Alejandro Gutiérrez, exsecretario general adjunto del PRI, asegura que le fabricaron pruebas y le ofrecieron negociar su libertad a cambio de involucrar al presidente Enrique Peña Nieto y al exdirigente del PRI, su amigo Manlio Fabio Beltrones, en el supuesto desvío millonario hacia las arcas de ese partido.
En entrevista con el periódico Zócalo de Saltillo, afirma que estuvo nueve meses “privado ilegalmente de la libertad, bajo la orden de un sicópata, sin ninguna prueba de absolutamente nada, con una manipulación del Poder Judicial, de toda la fuerza del estado de Chihuahua dedicada a mi persona. Pero nunca pudieron acreditar absolutamente nada, ni una sola prueba, ni lo han hecho hasta el día de hoy”.
Desde su residencia en la capital de Chihuahua, donde permanece bajo una medida cautelar con brazalete electrónico, ahora busca que se limpie su nombre, que se castigue a quienes lo han acusado, incluyendo a un “delincuente protegido” del gobernador Javier Corral, y al propio mandatario. “No es rencor ni venganza, sólo justicia”, afirma.
—La aplicación de una medida cautelar fuera de prisión es un paso importante para quedar absuelto. ¿Esto le da confianza de terminar pronto?
—Creo que hay mucha desinformación sobre eso. El primer tema está sobreseído, está pendiente el otro tema que es exclusivamente el contrato de la renta de la aeronave, la otra (el desvío de recursos) está cerrada. La medida cautelar es exclusivamente permanecer en Chihuahua en lo que avanza el proceso.
—¿Cómo se encuentra de salud después de nueve meses recluido?
— Me encuentro bien, con mi familia, en la casa que tenemos desde diciembre en Chihuahua. En este tiempo había qué administrar después del proceso de tortura que viví, bajo la presión del gobierno de Chihuahua, donde estuve 60 días incomunicado, en una celda de 3 x 2, sin ver la luz, sin poder hablar con nadie. Violaron los derechos fundamentales y no es solamente mi caso. Es una práctica común en Chihuahua.
“Lo que he vivido es realmente una película de terror, lo que se vive en la justicia de este estado, bajo el mando de un aprendiz de Hitler sin cerebro. Voy avanzando, sin poder salir en este tiempo, sin hablar con nadie durante cerca de 70 días.
“No fue fácil, había qué tener una fortaleza mental, administrar muy bien el tiempo, leer mucho, escribir y tratar de controlar la desesperación, pero aprendí mucho.
“Aprendí a que en este estado la pobreza es sinónimo de injusticia: no tienen idea de la cantidad de inocentes que están internados en Chihuahua, donde van fabricando culpables con tortura. Cosas terribles que vi, que seguramente en algún momento de mi vida tendré que escribir. Ya lo estoy haciendo, pero fueron cosas impensables.
“Yo siempre fui muy respetuoso de los mandatos de ley, creo que ellos desde un principio me habían reservado esta parte. Desde un inicio se cometieron graves violaciones a la ley y a la Constitución.
“Ahora me doy cuenta, yo lo sabía, ahora lo hacen público mis abogados, el hecho de que invadieron al estado de Coahuila policías y ministeriales del estado de Chihuahua sin ninguna autorización”.
—¿No había autorización para detenerlo aquí?
—No, por supuesto que no. Un fallo de un juez en una carpeta en la que no existe más que un delincuente protegido. No puedo dar el nombre, pero cuando la ciudadanía conozca quién es el que me señaló, que me imputó, seguramente se darán cuenta por qué solamente la palabra de una persona que dice saber del hecho, sin una sola prueba, valió.
“La gente verá que este delincuente protegido por el gobierno de Corral, ya que ya no cuenta con la protección del gobierno federal, sí debería tener mínimo 100 años por delincuente”.
—¿Se sintió usted traicionado de alguna manera, utilizado políticamente? Se da la detención unos meses antes de la elección por un gobierno panista…
—No traicionado, simplemente está muy claro que se trató de una detención ilegal, una invasión a la soberanía que tiene que tener consecuencias. Una privación ilegal de la libertad equiparable al secuestro, donde hasta el día de hoy no han probado absolutamente nada, más que los dichos de este sicópata.
