Ha quedado prácticamente definido el escenario para la contienda senatorial por Oaxaca.
Después de más de un amague, Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva, oaxaqueño de abolengo, ha sorteado un obstáculo más a lo que ha sido – de un tiempo acá- su mayor ambición (al menos así se percibe por el momento): la gubernatura de Oaxaca. Uno a uno ha ido brincando, rodeando o atravesando los “obstáculos” que la vida y él mismo se han puesto para trazar, en un equipo de uno, su propia ruta en la que él es el principio y el fin y los demás son los medios, aunque algunos con las mejores intenciones y con lealtad que es del todo respetable. Eso él y solo él lo sabe.
Reza la sabiduría popular que en la guerra y el amor todo se vale. Mao Tse Tung deó dicho que la política es guerra sin derramamiento de sangre y es por extensión que a la política se puede aplicar también el primer aserto: todo se vale.
Se eufemizan los términos, se le cambia a las cosas de nombre, se construyen ingeniosos juegos de palabras; auténticas joyas de comunicación política que encubren intenciones posiblemente perversas.
Leí con atención los 5 tuits que a Héctor Pablo le merecieron, dice, 30 años de militancia: 6 años por cada tuit.
En el primero dice que:
1.- ha decidido aceptar la “invitación” de la coalición PAN-PRD-MC para la primera fórmula al senado, cuando la invitación fue solamente del PRD nacional y ahora, mínimamente, la cúpula nacional de ese partido tendrá que convencer a su militancia de las razones que la llevaron a tomar oligárquicamente tal determinación. Sobre todo para desvanecer las sospechas que han trascendido de cantidades millonarias que habrían mediado la atenta “invitación”. En Oaxaca ya las están pidiendo. Y que;
2.- Firmó su renuncia al PRI nacional. Del PRI Oaxaqueño ha estado sistemáticamente con un pie adentro y otro afuera cuando sus deseos no son cumplidos. Si algo ha sido el hierro del PRI es la disciplina. Si algo ha sido el hierro “HP” es la indisciplina, el amago, la rebelión traducido en dos modalidades ejemplares: “la campaña anticipada” (cuando quiso, a toda costa ser Senador y Ulises Ruiz Prefirió a Eviel) y “la campaña permanente” que con recursos públicos desde LICONSA hizo por todo el estado todos y cada uno de los días de su gestión.
Poco comentado ha sido el hecho de que Ulises tenía no una, sino dos burbujas: una política que lideraba férrea y visiblemente Jorge Franco y una económica que tripuló Eviel Pérez Magaña. Saquen sus propias conclusiones. Lo demás es historia.
En el segundo dice que:
1.- Se va “agradecido” con el Presidente Peña Nieto por haberle permitido participar en su gobierno. ¿No era la mayor gratitud la disciplina? ¿el disentir pero permanecer en su partido? ¿El ser leal con José Antonio Meade a quien le juraba respeto como su ex jefe en SEDESOL, como en su momento se lo juró a Luis Videgaray cuando lo rescató de aquella asonada ulicista-evielista y lo llevó de la mano a LICONSA, o como el que después le juró fugazmente a Miguel Ángel Osorio Chong y abandonó también tan pronto su estrella dejó de brillar?; y
2.- ¿”Para él invariablemente mi respeto”, dice, refiriéndose al Presidente Peña Nieto? ¿Qué pensará el presidente de esto?
En el tercero dice:
1.- “Renuncio al PRI Nacional al habérseme cerrado la puerta (sic) de participar como candidato al Senado sin justificación alguna”, cuando en su larga y pró$pera carrera había mostrad inconformidad ante la multiplicidad de cargos y responsabilidades que se le habían dado “sin justificación alguna”. No reclama espacio de participación política, reclama para sí “el Senado”, sin más. Y que:
2.- Aprecia la “generosidad” del PRD Nacional por abrirle , ahí sí, el “espacio de participación política”. Por “generoso” –y no creo que HP haya errado el término empleado en su tuit- la RAE considera a aquel que obra con magnanimidad y nobleza de ánimo. ¿Quién, hoy en día obra gratuita e inexplicablemente, de manera magnánima y tan noble en su ánimo, teniendo además cuadros propios competitivos y triunfadores? La sospecha permanece como sombra sobre esa “magnanimidad y nobleza” de la cúplula perredista.
En el cuarto dice:
Que se va con la frente en alto y orgulloso de su trabajo y que deja a tras 30 años de militancia y de servicio público, sin considerar que la mayoría, por no decir todos esos años también han sido de servicio personal. Tan es así que en su último tuit convoca a “infinidad de amigos priistas que me han enviado mensajes de aliento y solidaridad”. No se quiere ir solo.
Y en el quinto expresa:
1.- Que va a ganar. Respetable apreciación personal, cosa que no se puede saber al día de hoy: y que
2.- Se va sin resentimientos. Una determinación, de ser sincera, sabia sin duda para la salud emocional.
Todo lo escrito cinco destellos puede ser válido cuando existe la injusticia, la cerrazón a las oportunidades. No cuando se ha obtenido riqueza acomodaticiamente de acuerdo a cada circunstancia y en función de una razón de costo-beneficio. Cuando el cálculo no entra en esa fórmula hay que patear, provocar, desgarrar, romper, dividir para ganar a rio revuelto. Y lo peor. Cuando se hace en aras de un beneficio o de un proyecto personal, sin altura de miras.
El tiempo dará el veredicto.
@MoisesMolina