En materia de políticade seguridad rumbo ya a la fase final operativa con las leyes secundarias sobre la Guardia Nacional, hay cuando menos cuatrodatos que deben atenderse:
1.- El presidente de la república mantiene, desde el 2 de diciembre, una reuniónmatutina en Palacio Nacional con el gabinete de seguridad: los secretarios de Gobernación, Defensa Nacional, Marina y Seguridad y Protección Ciudadana. Ahí se concentran datos, se evalúanactos de violencia y se aprueban decisiones.
Sin embargo, en estos cinco meses se ha registrado en cifras oficiales un incremento de casi 6%en los delitos, entre ellos 9.7% de homicidios dolosos. Si hay una reunión diaria desde el 2 de diciembre y existe una supervisión presidencial directa, ¿por qué entonces ha subidola violencia criminal?
Si las cifras que afectanla percepción social sobre la inseguridad son de fuero común, ¿por qué no hay en cada sesión de Palacio gobernadores y alcaldes para explicarlos problemas en sus plazas? Gobernadores y alcaldes se han desentendidode la inseguridad en sus territorios, a pesar de que se trata de delitos locales. Y sería importante que cada tresdías en las conferencias de prensa en Palacio gobernadores y alcaldes expliquenqué hacen en sus plazas para detectar y combatir a las bandas criminales.
2.- La estrategia de seguridad ha tenido intensa coberturaen la organización de la Guardia Nacional, pero en realidad la base central estará en la inteligencia. Pero por inteligencia no se debe entender sólo la financierapara atacar el corazón del crimen organizado, sino que se requiere inteligencia para indagar, investigar, seguir y prevera los cárteles de la delincuencia organizada/desorganizada.
La Estrategia Nacional ya aprobada por los senadores incluyeun sistema nacional de inteligencia, un programa para la seguridad nacionaly el enfoque en la práctica de la seguridad interiorcuya ley fue cancelada a finales del sexenio anterior. Sin embargo, hasta ahora nadase sabe de estas tres prioridades articuladas a la Guardia.
Atacar activos sin perseguir bandas ni arrestar capospuede ser un enfoque reduccionista y hasta provocador, porque las bandas criminales reaccionancon más violencia cuando se meten con sus dineros. Cada congelación de cuentas conduce, de manera directa, a accionescriminales sucesivas. Afectar activos sinuna estrategia de ofensiva contra caposy jefes y sobre todo nidos de delincuentes es otra forma de darle escobazosal panal de avispas narcas.
3.- En todas las presentaciones oficiales siempre ha faltado un diagnósticoreal de los diferentes tipos de delincuentes, de la listade cárteles, de las bandas locales, de la forma en que se han relevadomandos por la salida de actividad del 90% de los jefes tradicionales y sobre todo del númeroaproximado de delincuentes en activo si se confirman los datos de que en dos sexenios se habría detenido a alrededor de mediomillón de delincuentes.
El número de delincuentes en activoimporta por su contraste con las fuerzasde seguridad en términos aproximados: 150 milguardias nacionales, más de 250 milfuerzas armadas en las tres armas, alrededor de 380 milpolicías locales y cerca de 500 milefectivos de seguridad privada; es decir, un ejército de alrededor de un más de un millón 250 milpersonas. Lo malo, sin embargo, está la faltade coordinación, la escasa capacitación y sobre todo el hecho de que una parte de estas fuerzas de seguridad están al servicio de los delincuentes y no del Estado ni de la sociedad.
4.- El tema vitalde las policías municipales ha sido manoseado a nivel de datos, pero no de programas reales de capacitación: de casi 2 mil 500 municipios, sólo mil 800 tienen cuerpos de seguridad, 900 cuentan con apenas 20 elementos cada uno y de ellos sólo el 40% está certificado. Estos datos se tienen desde el Acuerdo de Seguridad de agosto de 2008, pero es la hora en que nadie ha fijado un programa con presupuesto asignado para adecuar a las policías municipales. Y hay municipios en Oaxacaen donde ni siquiera hay policías: son topiles–grado de autoridad más bajo en comunidades indígenas– improvisados.
Hasta 2017 se habían contabilizado 125 milpolicías municipales, a una media de 50 por cada municipio o 16.6 en turnos de ocho horas. Y cada referencia a la reorganización de la seguridad involucraa municipios, pero hasta ahora las cosas siguen igual: pocos, mal pagados, sin capacitación, no certificados y buena parte al servicio de las bandas locales-nacionales del crimen organizado/desorganizado. Un dato: las narcotienditasy picaderos–para vender o consumir droga– sóloson posibles con el apoyo de las policías municipales.
Por lo tanto, a la estrategia le falta muchopor arreglar antes de poner orden en la delincuencia
A lo chino. Cada partido tiene la libertad de buscar sus asociados externos. Morena está ligado al Bolivarismo chavista en Venezuela y al socialismo represivo de Cuba. Ahora fueron tras el Partido Comunista de China, quizá por el modelo más cercano: comunismo capitalista autoritario, algo así como el viejo PRI.
Política para dummies: La política sirve para cuestionar a la política.