Vital, rescatar legalidad, para la convivencia armónica y pacífica: Alfredo Martínez de Aguilar

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* Para nadie es desconocido que la complacencia y complicidad, agravada por la impunidad, ha convertido a la industria de la presión y el chantaje en el negocio más lucrativo en Oaxaca.

* Ante esta cruel realidad, sienta un precedente altamente positivo que el Presidente Municipal, Oswaldo García Jarquín, intenté una y otra vez obligar a los ambulantes a respetar la Ley.

Uno de los elementos fundamentales que dan nacimiento al Estado nación, es darse por la vía democrática un Gobierno que gobierne a una población asentada en un determinado territorio.

Y para conseguirlo, el monstruo mítico Leviatán representado por el Estado y su altamente positiva división de poderes y contrapesos, debe ejercer el monopolio de la violencia legítima.

A fin de alcanzar esta ambiciosa meta, apoyado en la obligación de respetar el Estado de derecho democrático, a través, los representantes de los poderes deben crear y aplicar las leyes vigentes.

La primera y principal obligación del Estado es garantizar ante todo la seguridad personal, familiar y social de sus gobernados, asegurando sobre todo su vida e integridad física y patrimonial.

Lamentable y dolorosamente, hoy en día, salvo los países del primer mundo altamente industrializados, cumplen a carta cabal con su obligación constitucional de garantizar la seguridad.

La cada vez más escandalosa corrupción, por el cinismo mayúsculo de sus protagonistas, provocó la creciente descomposición de México hasta hundirlo en la pudrición de sus instituciones nacionales.

Como consecuencia lógica y natural, perversamente los gobiernos contemporáneos del país estúpidamente renunciaron a ejercer el poder y al uso de la violencia institucional y legítima.

Se trató de una perversa maniobra, claramente prevista en un plan debidamente preconcebido para dinamitar al Estado mexicano y desmantelar la fortaleza de sus instituciones nacionales.

Con genialidad diabólica, a partir de Luis Echeverría, los Presidentes de la República, convirtieron la anarquía, resultante de la absoluta falta de respeto a la Ley, en la principal fuente de riqueza mal habida.

Fue relativamente fácil y sencillo lograrlo aprovechando las flaquezas de la condición humana, sujeta a pasiones, ambiciones, adicciones y hoy, más que nunca, a escandalosas perversiones.

La construcción de amplísimas redes de complicidad amalgamadas sólidamente por la correas de la corrupción amarró la creación de poderosas mafias que han destruido al país.

A la fecha, esas todopoderosos mafias políticas son cómplices del crimen organizado y del narcotráfico desde la partidocracia. Participan todas las cúpulas, no solo la mafia del PRIAN.

Son los verdaderos jefes mafiosos de la delincuencia organizada de “cuello blanco”. Aunque no siempre plenamente garantizada, ofrecen y venden protección e impunidad, a altísimos precios.

Una de las mayores expresiones del manipulado orden del caos, desafortunadamente, se da en Oaxaca, especialmente en la capital al ser la sede de los poderes y caja de resonancia política.

Para nadie es desconocido que la complacencia y complicidad, agravada por la impunidad, ha convertido a la industria de la presión y el chantaje en el negocio más lucrativo en Oaxaca.

Los grupos de presión política y chantaje económico, amparados bajo la figura de sindicatos de transportistas y de organizaciones sociales, se han convertido en la principal amenaza pública.

Unos y otros han creado y apoyan a grupos de vendedores ambulantes que prácticamente han tomado por asalto las calles del primer cuadro del  Centro Histórico, convirtiéndolo en cloaca.

Ante esta cruel realidad, sienta un precedente altamente positivo que el Presidente Municipal, Oswaldo García Jarquín, intenté una y otra vez obligar a los ambulantes a respetar la Ley.

Con el objetivo de reactivar la circulación, garantizar el libre tránsito e instalar un módulo de seguridad pública municipal que brinde atención oportuna a las personas en el primer cuadro de la ciudad, el Gobierno Municipal de Oaxaca de Juárez, a través de las Direcciones de Gobierno y de Seguridad Pública, Vialidad y Protección Ciudadana, implementaron un operativo para retirar estructuras de puestos semifijos que obstruían la vialidad en la primera calle de Flores Magón.

Durante la madrugada de este lunes personal de ambas dependencias municipales retiraron más de 20 estructuras que impedían el libre tránsito en esta céntrica vialidad de la capital oaxaqueña. En apoyo, el Ejército Mexicano realizó patrullajes durante el operativo.

Josué Monterrey Velasco, Director de Gobierno, reiteró que de esta forma se cumple la instrucción del Presidente Municipal Oswaldo García Jarquín para permitir el libre tránsito de las personas, así como para restituir el principio de legalidad que debe prevalecer en toda sociedad para la convivencia armónica y pacífica de las y los habitantes.

El servidor público municipal detalló que de acuerdo al edil capitalino, el comercio en la vía pública debe estar sujeto a las áreas que la propia autoridad determine, sin afectar la vialidad, la imagen urbana o las áreas de uso común.

Monterrey Velasco comentó que dicho dispositivo se llevó a cabo sin incidentes observando siempre los protocolos y respeto a los derechos humanos, por lo que se verificará la situación de los vendedores ambulantes a quienes se les retiraron sus estructuras por no cumplir con las disposiciones del Ayuntamiento.

Elementos de la Dirección de Seguridad Pública, Vialidad y Protección Ciudadana mantendrán presencia en el lugar para atender llamados de auxilio a través del Módulo de Seguridad Pública Municipal instalado en la primera calle de Flores Magón.


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