“Hay algo que no muere entre la bruma
Del negro olvido, y á que no acongoja
De la nada el temor, ni se despoja
Jamás del manto de su gloria suma:
La santa Libertad! la noble idea
De la conciencia luz, que resplandece
Entre el humo y fragor de la pelea;
La santa Libertad! árbol que crece
Y al elevar su copa gigantea
Al hombre abrigo bienhechor ofrece.”
Francisco Sosa Escalante
¿Qué es la libertad?, ¿Usted mi estimada lectora o lector se ha puesto a pensar en ello?, ¿Qué comprende nuestra libertad?, ¿Hasta dónde llega?, ¿cómo se traduce a la realidad cotidiana de un ciudadano de a pie el concepto de libertad?.
Platón, por ejemplo, no concebía una libertad basada en los intereses individuales, sino más bien que la libertad de un individuo tenía que ver con el bien común, ya que según él, un hombre no podía tomar decisiones pensando solo en su bienestar sin que esto llegara a afectar la sociedad en la que vive. El individuo requiere primero haber cubierto sus necesidades básicas para ejercer su libertad, entre ellas una fundamental es el conocimiento; sin embargo para que esta no afecte los intereses comunes, debe estar regulada por instituciones y gobernantes, no necesariamente para coartar la libertad del individuo, sino más bien como entes regulatorios y garantes del bien común.
Por otro lado, Aristóteles, concibe la libertad desde otro enfoque. Según él, es la capacidad de actuar por nuestra propia voluntad y elección, sin ser coaccionados ni limitados por factores externos. La libertad es, por tanto, la capacidad de autogobernarnos y decidir nuestro propio destino. Si bien considera que un individuo con libertad debe ser un hombre virtuoso y con un sentido de ética altamente desarrollado, ya que la libertad implica necesariamente una responsabilidad.
Podríamos así, escribir y analizar por un buen rato lo que Montesquieu, Maquiavelo, Hobbes, Rousseau, Spinoza, Bobbio, Ferrajoli, Kant, Locke y muchos más, conceptualizaron como libertad y las influencias de su entorno en dichas concepciones. Sin embargo, no es menester de su servidor el análisis de quienes han abordado el tema desde hace más de dos mil años, sino más bien aterrizar en nuestra realidad.
Y entonces, ¿para usted qué es libertad?.
Podríamos decir, que esa maravillosa sensación de poder percibir con nuestros sentidos un amanecer o un atardecer, oír la risa de un niño, escuchar la melodía que más nos gusta, llegar a casa, poder prender la televisión y ver el programa que más nos gusta, elegir si queremos un helado de fresa o de chocolate, poder enamorarnos y compartir nuestra vida con la persona elegida; tal vez los más privilegiados dirán que poder tener acceso al internet a través de un dispositivo móvil, viajar, poder leer; o simplemente poder trabajar para poder tener un sustento y un lugar en donde dormir seguro sea parte de la libertad.
Por supuesto, el concepto que usted me dé sobre la libertad, será sin duda directamente proporcional a su vida, a sus anhelos, a su experiencia, a sus posesiones, a su nivel educativo.
Pero, yo considero muy personalmente, que la libertad es el bien más preciado de una persona, el poder hacer lo que le plazca, con la limitante de siempre estar dentro del marco de la ley, y hasta violar la ley es una decisión propia -Aquí, dirán muchos que eso también depende de los factores externos que pueden obligar a una persona a tomar tal o cual conducta, estoy de acuerdo. Pero eso no es materia de análisis en este momento.-
Hoy, yo decidí escribir, y además elegí libremente el tema, eso es libertad, para mi. Levantarme todos los días y salir a trabajar o quedarme en casa y dedicarme a realizar los pendientes rezagados es mi elección, como también lo es
Si tengo las posibilidades, ya elegí que este fin de semana pasaré unos días con mis hijos realizando actividades que nos vinculen aún más como familia, eso es libertad.
