En medio de actos populistas distractores como las críticas contra los ricos y la resurrecciónde la Madre Tierra, la esencia de todo gobierno se resumeen la definición de su política económica. Y ésta, a su vez, se concentra en la política antinflacionaria.
En este contexto, el presupuestodel primer año del gobierno del presidente López Obrador nodeja lugar a las dudas: el neoliberalismoque se cantó muerto apenas el pasado 1 de diciembre protestar el cargo sigue vivitoy coleando. Ingresos y egresos del 2019 nocambian la política económica neoliberal definida en 1983-1993 por Carlos Salinas de Gortari.
La política económica se resumeen el manejo de la política estabilizadora de baja inflación y a partir de ahí se desarrolla una política presupuestal que nogenere inflación. La estrategia neoliberal salinista-lopezobradorista es la que definió en 1976 Milton Friedman y por la que recibió el premio Nobel de Economía: la inflación es en todo tiempo y en todo lugar un fenómeno monetario.
Los gobiernos populistas suelen aumentar el gasto sin incrementar los ingresos sanos –sobre todo fiscales– y el nuevo dineroen circulación empuja los precios hacia arriba y la inflación, sobre todo en América Latina, ha llevado históricamente a devaluaciones
De ahí que el neoliberalismo monetarista centresu estabilidad en el control de la inflación por el lado del dinero-demanda. En este sentido, el marco macroeconómico del gobierno de López Obrador es exactamente el mismode los gobiernos neoliberales: PIB de 2%, inflación de 3%, déficit presupuestal de 1% y tipo de cambio de 20 pesos. Lo demás, los discursos pomposos de compromiso social, el primero los pobres, salen sobrandoporque el ancla estabilizadora es mantener la inflación compatiblecon la de los EE. UU.
Lo que hacen los gobiernos neoliberales disfrazadosde populistas es descobijar a algunos sectores con recortes de gasto para tapara los sectores más vulnerables que fortalecen los discursos populistas. El populismo 1982-1984 logró tasas de PIB de 6% por manejos cuidadosos con el gasto y un entorno internacional estable; el ciclo neoliberal logró regresarla inflación a tasas de 3%-4%, pero bajando el PIB, el gasto público y los programas sociales.
El gobierno de López Obrador que anunció el fin del ciclo neoliberal estaba obligado a redefinirla política económica y su escenario de estrategia antiinflacionaria. Pero no: la política económica del gobierno 2018-2019 es la mismade los Criterios Generales de Política Económica del ciclo neoliberal 1982-2018. En campaña y en el interregnose dijo que las cosas cambiarían, pero al final resultaron iguales.
El estratega presupuestal de López Obrador es el economista ortodoxoCarlos Urzúa, forjado en el pensamiento económico estabilizador. El equipo lopezobradorista tuvo cuando menos dos años para diseñar un cambio, desde que el propio López Obrador fijo en su ánimo la victoria y comenzó a designara sus encargados de gabinete. Por lo que se ve nohubo en su equipo económico una intención de generar un nuevo pensamientoeconómico funcional al discurso populista.
El lado populistadel presupuesto se nota en la cobertura de sectores vulnerables con programas de asignación directade dinero, pero sinefectos multiplicadores productivos. Para lograrlo hizo recortesen sectores determinantes para la actividad productiva como las universidades. Es cierta la tesis de que las universidades públicas con un pozode ineficiencia, gasto corriente y corrupción, pero la SEP de López Obrador carecede un enfoque reorganizador eficiente.
En el tránsitodel populismo al neoliberalismo hubo sólo un esfuerzo para replantear el pensamiento económico. Carlos Tello Macías en 1977 fue despedidopor el presidente López Portillo porque sus propuestas como secretario de Programación y Presupuesto eran contrariasa las pactadas con el FMI. Sin gran análisis de fondo, el presupuesto lopezobradorista de 2019 va a pasarcon excelencia la vigilancia del FMI. En efecto, a López Obrador le ha faltadoun Carlos Tello Macías para buscar un nuevoenfoque de política económica.
Con un PIB de2%cuando menos en 2019 y 2020, el PIB promedio anual en el sexenio será de 3%, ante una necesidadde lograr el 6% que aporte los empleos anuales en el sector formal para la población económicamente activa que se incorpora cada año a la fuerza de trabajo. Para lograr la metalopezobradorista sexenal de 4%, el gobierno tendrá que impulsar un PIB de 5%en 2021-2024 que será imposiblesi antes no reorganiza de maneta total la política económica en materia de demanda-oferta y desarrollo productivo.
Por lo pronto, el 2019 será igual a los últimos 35años: política económica neoliberal basada en control de la inflación por el lado de la demanda y con másmarginación social, aunque con discursopopulista,
Política para dummies: La política, y López Obrador es la muestra palpable, es el arte de engañar con la verdad.