que lo han hundido en la inseguridad, en la corrupción, en la pobreza, en el abandono, en la desigualdad y marginación, nadie de ellos por supuesto sería bienvenido en un gobierno encabezado por mí”. Ya entrado en gastos, ponderó el éxito de su campaña, que en estricto sentido nadie le discute, al grado que el influyente periódico El País le dedicó una nota ponderándolo como la “revelación”. Se mostró confiado de que el voto oculto se decida a votar por él.

Josefina Vázquez Mota, percibiendo ya el inconfundible olor a azufre de la derrota, optó por curarse en salud y prendió el ventilador de la repartición de culpas: “El IEEM está totalmente comprado. No es un árbitro, lo digo con toda responsabilidad; obedece solamente a los propósitos del candidato del PRI, por eso les pido que salgamos todos a votar” –sólo le faltó cuestionar al otro árbitro, el que le perdonó un penal a las Chivas-; ya en su estilo modosito, dijo que su campaña ha sido de “dolor y alegría”, dolor, por percatarse de que se trata de un estado sumergido en la inseguridad, en el cobro de piso, feminicidios, pobreza e impunidad; alegría –suponemos- porque finalmente la PGR anunció que no había ninguna investigación o denuncia en contra de su familia y por supuesto nada contra ella, incluyendo el aclarar que “pompó” con los mil millones que el gobierno federal le dio para “apoyar” migrantes; denunció, como ya es obligado en cada elección, que el PRI está recurriendo a todas las malas artes para ganar, compra de votos, amenazas; en suma –a su juicio- se trata de una elección de Estado.

Ya en pleno esplendor de este juego de espejos, ahora los patos le tiran a las escopetas; Eva Cadena salió a denunciar que todo lo sucedido en torno a los videos en que se le ve recibiendo y devolviendo “cash” y recomendando interlocutores no fue más que un “compló” muy al estilo de la casa. Ahora resulta que no conoce, ni sabe el nombre de la mujer que le entregó el dinero, mucho menos de dónde viene y a dónde va. En conferencia de prensa denuncio un linchamiento político a su persona, que la ha llevado hasta el diván de psicólogo, amenazas de muerte a ella y a su familia, acoso de la prensa y el abandono de su partido Morena, al que definió cortado con la misma tijera que los otros partidos, que reciben de todo y sin medida con tal de ganar elecciones; rechazó estar al servicio del ya “presidenciable” –aquí lo vaticinamos- Miguel Ángel Yunes, como lo reveló la diputada Rocío Nahle, a la que acusó de ser la operadora financiera del dinero negro que reciben los morenos. En un tercer acto, Nahle reviró en un tuit “Ahora es víctima??? No pues si estamos en el mundo al revés!!! Los malos son otros y ella es la buena”.

Y como a rio revuelto todos salen a pescar, Vicente Fox descubrió que lo que se perfila en el Estado de México es “la opción del populismo y la demagogia, muy similar y muy parecida a la que ha destruido naciones, destruido economías, que ha destruido vidas, bienestar”; y para que no quepa duda de cómo siente su corazón advirtió “El López Obrador, el famoso y reconocido AMLO metiendo sus narices en el Estado de México, buscando ahí su plataforma para el 2018 y siempre con lo mismo, el falso profeta, haciendo promesas, atacando, haciendo acusaciones a diestra y siniestra, peleándose con los medios de comunicación, el clásico dictador en potencia, que una vez que tienen el poder muestran las uñas, entonces se quitan la piel de oveja”. Se nota que don Vicente tiene mala memoria y que en mucho de lo que dice se dibuja él en versión caricatura.

Ya en el último día de campaña, todos echaron el resto de la carne al asador. Echevarría en Nayarit prometió meter a la cárcel a los corruptos, no dijo si ello incluye a su compadre el gober actual; Barrales aseguró estar compitiendo en Coahuila; Del Mazo cerró campaña con casa llena en Ecatepec; Andrés Manuel sacó un video convocando al voto como única forma para derrotar a la Mafia del Poder; militantes de Morena en Veracruz denunciaron venta de candidaturas y así entre matracas, porras, recordatorios maternos, pleitos en familia y demás a partir de hoy todos calladitos para verse más bonitos.

Esperando el impredecible resultado del domingo, una primera reflexión se impone: Estas no son el tipo de campañas que la sociedad y la democracia mexicana merecen.

¿Alguien puede asegurar que esto ya está decidido?

RAÚL CASTELLANOS HERNÁNDEZ / @rcastellanosh

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