“No veo otra cosa más que la manipulación de Corral hacia el Poder Judicial, una manipulación perversa en un estado hundido en la corrupción, y me consta. En el Poder Judicial muchos de los jueces son comprados por unos cuantos miles de pesos -y te digo porque hay gente con escasos recursos y yo tuve que apoyarlos para que lograran su libertad-, porque no eran suficientes los elementos de pruebas para su libertad, hasta compensar económicamente a los jueces.
“La corrupción está en todos lados, y lo peor, la corrupción que está en todos lados aquí en Chihuahua, toca las fibras de los más pobres, y eso yo lo vi, lo viví. Yo creo que (a Corral) se le cae este cuento de ser el paladín de la honestidad, y pasa a ser el monumento a la locura. Yo me voy a defender con todos los instrumentos que estén en la ley para que esto tenga una consecuencia”.
— ¿Habrá contrademandas?
—Ya empezamos. Demandé a nueve funcionarios penalmente, incluyendo al gobernador, por la manipulación, lo que se llama “chicanadas” o tácticas dilatorias, porque nosotros nos mantuvimos con estricto respeto a la legalidad y a las leyes. Pero ellos se mantuvieron con estas “chicanadas”: sacándome a las 2 de la mañana, fabricaron audiencias 10 minutos antes para que no llegara mi defensa que venía de la Ciudad de México –cuando la ley marca 48 horas– y donde ellos elegían a mi abogado defensor.
“Hubo muchísimas irregularidades, aparte de las torturas. Esto llega al grado de que a un grupo de jóvenes se les ocurrió hace dos semanas hacer un corrido, que no ofendía a nadie, y simplemente por ganarse unos pesos, o porque lo quisieron hacer, pusieron el nombre mío, y la reacción inmediata del fiscal fue mandarlos golpear al grado de tortura, de fracturarlos y depositarlos en una celda de castigo, donde todavía están encerrados, hasta que cumplan 30 días.
“La tortura era cosa de todos los días. Yo veía cómo llegaban los detenidos con los huesos expuestos. Creo que es muy fácil comprobar estos hechos de la fiscalía. Cuando yo llegué recién a Chihuahua, cuando me detuvieron en Saltillo, lo primero que me hicieron fue amenazarme de muerte”.
—¿Quiénes lo amenazaron? ¿Los agentes, los policías, el MP?
— No, ojalá supiera, no son tan… A mí me hicieron internarme, vestirme de gris, de eso sí hay evidencia. Posteriormente entran tres personas, me dan la bolsa de la ropa con la que había sido detenido, dijeron que me la pusiera, después me sacan en una camioneta, traían un escrito ya hecho y me decían que lo firmara y que no habría consecuencias; desde luego, armados dos de ellos. Después fui amenazado en tres ocasiones.
“Se tiene conocimiento pleno y evidencias con algunos videos parciales que demuestran los hechos –de la propia PGR–. Después me di cuenta que lo que querían era que yo declarara contra el presidente Peña, el licenciado Beltrones y el exsecretario de Hacienda”.
—Imagino que ya tuvo contacto con Manlio Fabio Beltrones, ¿qué le ha dicho?
—Ayer hablé con él. Nada, yo simplemente le mandé decir desde un principio cuál era la perversa intención del gobierno de Chihuahua. Él me preguntó cuál era mi condición en el internamiento. Por supuesto, ayer me comuniqué con él, lo saludé y le expliqué de manera más amplia cuál era la intención de mi detención.
—Usted tiene una relación empresarial con mucha gente, entre ellos Carlos Slim. ¿Cuál es la relación después de todos estos sucesos?, ¿ha cambiado o va a cambiar?
—Sigue exactamente igual, no tiene por qué variar. Ellos me conocen y saben, y por supuesto que no ha variado ni va a variar.
“Los amigos reales con los que he contado en mi vida siguen ahí, siguen firmes y han estado al pendiente de mí. Es el apoyo que he recibido de muchísima gente que ahí está y no tiene por qué cambiar absolutamente nada”.
Operación Zafiro
—Se da la detención de usted previo a un año electoral. Después, entre los jaloneos que hubo previo a la jornada electoral, ahora está cerca de librar esas acusaciones…
—Lo tengo muy claro, y creo que está a la vista en la carpeta de investigación que hace perversamente la Fiscalía de Chihuahua. Que, por cierto, hay que ver el antecedente del fiscal y del director de Seguridad Pública, hay que recordar que fue inhabilitado del servicio público.
“En la elaboración de la carpeta jamás existió mi nombre hasta finales de octubre. Durante un año no existí para este delincuente protegido. Se le ocurrió que en noviembre había algo que se le había olvidado, que yo era el coordinador de este grupo que nunca conocí, que conocí tres meses después de haber sido internado en el Cereso, a lo que él dice que planeamos este desvío hacia el PRI.
