Como una calca de sí mismo, López Obrador parece no experimentar en cabeza propia. Con menos capital político, en una elección local y en un sistema electoral más funcional, ahora amenaza nuevamente con el conflicto poselectoral.
Sólo que ahora aparece aislado, sin intelectuales que lo acompañen, varios aliados temerosos que repita el desgastante plantón de 2006 y con el espanto de que después de la conclusión de los plazos legales en agosto vaya a decretar a las derrotada Delfina Gómez como gobernadora legítima del Estado de México.
Por lo pronto, la candidata Gómez ya adelantó que no se movilizara en las calles, mientras López Obrador quiso sorprender con su exigencia de revisión de "voto por voto y casilla por casilla" cuando este procedimiento, por las experiencias del 2006, se daría en automático cuando la diferencia entre el primero y segundo lugar sea menor a los votos nulos.
Y como la diferencia de Del Mazo con Delfina Gómez es de 168 mil 385 votos y los votos nulos llegaron a 176 mil 168, la revisión de voto por voto se dará sin la amenaza de López Obrador.
Lo que debiera aclarar López Obrador es su responsabilidad directa en la derrota de la candidata Delfina Gómez, cuya tendencia electoral fue subiendo de manera consistente hasta llegar al empate técnico con el candidato priísta Del Mazo, pero la semana previa a las elecciones ocurrieron incidentes acreditables a López Obrador que la afectaron: su alianza con la maestra Elba Esther Gordillo, las revelaciones de la candidata morenista Eva Cadena del dinero oscuro recaudado en secreto para López Obrador y la llamada entre el hijo de López Obrador con la secretaria general de Morena, Yeidckol Polevnsky, tratando de esconderpagos a empresas.
El golpe más fuerte contra Delfina Gómez fue la revelación de la embajadora de Venezuela en México de relaciones políticas de Nicolás Maduro con López Obrador, pero justo cuando Venezuela se encuentra en plena guerra civil, por respuestas violentas del gobierno de Maduro que han provocado decenas de muertos y por un intento en proceso de golpe de Estado para construir un gobierno revolucionario sin oposición ni instituciones vía una nueva Constitución.
La única contribución de Delfina Gómez en contra de su propia campaña fue la revelación de la candidata panista Josefina Vázquez Mota del descuento obligatorio del 10% del salario de funcionarios de la alcaldía de Texcoco para entregárselos a Higinio Martínez, su padrino político, gran cacique político de Texcoco y financiador secreto de actividades de López Obrador.
El rechazo de López Obrador a los resultados ofrecidos por las instituciones electorales abrió el regreso del tabasqueño a las movilizaciones callejeras del 2006 que condujeron al plantón de tiendas de campaña a lo largo de Paseo de la Reforma pero no para limpiar la elección sino para obligar a la autoridad electoral a declarar la victoria de López Obrador al margen de los procedimientos legales.
Lo que falta por saber es si López Obrador reproduce todo el 2006 declarando a Delfina Gómez como gobernadora legítima y ordenando a sus hordas a impedir la ceremonia constitucional de protesta de Alfredo del Mazo como gobernador constitucional.
Antes de las presidenciales del 2018, López Obrador ya demostró que no entiende procesos democráticos, que participa para ganar-ganar, que ante la derrota le apuesta a perder-perder con sus protestas violentas y que adelantó lo que pasará el año que entra si no le entregan la presidencia.
Política para dummies: La política es el arte de la memoria.
Sólo para sus ojos:
- Recuerde todos los días el programa “La Agenda” de Carlos Ramírez y Roberto Vizcaíno en la estación Éxtasis Digital en el 1530 de AM de la CDMX. El archivo de programas pasados en http://indicadorpolitico.mx y puede escucharlo en vivo por dispositivos móviles en cualquier parte del mundo a través de aplicaciones como TuneIn Radio o en www.extasisdigital.mx y www.laagendade.com. Y por Periscope en vivo y con imagen puede vernos en @carlosramirezh
- La victoria que nadie quiere reconocer es la del gobernador veracruzano aliancista Miguel Angel Yunes Linares, quien se alzó con el triunfo en más de la mitad de las alcaldías veracruzanas. Y lo hizo sin ningún apoyo del PAN o del PRD. Con ello, Yunes dice que se ganó su lugar en la lista de precandidatos presidenciales. Y parece que no va a permitir que lo dejen fuera del 2018.
- El delegado morenistas en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal Ávila, fue atrapado metiendo la mano en irregularidades electorales en el Estado de México, y nadie en Morena quiere salir a defenderlo. Dicen que ahí perdió su posibilidad de ser candidato a jefe de gobierno de la Ciudad de México.
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