No se trató de una película, tampoco de un cuento corto, menos de una novela de terror, tampoco de “Las vueltas del gran macabro”, ni de la obra de Cazallis que fue médico, poeta y filósofo, que escribió La Danza macabra, mucho menos una broma macabra; nada de eso, se trató de un hecho inaudito, surrealista, difícil de creer, pero que sucedió y fue descubierto hace unos días.
Sucedió, que en Guadalajara descubrieron a dos camiones refrigerados que contenían 273 cadáveres; otros medios reportan 300. Lo que si es exacto y comprobado es que los cadáveres, a bordo del camión refrigerado, andaban vuelta y vuelta con la carga fúnebre debido a que los cuerpos ya no tienen espacio en la morgue, pues en lo que va del año aumentaron 17%.
El fiscal de Derechos Humanos, Dante Haro Reyes, dijo que 49 cuerpos están en el forense, 273 fueron apilados en el camión y 122 se mantuvieron en un segundo trailer refrigerado en el estacionamiento del Servicio Médico Forense. No se tenía la intención, dijo, de que el camión anduviera dando vueltas con los cadáveres a bordo, el plan original era trasladarlos a una bodega refrigerada, sin embargo, no se hizo así debido a que la situación se complicó porque las autoridades de Tlaquepaque clausuraron la bodega debido a la falta de permisos, pues afirmaron que nadie los consultó para depositar cadáveres en ese sitio.
Se inició entonces el fúnebre peregrinar, la vuelta y vuelta, el largo paseo para llegar al destino final que, en esos momentos trágicos, no era la muerte, Ella es huésped permanente en la morgue, pero sucedió que ni para Ella había sitio para el descanso eterno; ni en el refrigerador de la morgue, ni en la cochera del forense, ni en el cementerio al no haberse cubierto los trámites que la ley exige empezando por el reconocimiento, reclamo o abandono de los cadáveres, y como si todo esto fuera poco, el fiscal de los derechos Humanos, el director del Servicio Forense y los responsables de la logística para el traslado de los camiones a las bodegas de refrigeración calcularon mal, o más bien, no calcularon que los camiones son demasiado grandes como para ingresar a las bodegas.
De película de Cantinflas, entonces se pusieron a pensar como hacerle para que cupieran las moles rodantes: tirar paredes decían unos, bajar los cadáveres uno por uno, otro más sugirió que en tanto se encontraba la solución los camiones dieran vueltas a la manzana para que no se deshelaran los cuerpos; así que arrancaron y a rodar con la carga de la muerte.
La cosa no paro ahí; uno de los trailers que se dirigía a una tercera ubicación se atascó en en el lodo al cruzar un campo baldío justo atrás de una unidad habitacional.
Y sucedió lo que tenia que ser, el deshielo de los cuerpos. Poco a poco un olor fétido empezó a invadir la unidad habitacional y fue cuando los habitantes reportaron que un camión estacionado en espera de una grúa para rescatarlo escurría sangre por sus puertas, hecho que provocó alarma entre los habitantes de la unidad. Es obvio decir, que las redes sociales se dieron vuelo relatando los macabros sucesos, pero que gracias a ellas se pudo descubrir algo del absurdo que Camus explica en su libro “El Mito de Sisifo”, es decir, el silencio irracional y la omisión de las autoridades ante una institución rebasada como lo es la morgue de Guadalajara.
“Al teatro del Absurdo” estamos expuestos cuando no se tienen las autoridades adecuadas para desempeñar tan delicadas responsabilidades como es el tratar con la muerte.
Ante este drama, carente de moral, de ética profesional, de responsabilidad, de recursos económicos, de funcionarios ineptos, del irrespeto a los Derechos Humanos; solo el escándalo en las redes sociales pudo hacer posible que el gobernador del estado de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval Diaz, militante del PRI, se enterara que el Servicio Médico Forense es un desastre, y que dos camiones refrigerados andaban dando vueltas a la manzana paseando cadáveres porque en la morgue ya no caben.
En su defensa, Haro Reyes, dijo que de los 444 cuerpos, 60 habían sido preparados para su entierro. El resto están en espera de ser examinados, apilados en los camiones dentro de bolsas negras de plástico para la basura y en el estacionamiento de la morgue.
Lo sucedido en Jalisco no tiene paralelo, ni las películas más destacadas del surrealismo de genios cinematográficos y sus más famosas creaciones como: La Coquille et le clergyman (La Concha y el reverendo), L´Étoile de mer (La estrella de mar), L'âge d'or (La edad de oro) o Le Sang d'un Poète (La sangre de un poeta), superan el surrealismo que como obra magistral del Teatro del Absurdo ha dado la vuelta al mundo.
@luis_murat
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