Ha habido un debate intenso respecto al futuro incierto de la reforma educativa, aunque la realidad sigue siendo una sola: todas han sido promesas, pero ninguna ha venido acompañada de acciones o coordenadas concretas. El Presidente Electo ha reiterado su promesa de cancelarla; sin embargo, hasta el momento no hay luz alguna sobre cuál será el camino para cumplir su promesa. Mientras, la CNTE vela armas esperando el cumplimiento de su exigencia. El problema es que una reforma de tal magnitud no se deroga de la forma simplista con la que pretenden presionar al Presidente Electo y a Morena.
En efecto, la Coordinadora sigue con el dedo en el renglón respecto a la derogación inmediata de la reforma educativa. El fin de semana CNTE en la Ciudad de México lanzó una advertencia al Gobierno entrante de Andrés Manuel López Obrador. Integrantes de las secciones 9, 10, 11 y 60 de la CDMX apremiaron al Presidente Electo y a la bancada de Morena en el Congreso, a cancelar la reforma educativa en su totalidad.
De acuerdo con una nota del periódico Reforma, afuera de la oficina donde despacha López Obrador, quien no se encontraba en el lugar, Roberto Gómez, director Político de la Sección 9, afirmó que al nuevo Gobierno no le “conviene” iniciar funciones con un conflicto magisterial. Tras entregar un pliego de peticiones en el despacho de López Obrador, Gómez pidió a Morena en la Cámara de Diputados utilizar su mayoría absoluta para aprobar un punto de acuerdo en el que se exhorta a las autoridades a frenar la evaluación docente.
“No vamos a descansar hasta que la reforma educativa sea abrogada. ¿Qué les pedimos a las nuevas instancias? Que esto se lleve a cabo antes del 1 de diciembre. ¿Qué cosa le planteamos al nuevo Gobierno? Que no se eche la bronca encima, que se resuelva antes del 1 de diciembre, tienen tres meses los diputados (...) Yo creo que lo que le conviene a este nuevo Gobierno es que empiece a gobernar sin el problema magisterial”, señaló.
Luego de anunciar que hoy martes se discutiría un “punto de acuerdo” en la Cámara de Diputados federal para lograr la cancelación de la reforma educativa —cuestión que técnicamente resulta imposible de cumplir por la vía de un punto de acuerdo—, Gómez señaló que en la Cámara baja hay legisladores de Morena solidarios con la CNTE y que han participado en sus movilizaciones.
“Se va a llevar al Pleno, seguramente va a haber debate, pero nosotros esperamos que, así como votaron a favor de darle licencia al Gobernador de Chiapas (Manuel Velasco), también se tomen ellos el tiempecito para votar con la mayoría que ya tienen a favor de este punto de acuerdo, que plantea la suspensión de la evaluación educativa y punitiva en lo que respecta al ingreso, la promoción y la permanencia (...) Posteriormente, van a presentar otros puntos de acuerdo con temas específicos, como son la reinstalación de los compañeros cesados y para demandar la libertad de los compañeros presos; ésa es la dinámica que ellos plantean llevar a cabo”.
Esta postura, es la primera que constata el largo anuncio hecho con relación a que la CNTE asumiría una postura intolerante respecto a un tema sobre el cual no ha habido referencias aún de cómo sería abordado.
DEROGAR LA REFORMA, ¿CÓMO?
Los profesores de la CNTE hacían referencia a un punto de acuerdo. Aunque ésta, en realidad, es una herramienta del derecho parlamentario mediante la cual se eleva una petición, exigencia o posicionamiento de parte del Poder Legislativo ante los Poderes del Estado, Órganos constitucionalmente autónomos y entidades federativas, con el objeto de conminarlos a realizar o abstenerse de alguna conducta o cuestión administrativa.
Aunque ésta es una postura institucional que emana del Poder Legislativo, lo cierto es que los efectos de un punto de acuerdo carecen de cualquier evento vinculante, y mucho menos podría tener el efecto de un acto formalmente legislativo. Además, vale la pena considerar que la suspensión —acto parcial, administrativo— de la reforma educativa o al menos de la evaluación docente, tendría que ser una decisión tomada en conjunto por el Titular del Ejecutivo federal a través de la Secretaría de Educación Pública, y de un órgano constitucionalmente autónomo denominado “Instituto Nacional de Evaluación de la Educación”, y no del Legislativo, que carece de toda injerencia en los actos administrativos que recaen en el ámbito del Ejecutivo.
Ahora bien, vale también la pena considerar otra cuestión: la reforma educativa se encuentra establecida en la Constitución de la República. Sabemos que Morena tiene la mayoría en las dos cámaras integrantes del Poder Legislativo federal, y también cuenta con la mayoría en la mayoría de las Legislaturas estatales. Con ello, queda claro que no tendrían ningún problema en lograr la aprobación de una modificación al artículo tercero constitucional, incluso en el contexto del proceso dificultado de aprobación de una reforma constitucional. Más bien, el problema sería que conseguir una reforma de esa magnitud llevaría tiempo para que pasara por ambas cámaras, y luego fuera asimismo aprobado por 17 legislaturas locales. Por eso, aún en el caso de que hubiera voluntad a favor de la derogación de la reforma, no sería fácil que esto ocurriera en el plazo que se están proponiendo los integrantes de la Coordinadora.
De hecho, desde febrero la CNTE dejó clara su postura respecto a qué esperaba de la reforma educativa, y su destino frente al triunfo de AMLO. En aquel entonces, frente a la postura de AMLO de enviar una iniciativa abrogatoria al Congreso, dijeron: “Su acuerdo no convence a la CNTE puesto que en vez de establecer un decreto que abrogue la reforma educativa, plantea una iniciativa de ley, Obrador le deja la tarea al legislativo”, indicó la Coordinadora, en un comunicado.
¿Qué se puede esperar frente a la realidad? Que la esperada derogación de la reforma educativa no llegue ni sea tan rápida como pretende la Coordinadora, y que ese será uno de sus pretextos para mantener vivas sus protestas. Es un tema previsible.
DE MEDIOS Y COMPARECENCIAS
La semana pasada comparecieron en el Congreso los secretarios de Sinfra, Economía y algunos funcionarios más. De todos, el único que tuvo un resultado positivo en los medios fue Fabián Sebastián Herrera Villagómez. El diputado Dónovan Rito comentaba que le faltó muy poco para cortar oreja y rabo ante los diputados y ante los medios le fue muy bien porque fue el único que cumplió la encomienda de Comunicación Social de dar una conferencia de prensa al terminar la comparecencia. Los demás prefirieron evitar a los medios y el resultado fue bastante negativo. Muchos funcionarios no acaban de entender que es mejor hablar de frente en una conferencia organizada, que salir huyendo de los reporteros o una entrevista de banqueta multitudinaria dónde los riesgos son mucho más críticos.
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