A tres meses de terminar su administración, el presidente Enrique Peña Nieto reveló que una de las cosas que más lamenta del llamado caso de la "Casa Blanca" es el haber involucrado a su esposa, Angélica Rivera, y aseguró que este asunto no tuvo un soporte informativo adecuado.
Sobre la relación de su esposa con este caso, dijo: "lamenté haber involucrado a mi esposa en el tema, a ella no le correspondía, ella no es funcionaria, no es servidora pública, ella tiene su propia trayectoria y la involucré, me arrepentí de haber involucrado a mi esposa porque creo que a ella también le dejó un mal sabor y un tema que ha sido difícil superar en todo este tiempo".
En este sentido el presidente dijo en una entrevista para Denise Maerker en Televisa, que, luego de que saliera a la luz el tema de "La Casa Blanca", se afectó la credibilidad del gobierno.
"Lamento que no obstante la información pública sobre la que no había obligación legal de hacerlo (sic) pero se compartió para esclarecer el tema, fue suficiente para quitar el estigma que se quedó en el gobierno en el presidente y en la credibilidad que tenía que estaba tenía el gobierno", insistió.
Dijo que sigue pensando que no hubo conflicto de intereses porque el presunto conflicto era sobre una obra que se iba a realizar y que nunca se realizó, que fue el tren México-Querétaro y la relación con Grupo HIGA, que era "parte de un conjunto de empresas que se habían agrupado para hacer el tren interurbano y que por cuestiones de ajuste presupuestal no prospero.
En este sentido, dijo que conoce a Juan Armando Hinojosa Cantú, dueño de la constructora en cuestión, así como a mucha gente pero "resulta que el presidente está tan acotado por supuestos conflictos de interés que no puedes hacer nada… Yo ofrecí una disculpa no tanto porque hubiese incurrido en una ilegalidad en lo actuado si por lo que hubiera hecho en demerito y desgaste de la institución presidencial, si por lo que le había dejado al gobierno federal en términos de credibilidad".
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