La política es un juego de espejos en el que los tiempos cuentan y cuentan más cuando en ellos se ganan espacios de opinión ante el electorado. La carrera presidencial está en pleno curso, la real, la que transita al margen de los tiempos legales; los escenarios de competencia se han ido perfilando. Al día de hoy, si tuvieran lugar las elecciones serían tres bloques –o alianzas- las que disputarían el poder; el PRI y sus aliados, en particular el PVEM; Morena en alianza con el PT, que fue redimido de sus pecados veniales y mortales –políticamente- como lo fue su paternidad salinista encubierta gracias a la oportuna declinación en favor de Delfina Gómez; y un tercero, denominado por ahora “Frente Amplio Opositor” liderado por el PAN y el PRD al que supuestamente se sumarán otros partidos, organizaciones y se supone que algunos o todos los que han levantado la mano como independientes.
En este escenario, el PRI ya parece tener definidos sus tiempos y sus posibles “cartas” por arriba y por debajo de la mesa; a ojo de “buen cubero” con dificultades da la impresión que el presidente Peña mantiene el control de la balsa que alguna vez fue trasatlántico; a pesar de la desafortunada y desaseada participación de Luis Videgaray en la reunión de la OEA, su grupo compacto parece tomar cierta ventaja; la proyección que le han dado a José Antonio Meade en los últimos días no es casual, lo quieren en el juego, ya sea como actor, factor o moneda de cambio; tendrán –por supuesto- que pasar la aduana de la Asamblea Nacional que están preparando para quitar los “candados”; habrá que esperar a ver si lo consiguen, o si el “movimiento insurgente” que encabezan José Ramón Martell, Ivonne Ortega, José Encarnación Alfaro y desde las sombras Cesar Augusto Santiago y demás demócratas, logran detener el albazo; en esta misma cuadra se apunta Enrique Ochoa y posiblemente Aurelio Nuño, que le apuestan a ser los “caballos negros”; Osorio Chong, a quien no deja de lloverle en su milpita, ahora con el espionaje, paradójicamente es el más conocido a nivel nacional y se dice está dispuesto a, llegado el momento jugar por la libre sin romper; José Narro también está más que puesto, los que dicen saber le conceden el “plus” de no tener negativos mayores, sumar una buena dosis de intelectuales y conectar con los jóvenes; finalmente “ahí está” como la Puerta de Alcalá, la pareja de Emilio Gamboa y Manlio Fabio Beltrones, que leales a su naturaleza algo tienen que estar tramando.
Morena, no tiene problema; ni sufre ni se acongoja, ahí solo los “chicharrones” de Andrés Manuel truenan y este ya dijo cómo, cuándo, a qué horas y con quién; en mi opinión contrario a lo que la mayoría afirma de que la tercera es la vencida, de que los astros están alineados y demás argumentos, tengo mis dudas si al final del camino no le faltaran los votos y la estructura del PRD; eso en lo que a operación y acción a ras de tierra se refiere; pero también está el tema de las apuestas al todo o nada y la pureza ideológica; asumir que los temas del debate nacional se reducen a la definición entre los buenos –que en ocasiones no son tan buenos- y las mafias de poder, suena bien para el discurso pero no son garantía de gobernabilidad; López Obrador está apostando su resto, ojalá no se equivoque.
Por su parte en el PAN, a pesar de sus contradicciones y pugnas internas, contra lo que se esperaba, no hubo “noche de cuchillos largos” el pasado jueves en el conclave de su Comisión Permanente; el “niño Fidencio” de la Mafia Azul, Felipe Calderón que aspira a la reelección por interposita esposa y el “huachicolero” mayor Moreno Valle, guardaron los tambores de guerra para mejor ocasión; por lo que se advierte los tres se hicieron concesiones recíprocas, algunas públicas y otras en “corto”; dos acuerdos que corren paralelos y no se contraponen resultaron del encuentro; no adelantan la definición de su candidato como lo demandaban los Calderón, formaron una Comisión que se encargará de conducir tal definición a partir de fines de septiembre; y al mismo tiempo buscarán la formación del ya comentado “Frente Amplio Opositor” con todas las fuerzas políticas posibles, sin incluir como lo han manifestado en reiteradas ocasiones al PRI ni a Morena. Desbordando optimismo, Moreno Valle concluyó “con todos estamos en la disposición de sentarnos a la mesa, de escucharlos, de buscar la construcción de una agenda de coincidencias”.
Y es posible que no les cueste mucho trabajo encontrar las “coincidencias”; todos los que se sienten –a esa mesa- quieren lo mismo “sacar al PRI de Los Pinos”; la bronca estará cuando llegue la hora de la verdad, la definición del candidato de tal “Frente” si llega a concretarse; si bien los panistas asumen la definición de su candidato -a- como una especie de primarias, lo que es correcto; no se advierte cómo podrían aceptar alguien que fuera de otra formación, del PRD o Independiente para competir en la elección Constitucional.
Sin embargo, frente al acuerdo, quien da la impresión de haber superado o por lo menos diferido sus confrontaciones internas es el PRD. De entrada ampliaron la iniciativa incluyendo en la convocatoria a Morena; lo cual, aun teniendo claro que no se sumará, deja en la cancha de Andrés Manuel la decisión final. Tendrá también que resolver el relevo de su dirigencia a la mayor brevedad y de la mejor manera; lo que no se pueden permitir es seguir siendo rehén de un personaje limitado, política y estructuralmente que los desprecia, como Miguel Ángel Mancera. Si el PRD quiere ser competitivo dentro del Frente en formación tiene que pensar en otras opciones. Las tiene.
Como se advertirá, las fichas se comienzan a acomodar.
¿Alguien puede asegurar que esto ya está decidido?
RAÚL CASTELLANOS HERNÁNDEEZ / @rcastellanosh