* La primavera mexicana de la Marea Rosa, impulsada por Poder Ciudadano, Frente Cívico Nacional y 80 organizaciones políticas y de la sociedad civil en Unid@s, busca perfeccionar la titubeante democracia en México.
* Poder Ciudadano y Frente Cívico Nacional promueven abatir el abstencionismo en la elección presidencial de 2024, a través de un candidato de oposición impulsado por elecciones primarias y un Gobierno de Coalición.
El despertar de la sociedad civil, su organización masiva y su participación en la defensa de la democracia y de las instituciones nacionales, no de personas ni de partidos, se asemeja a la primavera árabe.
La primavera mexicana de la Marea Rosa, impulsada por Poder Ciudadano, Frente Cívico Nacional y 80 organizaciones políticas y de la sociedad civil en Unid@s, busca perfeccionar la titubeante democracia.
A diferencia de la primavera árabe, la primavera mexicana de la Marea Rosa apuesta por un Gobierno de Coalición hacia la democracia de consenso, con elecciones primarias en los partidos de oposición.
Las primarias no violan la ley electoral, porque participarán ciudadanos que aspiran a la Presidencia y la convocatoria la hará la sociedad civil y no los partidos, regidos por la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales.
Se dialoga con organizaciones de la sociedad civil y los partidos políticos de oposición de la Alianza Va por México para apostar por la unidad con una candidatura legitimada en la elección presidencial.
En el diseño de la propuesta a consensuar el 24 de junio con los partidos trabajan expertos electorales encabezados por el ex presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Leonardo Valdés Zurita.
Participan expertos de reconocido prestigio como la expresidenta del Tribunal Electoral, María del Carmen Alanís, Federico Reyes Heroles, Marco Antonio Baños, Mariclaire Acosta y Rodrigo Morales.
El Frente Cívico Nacional conforma un Consejo Electoral Ciudadano, con exconsejeros electorales y especialistas, cuyo posible presidente podría ser Leonardo Valdés Zurita, ex titular del IFE en 2008-2014.
Los dirigentes nacionales del PAN, PRI y PRD darán a conocer su método de elección de candidata o candidato presidencial el 26 de junio dos días después de conocer la propuesta de elecciones primarias.
Por ello, participamos el fin de semana con Rebeca Cervantes, dirigente de Poder Ciudadano Oaxaca, como vocero y coordinador de #UNO en la reunión convocada por René Arce del Frente Cívico Nacional.
Por supervivencia de México como un Estado de Derecho Democrático es indispensable cerrar filas ante los vicios del mismo guión, la cargada, las adulaciones, la misma coreografía, lo mismo de siempre.
Cuesta mucho esfuerzo y décadas de trabajo construir ciudadanía y lograr consolidar un sistema democrático, sin embargo, este puede acabarse de manera autoritaria en un abrir y cerrar de ojos.
Ciertamente, los problemas de la democracia se deben resolver en México con más democracia y respeto al Estado de Derecho, a la Constitución General de la República y a las leyes que de esta emanen.
Pasamos del gobierno dividido al presidencialismo débil e ineficiente y al actual presidencialismo de facultades metaconstitucionales renovadas, hegemónico, populista, autoritario e ineficiente.
El Gobierno de Coalición es una propuesta y una apuesta política hacia una democracia de consenso en México, que reduce el poder presidencial en función de la ley y del consenso ciudadano mayoritario.
Ello requiere pasar con madurez y civilidad de las alianzas y coaliciones de los partidos de oposición a la coalición de gobierno con un programa de gobierno interpartidista común plenamente consensuado.
El Gobierno de Coalición no modifica el modelo constitucional presidencial mexicano, pues no afecta significativamente las relaciones entre los Poderes Ejecutivo y Legislativo y respeta al Poder Judicial.
Por esto mismo, la Ley y el Convenio deben funcionar para asegurar la permanencia y la eficacia del Gobierno de Coalición. Es categórico que sin respaldo popular no puede haber Gobierno de Coalición.
Incluso con una mala ley y un mal gobierno, el blindaje solo funcionará si los partidos coaligados triunfantes tienen mayoría en ambas cámaras federales y asumen plenamente la política de consenso.
La posibilidad de este escenario deriva de un Gobierno de Coalición al pasar del actual presidencialismo con facultades metaconstitucionales renovadas al presidencialismo con matices parlamentarios.
@efektoaguila