Así es como los aranceles de Trump a China ‘golpearán’ a México y otros compradores de EU

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Muchas empresas estadounidenses están buscando la manera de sobrellevar los nuevos impuestos de las exportaciones chinas, los cuales el año entrante aumentarán entre 10 y 25 por ciento.

Las empresas estadounidenses están luchando por coordinar fábricas y proveedores fuera de China a medida que la guerra comercial aumenta el costo de importar desde muebles hasta papel higiénico. Pero para algunos productos, no es tan fácil.

Las parrillas para barbacoa, el equipaje y los colchones se encuentran entre una larga lista de artículos de consumo sobre los que China tiene un gran dominio en lo que respecta a abastecer a Estados Unidos.

Si bien los aranceles del presidente Donald Trump son una ventaja potencial para los rivales manufactureros desde el sudeste asiático hasta México, la realidad es que cambiar lo que a menudo puede ser una producción altamente especializada y capacitar a nuevos trabajadores cuesta tiempo y dinero.

"La gente se está mudando de China porque está presa del pánico", dijo Rick Helfenbein, presidente de la American Apparel & Footwear Association, en una entrevista realizada en Hong Kong el martes. Pero "ciertas cosas son realmente muy difíciles de trasladar".

Eso ha hecho que minoristas desde Walmart hasta Target estén preocupados por los aranceles anunciados el mes pasado sobre 200 mil millones de dólares en exportaciones chinas, que según Trump aumentarán del 10 al 25 por ciento en 2019.

La Retail Industry Leaders Association, que cuenta a Apple y Home Depot como miembros, está buscando exenciones a los impuestos sobre una serie de productos, mientras las compañías advierten que, sin una exención, es casi seguro que pasen los costos a los compradores estadounidenses.

Ese aumento ya se está sintiendo en el mercado del equipaje: Samsonite notificó a los compradores mayoristas de un aumento del 10 por ciento en el precio incluso antes del anuncio de septiembre de los aranceles. La compañía ha dicho que probablemente traspasará los costos de los aranceles a los consumidores.

Hay algunos productos donde China es aún más dominante. El año pasado, Estados Unidos importó 353 millones de dólares en bicicletas con ruedas de 25 pulgadas o menos, y el 92 por ciento de ellas provino de China, según la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos.

Alrededor del 90 por ciento de la iluminación LED del mundo proviene de China, según Morgan Stanley, y el 85 por ciento de las importaciones estadounidenses de filetes de tilapia congelados proviene de piscifactorías chinas.

Trump dice que las compañías estadounidenses preocupadas por los aranceles deberían trasladar su producción a casa, mientras que varias de ellas –desde el fabricante de convertidores de energía Vicor hasta la compañía de sistemas de control de clima Lennox International – están considerando cambiar sus cadenas de suministro a otros lugares.

Pero es difícil encontrar otros lugares para establecer la producción de artículos que han estado tan dominados por los fabricantes chinos, según Helfenbein.

Algunas compañías no pueden trasladarse debido al desafío de encontrar fabricantes fuera de China que estén dispuestos a soportar los estrechos márgenes y los estrictos requisitos involucrados en su producción, dijo.

De acuerdo con la American Apparel & Footwear Association, si Trump extiende los aranceles establecidos para cubrir otros 267 mil millones de dólares en productos chinos, los zapatos para niños, la ropa para bebés y los suéteres se encontrarían entre los artículos cuya producción u origen sería difícil de cambiar.

Los grandes minoristas, incluidos J.C. Penney y Dollar Tree, advirtieron antes del aumento de los aranceles de septiembre que las compañías carecen de alternativas viables a los proveedores con sede en China. Trasladar cadenas de suministro de décadas de antigüedad podría demorar años, argumentaron.

Si bien el arancel del 10 por ciento puede ser manejable para muchas compañías, incluso aquellas que operan con márgenes de ganancia reducidos, el aumento el próximo año hará que las compañías pierdan la flexibilidad para proteger a los consumidores de los mayores costos, comentó Kenneth Jarrett, presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Shanghái.

Fuente: elfinanciero.com

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