Para muchos hoy es el Día de la libertad de expresión. Por lo mismo, es bueno preguntarse ¿qué es un periodista? Un periodista es aquella persona que le dice a la agente lo que ocurre sobre todo lo que pasa a nuestro alrededor.
¿Y qué es periodismo? Es lo que actúa entre la realidad y el lector. Sirve para tomar decisiones, para elegir con conocimiento de causa, para seguir viviendo, para saber opiniones de deportes, de libros, de arte …
El periodista es un representante para investigar y publicar todo lo que hay en la vida. Desde ese lugar toma notas, las publica en papel, en radio, en televisión, en páginas web, y en cualquier medio que le parezca importante. Eso es el periodista.
El periodista es un testigo que expone todo lo que ocurre, aunque algunos periodistas se consideran más importantes que la realidad. La realidad debe ser lo importante.
El periodismo debe estar al servicio público y debe estar ajeno a intereses políticos, económicos o de cualquier tipo.
El periodista debe ser leal a todos los ciudadanos. Debe ser independiente con respecto a aquellos de quienes informa. Eso es un periodista.
Si eso es un periodista, entonces, ¿qué hacían tantas gentes en el desayuno que el Gobernador Alejandro Murat ofreció con motivo Del día de la libertad de expresión?
¿Por qué el gobierno de Oaxaca presume celebrar este día, cuando muchos de los ahí reunidos no son periodistas?
Dicen, y es muy cierto, que en Oaxaca han proliferado los periodistas como una plaga. Pero ¿cuántos de ésos que se dicen ejercer el periodismo escriben o trabajan en algún medio?
¿Cuántos de ellos han evidenciado a los políticos corruptos, a líderes vendidos, o a aquellos que son delincuentes de cuello blanco?
Por desgracia, este gobierno de Oaxaca, desde sus primeros días pintó su raya sobre muchos de esos “periodistas” para enseñarles que pueden vivir a expensas del presupuesto, del obsequio oficial, del embute, del chayote. Así se le dice a los dineros que los malos políticos acostumbran dar para garantizarse un trato “de amigos”.
Lo peor, estos políticos oaxaqueños le dan, y le han dado a quienes ni escriben ni publican ni son periodistas. No entiendo por qué hacen eso. No sé por qué buscan blindaje en quienes no les garantizan nada.
Hace como 4 años más o menos, los diputados locales de Baja California, aprobaron el “chayote”, o lo que es lo mismo, la dádiva oficial a la prensa. Las autoridades de aquella entidad norteña optaron por este sistema al premiar a los periodistas sometidos, a los que nunca desenmascararon el poco o nulo oficio político de los gobernantes.
Ese “chayo” tenía un precio: no proteger a los medios cuando fueran agredidos. Para los diputados de Baja California, fue más importante entregar dinero a periodistas que hacer un programa de protección a los comunicadores.
Con esta experiencia vale preguntarse: ¿a dónde quiere llevar este gobierno a los periodistas?
Si el gobierno de Alejandro Murat cree que cualquiera puede ser “periodista”, tiene mucha razón, pero con la condición de que sea periodista.
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