“Voy a cerrar la maldita frontera”: Luis Octavio Murat

no me veras

En el arrancadero de la carrera electoral, Trump esta utilizando todo lo que tiene a su alcance para ganar las elecciones intermedias. Triunfo electoral, que de lograrlo, lo situaría como el candidato presidencial con más posibilidades de ganar la elección presidencial del 2024.

Su esfuerzo por convencer a los electores de que él debe ser el elegido para continuar gobernando a Estados Unidos; lo ha llevado a extremos políticos que lastiman y dañan las relaciones internacionales principalmente con Mexico, utilizando el fenómeno migratorio para agraviarlo y amenazarlo con “Cerrar la maldita frontera”.

Fenómeno migratorio, que es dramático, grave y complicado desde su origen al estar caracterizado por factores económicos, políticos, militares, étnicos y fronterizos, como es el caso de las relaciones México-Estados Unidos y los países centroamericanos, que por cierto, fueron castigados por Mr. Trump cortándoles la ayuda económica que se les otorgaba según acuerdos internacionales.

¿Que mejor bandera electoral que la migración indeseable combatiéndola con amenazas incendiarias a todo pulmón: Voy a cerrar la maldita frontera sur, culpando a México de tolerante, de hablador, de no hacer nada para contener las columnas de emigrantes que cada día crecen más y más?

La Historia Mundial nos muestra que las migraciones tienen como destino la asimilación en otros países al no haber forma de detenerlas, a menos que se opte por el uso de la fuerza militar.

Sin embargo, el progreso económico de las grandes masas, la educación, el empleo bien pagado, la seguridad social y el Estado de Derecho, impiden que las migraciones se produzcan al no haber necesidad. De no ser así, las migraciones continuarán en tanto la miseria, la pobreza, el hambre y las guerras prevalezcan, tal y como ha sucedido a lo largo de la historia mundial.

De manera, que las alharacas de Mr. Trump son eso, fuegos fatuos, en vísperas de su anhelada reelección. Si la obtiene, el agua volverá a su nivel, toda vez que los intereses económicos, políticos, sociales y culturales con México son enormes y para siempre, porque no hay otro destino, pues la geopolítica es tan clara que impide tomar en serio el exabrupto de: “Voy a cerrar las fronteras”.

Mr. Trump es el menos interesado en detener las migraciones o poner en práctica acuerdos con México para crear empleos, escuelas, Universidades e industrias, que actuarían como imán de permanencia en los pueblos desposeídos.

No habría necesidad de emigrar al desaparecer la pobreza, la inseguridad, el hambre, la prostitución infantil y juvenil, el tráfico de personas que pagan 6 mil dólares a los coyotes para ser trasladados a Estados Unidos. Esta cruda realidad es la bandera electoral que ondea Mr. Trump.

Mr. Trump es un mito político, que pelea consigo mismo sin tregua, inventando demonios constantemente, pero sin lograr una victoria ni una derrota definitiva. “Es el emblema de la contradicción. Por eso es un mito estéril”, que continua engañando a los ignorantes y racistas de los estados conservadores de Estados Unidos.

Trump es un mito nocivo porque no busca la unidad, gobierna dividiendo. Es como el mito de Cortés al que se refiere Octavio Paz en, “Hernán Cortés: Exorcismo y Liberación”. “Su misión es exactamente contraria a la del Cid, que fue un mito fundado en un personaje histórico no menos sino más dudoso que Cortés”. Pero en tanto que el Cid unió a los españoles, Trump divide a los estadounidenses, envenena sus almas y alimenta rencores anacrónicos y absurdos. El odio a México es en realidad el odio a si mismo.

En la plaza pública de Poza Rica, Veracruz, el Presidente preguntó de forma inducida: “¿verdad que no queremos seguirle el juego al Presidente Trump”? No, contesto el pueblo bueno y manso.

El apoyo de unos cuantos reunidos en plaza pública no es suficiente para la dignidad de un país agraviado, culpado y amenazado por un hablador que esta en campaña electoral.

Se requiere del actual Presidente, que siendo candidato presidencial, prometió no tolerar insultos y agravios contra Mexico por parte del Presidente Trump. Es pues momento de cumplir lo prometido y no estar poniendo las dos mejillas cada ocasión que el hablador vomita.

@luis_murat

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