“Pues yo quiero decir categóricamente, con toda firmeza, que jamás tuve un contacto con ningún funcionario, con excepción de este delincuente, que ocasionalmente cuando estábamos en la cámara, fue el único. De ahí en fuera, a ningún funcionario. No tuve ningún tipo de contacto ni comunicación en ningún momento.
“Los conocí tres meses después, supe quiénes eran los que, según la Fiscalía, me habían acompañado en este plan para desviar recursos, y aparte el comentario de este sicópata que me parece llega a la locura de señalar que la Operación Zafiro es un programa para desviar miles de millones hacia no sé qué cosa”.
— ¿Y existió la Operación Zafiro?
—Operación Zafiro sí existió, sí estuvo bajo mi control y no tiene nada que ver con el manejo de recursos, absolutamente nada.
“Creo que ya está alucinando, algo le ha hecho daño a esta persona, y ahí está. Es el desarrollo de un software para la promoción del voto que nada tiene que ver con recursos públicos, y él, Corral, lo señala como el gran hallazgo de la gran desviación.
“Desviaciones las que tienen ellos, en la Secretaría de Salud, en la Secretaría de Educación, en Comunicación Social, el gasto en publicidad, lo que ha costado mi proceso. Esos sí son recursos desviados, y que en un momento dado habré de presentar a la opinión pública”.
—Usted sigue siendo militante priista. ¿Cómo ve lo que sucedió con su partido?
—Eso el partido tiene que resolverlo por sí mismo. Yo estoy concentrado en el tema de las empresas. Soy priista, claro que soy priista, y lo apoyaré desde mi espacio, pero creo que eso le compete a quien presida al partido.
—¿Qué sigue para usted una vez que concluya este proceso?
—Primero, creo que hay gravísimos errores en la ley que se modificó en 2013. Desde datos de prueba, el hecho de que te tengan qué arraigar en la zona donde estás siendo juzgado, eso violenta la Constitución. Y habré de tocar puertas, tengo buenos amigos en el próximo gobierno, independientemente de partidos. He estado en contacto con ellos, incluyendo a la presidenta de Morena (Yeidckol Polevnsky), y mantendré mucha comunicación sin dejar de ser priista.
“Mantendré mucha comunicación para tratar de hacer cambios como la prisión preventiva. Me parece que es muy delicado, creo que es preferible tener 100 delincuentes en la calle que un inocente en la cárcel.
“Yo estimo que un porcentaje importante de los 3 mil 500 internos que están en el Cereso de Chihuahua son inocentes. Y no se reporta lo que sucede, a mí me tocó un motín.
“Los medios simplemente reproducían lo que el gobierno de Chihuahua decía, pero no se daban cuenta que yo estaba incomunicado, sin poder dar una declaración de los hechos.
“Estuve en una celda donde no tuve comunicación ni siquiera con los internos. No tuve acceso al teléfono durante mucho tiempo, no podía hacer una llamada, ocasionalmente podía ver a mi familia. ¿Cómo me iba a defender, poder decir lo que estaba sucediendo?
“Tienen una gran capacidad de hacer valer sus mentiras, de ocultar la verdad. Lo que ellos decían que era un pequeño enfrentamiento entre dos pandillas al interior del Cereso eran grandes motines bañados en sangre que yo presencié. Fui víctima de una granada de gas y fui llevado al hospital. No sé qué capacidad tienen de mentirle a todo el mundo.
—Su interés es que se haga justicia, ¿también hay rencor de su parte?
—No. No hay rencor. Busco justicia, que es diferente, y la voy a buscar con todos los instrumentos que estén a mi alcance, y que haya consecuencias. Fui sentenciado ilegal e inconstitucionalmente por el juez (Alejandro) Legarda, quien a las pocas semanas de haberme sentenciado o vinculado, es nombrado magistrado. Y el día de hoy el colegiado de la Suprema Corte dice que fue un acto ilegal. Eso no se puede quedar así, tiene que haber consecuencias.
“Antes de terminar, sí quiero aclararte que jamás tuve contacto con el presidente Enrique Peña y menos estuvo involucrado en esto que me querían fabricar. El tiempo me va a dar la razón. Se demostrará que soy inocente y que fui víctima del sistema de justicia de Chihuahua”.
Fuente: proceso.com