* Durante muchos años, los militantes de izquierda, supuestamente por convicción, lucharon hasta derramar su sangre por la democracia y justicia social, hoy no deben fallar al pueblo que creyó en ellos y les eligió.
* Al ser un destacado activo nacional de Morena, el presidente municipal estorba políticamente a quienes aspiran al piñatazo de las diputaciones federales, senadurías y a la próxima gobernación del estado.
La situación empieza a tornarse insostenible para el presidente municipal capitalino, Francisco Martínez Neri por la inocultable escandalosa corrupción de sus amigos y colaboradores cercanos.
El escándalo nacional por el saqueo de los vehículos del Encierro Primavera del Ayuntamiento Municipal, no es el único caso de probable corrupción, según ha trascendido públicamente.
Otros dos casos filtrados por el “fuego amigo” son el costo al doble en el pago por tonelada de basura enviada a Veracruz y desorbitado incremento del 400% en el pago de hoja de fotocopiado.
Según ha trascendido, el sindicato de transportistas de una central obrera ofreció el traslado de tonelada de basura a Veracruz a 36 pesos, sin embargo, explicablemente se contrató a 66 pesos.
El contrato de traslado de toneladas de basura a Veracruz se otorgó a Marco Antonio Sánchez Cruz, dirigente del CIT, con un incremento de 55.54 por ciento, es decir, más del doble del costo.
Por otro lado, a través de una licitación “amañada” finalmente se terminó contratando el pago de fotocopiado por hoja en un peso, pese a que el mejor precio ofertado fue de 20 centavos por hoja.
Ante estos hechos documentados, es obligación legal, social e histórica, que el presidente municipal capitalino lleve las investigaciones hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga.
No basta con separar del cargo, poner a disposición, despedir y menos aceptar simplemente la renuncia de seis servidores públicos por el robo en el Encierro Primavera; deben ser sancionados.
Las investigaciones no deben chicanearse en el Órgano Interno de Control Municipal del propio Ayuntamiento, es obligación legal traducirlas en responsabilidades administrativas y penales.
Durante muchos años, los militantes de izquierda, supuestamente por convicción, lucharon hasta derramar su sangre por la democracia y justicia social, hoy no deben fallar al pueblo que los eligió.
Para nadie es desconocido, porque es por demás evidente, público y notorio, que el alcalde capitalino está prácticamente secuestrado por sus enemigos encubiertos y, lo peor, por traidores.
Los reiterados señalamientos en contra de sus amigos y más cercanos colaboradores por probables actos de corrupción y claros abusos de autoridad, fortalecen la hipótesis de la traición.
Entretanto, se investiga y confirma como verdaderos o falsos dichos señalamientos, lo cierto, es que la imagen personal del alcalde capitalino y su gobierno municipal se ve seriamente dañada.
No hay que descartar, desde luego, que haya mano negra que meza la cuna de la ingobernabilidad en el municipio capitalino porque hay pruebas de ello, como la prefabricada crisis de la basura.
Al ser un destacado activo nacional de Morena, el alcalde capitalino estorba políticamente a quienes aspiran al piñatazo de diputaciones federales, senadurías y a la gobernación del estado.
Antes que el daño personal e institucional del Ayuntamiento sea irreparable, Francisco Martínez Neri debe cuidar su imagen de político inteligente y ampliamente capacitado profesionalmente.
Es por demás lamentable y doloroso que ocurra así porque la trayectoria de vida de experto en contabilidad, especializado en fiscal, y abogado, va más allá de su función político-administrativa.
En la segunda de las dos terceras partes de su gobierno sonó la hora que Neri dé un golpe de timón y tome la obligada decisión de cortar cabezas de sus amigos y más cercanos colaboradores.
Es un creciente reclamo generalizado de los habitantes de la capital oaxaqueña que el presidente municipal, Francisco Martínez Neri, limpie la casa, barra de arriba abajo y corte cabezas.
Para conseguirlo tiene la denuncia interpuesta ante la Fiscalía General del Estado por el robo y venta de más de 800 vehículos del Encierro Municipal Primavera, en San Jacinto Amilpas.
Difícilmente el alcalde capitalino tendrá otra gran oportunidad de apoyar su decisión de limpiar la casa, barrer de arriba abajo y cortar cabezas, incluso, de sus amigos y colaboradores más cercanos.
La decisión que tome Francisco Martínez Neri apoyado en la coyuntura legal, social e histórica que enfrenta, será definitiva y definitoria en cómo pasará a la historia que al final le juzgará.
Definitivamente, no se vale que sus esfuerzos por trabajar a mañana, tarde y noche, y hacer bien las cosas en beneficio de los capitalinos, se estrellen contra el valemadrismo en el Ayuntamiento.
Esta actitud a todas luces irresponsable es casi generalizada entre los integrantes del Cabildo, lo que es entendible, no justificable, porque forman parte de la peor herencia del pasado reciente.
Mucho más grave que la omisión y la negligencia por valemadrismo son las imperdonables traiciones de los amigos y colaboradores más cercanos por ambición política y económica.
@efektoaguila
