¿En dónde está el gobierno?: Luis Murat

no me veras

El interregno entre los gobiernos de México, el que termina y el que se alista para renovar otro periodo de seis años, es demasiado largo para unos, y para otros es correcto.

Muy largo si tomamos en cuenta, que una vez terminadas las elecciones se inicia una metamorfosis entre los contendientes que obtuvieron las victorias y los que resultaron derrotados.

Los que serán gobierno, los que integrarán las cámaras legislativas, los magistrados y demás funcionarios que formarán los tres niveles de gobierno: el municipal, el estatal y el federal. Mismos que aprovechan, en su mayoría, el interregno de cuatro meses para integrarse, preparar y aprender lo que se necesita para que el periodo de transición, entre los que se van y los que llegan, sea positivo, pues iniciar tareas que se desconocen, requiere de aprendizajes dinámicos, fast track, dicen algunos.

En efecto, el gobierno que está por iniciar actividades el 1 de diciembre se está preparando en ese curso intensivo de transición gubernamental para continuar la brega que, por lo que estamos viviendo y presenciando todos los días, no será nada sencilla. El reto es enorme, si tomamos en cuenta, la cantidad de obstáculos que se han ido acumulando y los que a diario se descubren.

Uno de ellos, que preocupa más y más cada día, es el del huachicol, al que se le ha dejado de lado por parte de las autoridades municipales, estatales y federales; incluyendo algunos gobernadores, las Fuerzas Armadas y la Policía federal. Este asalto al país que se ha vuelto intocable debido a que no solo los ladrones de poca monta o campesinos sin tierras o desposeídos y sin trabajo intervienen en el delito de robo a la nación, no, por supuesto que no; porque el delito es propiciado con la protección de algunos funcionarios de Pemex que tienen a su cargo la distribución, la instalación la ubicación de los oleoductos, los que controlan las pipas cargadas de combustible y que, con toda impunidad, salen de las instalaciones petroleras sin facturas, sin autorizaciones porque no hay nadie que se atreva a detenerlos.

Los mismos atracos, con la misma impunidad sucede en los asaltos que cometen los piratas tripulando lanchas rápidas en el Golfo, precisamente, en la zona de Campeche, lugar donde las plataformas petroleras son presas de toda clase de asaltos, que van desde maquinaria de todo tipo, herramientas, energéticos y todo lo que sirva y se pueda vender.

Igual sucede en las carreteras del país, como son las de Puebla. Querétaro, Oaxaca, Michoacán, Hidalgo, Estado de Mexico, carreteras en donde largas filas de camionetas estacionadas al lado de los caminos y cargadas de combustible ofrecen al mejor postor gasolina barata ordeñada por los contrabandistas. Es fácil comprarla porque la Policía Federal no interviene, posiblemente porque ya ha sido comprada por los contrabandistas; la Marina tampoco interviene, y Campeche esta a merced de los piratas.

Estos delitos, que gozan de impunidad, continúan multiplicándose debido a que no solo hay complicidad de los contrabandistas con funcionarios de Pemex, sino también con los líderes sindicales de Pemex como es el caso de Carlos Romero Deschamps, cabeza del sindicato petrolero desde hace 22 años poco tiempo después de la caída en desgracia de Hernandez Galicia, la Quina.

Romero Deschamps fue acusado, el pasado mes de septiembre, en Salina Cruz, Oaxaca, por la disidencia sindical, de ser corrupto, de estar protegiendo al huachicol, de enriquecimiento ilícito, de secuestro, de tentativas de homicidio y las que resulten, por lo que pidieron “juicio político” en contra del controvertido líder sindical.

No pasó mucho tiempo después de esta andanada sindical contra Romero Deschamps, pues Rocío Nahle, próxima secretaria de Energía del gobierno que esta por iniciar, declaró que “No habrá un Quinazo” contra Carlos Romero Deschamps. No será objeto de una “cacería de brujas, como años atrás ocurrió con los líderes sindicales Joaquin Hernandez Galicia “la Quina” o Elba Esther Gordillo, ex líder del SNTE, que ya prepara su regreso a la organización sindical.”

Muchos y variados son los problemas que aquejan al país que, por momentos, parece haber tocado fondo ¿será?

Sin embargo, el vivir día a día la impunidad, la corrupción, los crímenes, los asesinatos, la justicia por propia mano como los linchamientos que son la barbarie en su máxima expresión, nos preguntamos: ¿Y donde esta el gobierno?

En ninguna parte debido a que en el interregno, largo o corto, nadie gobierna, en tanto que el país se debate en el vacío de leyes y a un paso de la anarquía.

@luis_murat

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