Pero, también creo que libertad es lo que las y los mexicanos estamos perdiendo de a pocos todos los días. Sin fanatismos ni decantaciones político-electorales, analicemos algunos datos que nos pueden arrojar alguna luz sobre lo que está pasando y por qué lo afirmo.
Padecemos de un mal grave, tal parece que hemos normalizado la violencia y hasta perdido la capacidad de asombro ante eventuales sucesos violentos a nuestro alrededor, por ejemplo: Hace poco leí en un grupo de WhatsApp -de esos en donde todas las personas miembros publican notas, artículos, etc.- dos noticias importantes: En la primera se informaba acerca de que un vecino había atacado con un machete a un indefenso perro y con ello le había ocasionado heridas graves; en la otra se narraba que un padrastro había golpeado salvajemente a un menor de cuatro años y que lo había llevado a una farmacia de similares para que lo atendieran, desafortunadamente nada se pudo hacer y el menor murió. ¿usted qué cree que causó más indignación dentro del grupo?. Efectivamente, la muerte del perro.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno Federal, informó de acuerdo a sus cifras preliminares que Agosto fue uno de los cinco meses más violentos de este año, reportó 2, 216 asesinatos, es decir 71 personas asesinadas a en promedio por día; en el mismo orden, según el informe del 31 de julio de 2023 emitido por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Oaxaca es durante este año, el quinto Estado con más feminicidios, 32 de 500 cometidos a nivel nacional. Aunado a esto, son cada vez más las noticias y boletínes de mujeres, niñas y niños desaparecidos, según Human Rights Watch en su informe mundial 2023, desde 2018 han desaparecido 36,000 personas en México. A todo esto, usted mi estimada o estimado lector, súmele que hace unos días hubo ataques a vehículos de transporte en la zona húmeda del Istmo de Tehuantepec, mensajes de amenazas a toda la población, incluido un toque de queda.
Bueno, ¿y a que va todo esto? Se preguntara usted, pues precisamente quiero que regresemos a la pregunta inicial ¿para usted qué es la libertad?. Porque el cerco se hace cada vez más pequeño a nuestro alrededor, nuestros hijos no pueden salir con libertad por las noches a convivir con sus amigos -recuerda como nosotros podíamos incluso caminar de regreso a casa en altas horas sin preocuparnos-, ahora no es seguro transitar en muchas carreteras del país en ciertos horarios, incluso ya en pleno día -sino me cree revise las noticias y videos sobre los asaltos en el tramo Puebla-Veracruz.
En los programas sociales -con los que estoy de acuerdo, dependiendo del que se trate, eso lo podremos discutir en otra ocasión- se coacciona: debe ser con nosotros, porque los de enfrente te los van a quitar.
Hubo un retroceso en el sistema político, se busca que el partido en el poder tenga la mayoría en todo y controle no solo el Poder Ejecutivo, sino el Judicial y el Legislativo, para poder legislar y sentenciar a modo, a su antojo. ¿Acaso no recuerda usted que querían que el propio gobierno organizara las elecciones?, ¿que quieren que los ministros de la Suprema Corte -Que dicho sea de paso son los que más han resistido los embates del Régimen- se elijan por voto popular dejando de lado la carrera judicial?, ¿Que tienen inmovilizado al instituto de transparencia?.
¿Acaso se le ha olvidado a usted que desde enero hasta septiembre de 2022, 15 periodistas fueron asesinados, que en la primera mitad de 2022, Artículo 19 registró 331 amenazas, ataques u otras formas de agresión contra periodistas? Según HRW.
Las instituciones garantes de acceso a la justicia, a la trasparencia y la información, de elecciones libres y con credibilidad, son en cierta manera pilares fundamentales de nuestra libertad ciudadana.
Vayamos pues, echándole una buena pensada y recuerde que uno de los momentos en que podemos ejercer los privilegios de esa libertad, es a solas en la mampara para cruzar la boleta del voto.
