* El desabasto de agua es millonario negocio de políticos, funcionarios y empresarios, al venderla en flotillas de pipas a los diversos órdenes de gobierno, hoteles, restaurantes y diversos negocios.
* Tras su advertencia, Beatriz denuncia que al unirse los ríos Atoyac y Salado en San Agustín de las Juntas, se convierte en una cloaca, cuyo olor fétido recibe a los visitantes. En la sequía del verano, es peor.
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Al igual que la desigual distribución de la riqueza económica, la escasez de agua en la capital oaxaqueña es una cara de la cruel desigualdad en el aprovechamiento de los recursos naturales.
El desabasto de agua es millonario negocio de políticos, funcionarios y empresarios, al venderla en flotillas de pipas a los diversos órdenes de gobierno, hoteles, restaurantes y negocios diversos.
Altamente privilegiada al estar ubicada entre cinco ríos, la creciente falta de agua en la Ciudad de Oaxaca, es un crimen anti natura, deja entrever la ambientalista Beatriz Esesarte Pesqueira.
En plena pandemia no hay agua para lavarnos las manos y menos en las colonias populares, lamenta. Padecemos de 20-25 días sin agua y es realmente estresante para todos, se duele.
“Estamos a punto de tener un estrés hídrico en la ciudad porque la demanda de agua es más alta que la oferta disponible y, si volteamos a ver cualquier fuente a su alrededor, está contaminada”.
Tras su advertencia, denuncia que al unirse los ríos Atoyac y Salado en San Agustín de las Juntas, se convierte en una cloaca, cuyo olor fétido recibe a los visitantes. En la sequía del verano, es peor.
A través de la Calzada de la República desembocamos las aguas contaminadas del río San Felipe en el río Salado, señala alarmada la presidenta de la asociación civil comunitaria Vive la Calzada.
Fraccionamientos residenciales completos, instituciones gubernamentales, privadas y educativas drenan sus aguas negras al lecho del río San Felipe, mediante 96 descargas geo localizadas.
Nada lo justifica porque los responsables no son ignorantes y cuentan con recursos económicos para evitarlo. Lo peor es que la residencia de un ex gobernador invadió la mitad del lecho del río.
Revela que cada año caen del cielo sobre la cuenca del río San Felipe 23 millones de litros de agua limpios y cristalinos, que dejamos ir al mar, contaminados, porque no hay nada que los retenga.
Ese caudal es más que suficiente para abastecer de agua de manera permanente al más de un millón de habitantes de la zona metropolitana, conformada por 25 municipios de Valles Centrales.
Podemos, incluso, construir una batería de presas bajo tierra para bastecernos de agua. Miguel Álvarez, especialista en el ramo ha estudiado la cuenca del río y ver la posibilidad de construirlas.
En 2017, CONAGUA propuso que vieran la Presa Rompepicos como una parte estratégica de la Cuenca Hidrográfica de San Felipe para poder retener el agua y abastecer de agua a la ciudad.
La pedagoga, creadora de la educación acuasomática que le llevó al Salón Internacional de la Fama de la Natación y en 2012 fue reconocida con el Premio Internacional Virginia Hunt Newman
Después de nueve años de investigación y organización comunitaria en Vive la Calzada, participa en la alianza por el Rescate de la Cuenca del Río San Felipe al igual que el movimiento social #UNO.
Necesitamos retomar la capacidad que tenemos en Oaxaca de trabajar de manera tradicional a nivel comunitario, dice, entrevistada en Detrás de la Noticia TV, por Regeneración Pluralidad.
“Desde niña vi que tenemos esa cultura y tradición y que fuimos perdiendo poco a poco por la influencia cultural externa recibida por años, y por nuestros propios problemas sociales”.
Asumirse responsables ha ayudado mucho a que los participantes en Vive la Calzada encuentren en esa responsabilidad que deben sanear el agua del río, porque da vida y la tienen que cuidar.
“Una constante es que la parte de atrás de las casas dan hacia la cuenca del río, es decir, damos la espalda al río, resulta increíble que ni cuenta nos dimos que lo hicimos en los últimos 50 años”.
Precisa que los objetivos de la alianza por el Rescate de la Cuenca del Río San Felipe son: Cooperar al abasto de agua en la ciudad, Sanear la cuenca, Cuidar el bosque, y Educarnos y Organizarnos.
Ha logrado motivar a participar a los vecinos de 48 colonias al comprender qué es lo que hacen como ciudadanos, a fin de colaborar con las autoridades en sus diversos órdenes de gobierno.
La Vocal de las organizaciones no gubernamentales en la Comisión de Cuenca de los ríos Atoyac y Salado aclara que “no somos autoridad, no es nuestro papel, sino simples colaboradores”.
Al empezar a trabajar un gran problema era el olor a caño en la zona de la Calzada Porfirio Díaz y en gran parte de la ciudad por la contaminación del río San Felipe y Blanco con aguas negras.
Con la Presidenta de la Colonia Díaz Ordaz, Arlette Escamilla hizo comunidad, recorrió el río y se dieron cuenta que era necesario sanear toda la cuenca por la contaminación de las aguas negras.
Creada en 2012 y constituida legalmente en 2013, Vive la Calzada geo localizó a ojo de buen cubero con la tecnología de Google Earth las descargas de aguas negras al río, hoy utilizan drones.
@efektoaguila
