El gobierno de Trump ha dejado claro que sólo se le interesa el poder duro: aranceles, guerras comerciales y amenazas de acción militar.
Maquiavelo dijo que es mejor ser temido que ser amado. Pero también advirtió contra ser odiado. La última encuesta realizada por el Pew Research Center sobre la actitud mundial hacia EU y su presidente sugiere que EU está ignorando ese consejo. No es de asombrarse que al resto del mundo no le guste mucho el presidente Donald Trump, y que esa negatividad sea especialmente pronunciada en Europa. Lo que es más serio es que el desagrado se traduce en sentimientos acerca de EU en general. Tradicionalmente, las opiniones sobre la nación y su presidente han estado más separadas.
Ha habido una drástica disminución en el porcentaje de personas en la mayoría de los países que creen que EU se ocupará de ellos o de sus intereses. Hasta 80 por ciento de los alemanes, por ejemplo, dicen que EU está haciendo menos esfuerzos para enfrentar los problemas globales que anteriormente.
El declive de las percepciones sobre EU en la escena mundial no comenzó con el Sr. Trump. Antes del furor de 2013 provocado por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) y su persecución del informante Edward Snowden, un porcentaje mucho más alto de la población mundial creía que los estadounidenses al menos tomaban en serio sus propios derechos civiles. Actualmente, muchas menos personas lo creen.
Sin embargo, la mayoría de la gente cree que EU sigue haciendo un mejor trabajo en materia de derechos civiles que China o Rusia (lo cual es, sin duda, una expectativa baja). Ésa es probablemente una de las razones por las cuales la proporción de japoneses que tienen buena opinión de EU ha aumentado diez puntos porcentuales en comparación con el año pasado, y la cantidad de coreanos que tienen “confianza en” el presidente estadounidense ha aumentado en 22 puntos.
A pesar de esto, las cifras decrecientes en casi todo el mundo muestran que el poder blando de EU se encuentra en un punto de inflexión. Incluso entre los partidarios de los partidos populistas de extrema derecha en Europa, el Sr. Trump no es especialmente popular. Menos de la mitad tienen opiniones favorables.
El gobierno de Trump ha dejado claro que sólo se le interesa el poder duro: aranceles, guerras comerciales y amenazas de acción militar. Sin embargo, el poder blando tiene mucho valor, especialmente en un mundo más polarizado y complejo. Y aunque las opiniones sobre los presidentes estadounidenses son notoriamente volátiles, la opinión internacional sobre el propio país se demora más en cambiar. Una vez que se pierde el poder blando, es difícil recuperarlo.
Fuente: elfinanciero.com