La tregua de fin de año: Moisés Molina

no me veras

A escasas horas de que este año acabe me encuentro una vez más frente a esta pantalla que nos hace comulgar a la distancia.
Desde aquí, la columna y yo, queremos agradecer profundamente a todas y todos por igual su atención, sus opiniones, su tolerancia, su respeto, su consideración, sus recomendaciones, sus críticas, sus observaciones, sus precisiones y/o sus retuits.
Como a lo largo de todos estos años, en el que termina, LA X EN LA FRENTE ha pretendido ser únicamente un espacio de libertad para la expresión de personalísimos puntos de vista, comentarios, escenarios, opiniones y juicios lo más fundamentados posibles.
Hemos hecho una pausa, semana tras semana, para opinar porque creemos –la columna y yo- que a la sociedad, a la democracia y a la república les hace falta el debate, el contraste respetuoso y tolerante de ideas; la lúcida y esclarecedora exposición de argumentos y contra argumentos para que la opinión pública cobre forma y sentido de ser y para que la opinión publicada no deje espacio para la semilla muerta.
Sabemos que no todos piensan ni opinan como nosotros; no comulgan con nosotros y no pretendemos que eso suceda. Al contrario, entre más variados sean los puntos de vista, más platillos habrá en el menú para la ciudadanía informada y, por ello, responsable.
La columna y yo estamos sinceramente convencidos que en lo que hacemos, no existe la imparcialidad. Sin excepciones, las opiniones (por eso se llaman opiniones) siempre hay un “sesgo”, en el mejor sentido del término.
Siendo así, no hay nada qué temer porque la sociedad oaxaqueña comienza a decantarse más rápidamente en su proceso hacia la madurez política, que tiene que ver preponderantemente con su interés por informarse lo más ampliamente posible y en base a ello tomar decisiones. ¿Cómo cuáles? Reproducir la opinión, rebatirla, retroalimentarla, generar una opinión propia y compartirla, votar, no votar, etc.
Sin sus lectores las opiniones publicadas no son nada. Y con las redes sociales son mucho más de lo que pudieran llegar a ser sin la máquina teletransportadora que es la internet.
2018 nos necesita a todos. Las opiniones publicadas generan democracia. Son uno de los ropajes que invisten a la democracia.
Por estas y muchas otras consideraciones, no quisimos dejar pasar desapercibida la fecha para agradecer a todas y todos cuantos nos honran con su lectura y desearles que el año que está por llegar esté colmado de felicidad, que es la palabra más grande que pude encontrar, para circunferir un centenar de buenos deseos.
La primera mitad de 2018 es eminentemente electoral. Por ello es que damos esta pequeña tregua a la temática habitual de LA X EN LA FRENTE. El siguiente fin de semana COMENZAMOS. Hay mucho qué analizar. Que inicie la cuenta regresiva y
FELIZ AÑO NUEVO!!!

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