La despedida de la novia del feeling: Ismael Ortiz Romero Cuevas

no me veras

Tener 88 años de edad y pensar en una gira de despedida para una carrera extraordinaria, solo puede ser idea de la grandiosa Omara Portuondo, aquella cantante cubana que tuvo sus orígenes interpretando algunas canciones conocidas como “estándares del jazz” al lado nada menos que de otro grande la música: César Portillo de la Luz y con José Antonio Méndez y Frank Emilio Flynn con quienes conformó el primer grupo al que perteneció más o menos a la mitad de la década del 40 y al que llamaron “Loquibamba Swing”.

Después, formó un cuarteto vocal junto a su hermana Haydée, Elena Burke y Moraima Secada, grupo al que llamaron “Las d’Aida” y que grabaron un solo disco para la compañía RCA Víctor. Con este cuarteto que formaron aproximadamente en 1952, Omara  y compañía compartieron escenario con Edith Piaf, Benny Moré, Pedro Vargas, Rita Montaner y fueron teloneras nada menos que de Nat King Cole cuando él se presentó en el legendario cabaret “Copacabana” en la isla de Cuba.

Hablar de la carrera de Omara en realidad nos llevaría un sinfín de letras, de anécdotas y de canciones, sin embargo, siempre se ha mantenido en activo al considerar que la música es parte de su vida y ha sido testigo fiel de acontecimientos musicales, culturales e históricos en todos los ámbitos. Como aquél de 1997, cuando al lado de enormes exponentes del son y más ritmos latinoamericanos, conformaron el grupo llamado “Buenavista Social Club”, en honor a aquél lugar donde muchos de ellos se reunían a cantar y bailar en sus años más gloriosos. En ese, año, el Buenavista (como lo conocimos de cariño) de verdad que enloqueció al mundo, presentándose en con su formación original en Amsterdam y Países Bajos, además de que se filmó un documental que fue nominado al Oscar en 1998. Y aunque la popularidad de muchos de los integrantes de esa formación original (Compay Segundo; Manuel “Puntillita” Licea; Ibrahim Ferrer; Rubén González y Pío Leyva) fue efímera por su pronto deceso, otros se mantuvieron activos hasta hace pocos años como Eliades Ochoa; Manuel “Guajiro” Mirabal; Ry Cooder; Papi Oviedo; Juan de Marcos González y obviamente, Omara, quizá la más popular de todos. Y lo es no porque fuera la voz principal de aquella agrupación que cautivó al planeta entero, sino porque su sentimiento al cantar, convierten cada trozo musical en una pieza llena de arte y sentimiento.

Y cuando, nadie esperábamos ya noticias de la admirada Portuondo por su avanzada edad, esta semana nos ha sorprendido con el anuncio de que hará una gira mundial (sí, de veras mundial) para despedirse ya definitivamente de los escenarios. Una decisión complicada sin lugar a dudas para alguien que considera la música, el jazz, el bolero y el son cubano parte de su vida. Porque ¿quién no ha experimentado sentimientos grandiosos escuchando a la gran diva cubana? A la diva del Buena Vista Social Club y a la intérprete que marcó una época y traspasó la barrera generacional, desde la época dorada del son cubano, boleros, cabaret, centros nocturnos, discos en acetato y discos compactos, hasta la progenie que escucha música en plataformas digitales. Omara Portuondo ha sido pieza fundamental en cualquiera quien se jacte de que le guste la música.

La novia del feeling, anuncia que su gira iniciará el próximo 19 de abril en Los Ángeles, California y tiene conciertos programados en Nueva York, Chicago, Holanda, Hungría, Singapur, Corea del Sur, Canadá y Francia, entre otros países, en algunos de los cuales se presentará por última vez. Para el mes de noviembre, tiene previstas actuaciones en América del Sur en escenarios de Argentina, Chile y Uruguay. La gira se extenderá además, hasta el año 2020, cuando la gran Omara esté a punto de llegar a los 90 años. Su repertorio estará conformado por canciones clásicas que ha interpretado a lo largo de más de 70 años de carrera, incluyendo los que cantó con Buena Vista Social Club. Con más de 30 discos en su haber y muchas colaboraciones grandiosas y casi históricas, el espectáculo llevará por nombre “Omara es Cuba” y se dice, tendrá una duración de más de dos horas.

Por todo lo que representa y por los años que vio pasar y que ella hizo suyos con su música, su canto y su sentimiento, no nos queda más que ofrecer un aplauso de pie esperando ser testigos del histórico adiós de una de las cantantes más queridas y legendarias de la música en español. De la gran Omara Portuondo.

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