Impunes “mirreyes”, complicidad y corrupción, la maldición de México || Alfredo Martínez de Aguilar

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* A diferencia de su homólogo de Morena en Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, se comprometió a aplicar la ley contra cuatro hidalguenses de los ocho presuntos agresores.

* Es de lamentar que la impunidad se haga extensiva a la Universidad Anáhuac, que solo suspendió a sus dos alumnos involucrados en la brutal agresión a Neto Calderón, mientras el Tecnológico de Monterrey expulsó a otros dos.

El agravamiento del proceso de descomposición social, ético, legal y moral, alcanza cotas inimaginables, cada vez más altas, desde la cobardía del anonimato o bien, de manera tumultuaria.

La causa es la pérdida del valor universal, del respeto a los demás en el hogar y la escuela, y la anarquía, como principal fuente de riqueza mal habida de gobernantes, funcionarios y políticos.

Puebla vive el drama, tragedia y condena a la brutal agresión de ocho “mirreyes” contra Neto Calderón, joven que reclamó y se defendió y a su acompañante tras haberles arrojado una cerveza.

En video se ve a un grupo de 8 jóvenes golpeando y pateando a Neto Calderón, quien ya se encontraba en el piso y fue hospitalizado con fractura de rostro y en peligro de perder un ojo.

Los “mirreyes” actuaron con todas las agravantes de la ley, premeditación, alevosía y ventaja, a pesar de lo cual siguen impunes sin que las autoridades poblanas respeten y hagan respetar la Ley.

No son los únicos cobardes que actúan tumultuariamente, lo hacen impunemente en Oaxaca los mototaxistas, taxistas e integrantes de los sindicatos de transportistas y los “porros” de la UABJO.

Sin hacer apología del delito, algunas víctimas deciden hacer justicia por propia mano por la creciente espiral de impunidad por complicidad y corrupción, convertida en la maldición de México.

El poder y dinero de sus padres, conocidos empresarios vinculados a políticos, protege y ampara como salvoconducto el probable homicidio en grado de tentativa de los ocho cobardes “mirreyes”.

En las redes circulan versiones que los jóvenes son hijos de personajes con poder político en Puebla, Pachuca e Hidalgo, por lo que se atribuye a esta razón para que no haya aún ningún detenido.

Presuntos agresores, son hijos de Adriana Flores Valencia, presidenta de la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias (AMAXME) en Hidalgo; y de Roberto Reyes Monzalvo, exfuncionario estatal.

Este último ha sido coordinador general del Centro de Control, Comando, Comunicaciones, Cómputo, Coordinación e Inteligencia (C5i) de Hidalgo, en la administración anterior de Omar Fayad.

Reyes Monzalvo fue subsecretario de Seguridad Pública del Gobierno de Hidalgo, director general de Policía Ministerial, director general de Servicios Periciales y agente del Ministerio Público.

El gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca declaró que “ninguna influencia, puesto público o posición social implica tener impunidad”, ya que 4 de los presuntos responsables son originarios del estado.

A diferencia de su homólogo de Morena en Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, Menchaca Salazar, se comprometió a aplicar la ley contra cuatro hidalguenses de los ocho presuntos agresores.

Es de lamentar que la impunidad se haga extensiva a la Universidad Anáhuac, Puebla, que solo suspendió a sus dos alumnos presuntamente involucrados en la brutal agresión a Neto Calderón.

Los dos primeros agresores que los ciudadanos identificaron son Luis Alberto y Francisco Rodolfo, estudiantes de la Universidad Anáhuac, Puebla, cuyas autoridades les protegen con la suspensión.

En una decisión aplaudida por mexicanos de todo el país, el Tecnológico de Monterrey, Puebla, marcó la abismal diferencia con la Anáhuac al expulsar definitivamente a dos de los presuntos agresores.

alfredo_daguilar@hotmail.com

director@revista-mujeres.com

@efektoaguila

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