* Por encima de la importancia del impacto económico, político y social de la construcción de las dos supercarreteras y las obras del Corredor Interoceánico, es más trascendente y trascendental rescatar la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.
* Rescatar la UABJO de la corrupción, del porrismo y del narcomenudismo, debe ser el mayor legado de AMLO. Lograrlo, es fácil siguiendo la huella del dinero en la familia ampliada, amigos, compadres, socios y “prestanombres” de los ex rectores.
¡Qué irónica y paradójica es la vida! En el momento menos esperado, el Presidente López Obrador dio el visto bueno al Gobernador Alejandro Murat para combatir la corrupción en la UABJO.
Esta y no otra debe ser la lectura de las auditorías federales a la Máxima Casa de Estudios por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y el Sistema de Administración Tributaria (SAT).
A estas se suman las indagatorias de la Dirección General de Educación Superior Universitaria e Intercultural (DGESUI) de la Secretaría de Educación Pública y de la Secretaría de Finanzas (SEFIN).
La embestida de la artillería fiscal contable, incluye las auditorias de la Secretaría de la Contraloría y Transparencia Gubernamental (SCTG) y el Órgano Superior de Fiscalización del Estado (OSFE).
Habría que tener mucho cuidado en las auditorías a realizar por la Secretaría de la Contraloría y el Órgano Superior de Fiscalización del Estado, ya que sus titulares son parte interesada y/o cómplices.
De profundizar las investigaciones y poner de manifiesto la voluntad política real de sancionar enérgicamente el saqueo histórico de el Alma Mater, se sentaría un precedente altamente positivo.
De ninguna manera, se trata de un asunto menor, toda vez que hasta ahora el robo disfrazado eufemísticamente de adeudos, arroja la friolera de más de 455 millones de pesos. ¡Imagínese!
Por encima de la importancia del impacto económico, político y social de la construcción de las dos supercarreteras y las obras del Corredor Interoceánico, es más trascendente rescatar la UABJO.
Rescatar la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca de la corrupción, del porrismo y del narcomenudismo, debe ser el mayor legado del Presidente Andrés Manuel López Obrador a Oaxaca.
Y lograrlo, es relativamente fácil siguiendo la huella del dinero, aun cuando las familias de los ex rectores utilicen a su familia ampliada, amigos, compadres y socios como “prestanombres”.
El único amigo y colaborador que admira y respeta el Presidente Andrés Manuel López Obrador en el gabinete legal y ampliado, es al corruptazo represor Manuel Bartlett Díaz, director de la CFE.
Con alteza de miras, el Primer Mandatario y el Gobernador Alejandro Murat debieran pedir asesoría al siniestro personaje involucrado en la ejecución de Manuel Buendía y del Kiki Camarena.
El único mérito del polémico ex secretario de Gobernación, de Educación y Gobernador del estado de Puebla, es haber rescatado con la Ley en la mano a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
El gobernador Antonio Toledo Corro rescató a la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) de la guerrilla urbana comunista de “Los enfermos” y de la escandalosa corrupción de sus rectores.
De igual manera, Bartlett consumó el rescate de la BUAP iniciado por Alfredo Toxqui Fernández de Lara y Mariano Piña Olaya. Hoy, al igual que la UAS, es de las mejores universidades públicas de México.
Aunque sigue ausente, Arturo Peimbert Calvo, basta que la Fiscalía General del Estado y la Fiscalía General de la República reactiven las carpetas de investigación y, sobre todo, las órdenes de aprehensión pendientes de ejecución.
Desde los ex rectores hasta los dirigentes sindicales y los porros convertidos, ahora, en sicarios del narcomenudismo, se ampararán, darán a la fuga y pedirán abrir la boca y cantar todo lo que saben, para salvar el pellejo.
Y pondrán más contra la pared a muchos, al practicarles un examen antidoping, cuando comparezcan o sean presentados, ante la Fiscalía General del Estado y la Fiscalía General de la República.
@efektoaguila
