Aunque no ha habido un pronunciamiento formal, en los hechos el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 de López Obrador rompela planeación neoliberal iniciada por Carlos Salinas de Gortari con el Plan Global de Desarrollo 1980-1982 y regresael modelo de crecimiento al populismo Echeverría-López Portillo.
En 1977 López Portillo enfrentó una crisisde gabinete porque su secretario de Hacienda, Julio Rodolfo Moctezuma, y su secretario de Programación y Presupuesto, Carlos Tello Macías, le presentaron dosopciones de desarrollo: el primero a partir de la condicionalidad impuesta por el FMIy el segundo en el escenario de la economía progresistade Estado. Los dos salieron del gabinete, el segundo titular de la SPP tampoco entregó un plan y López Portillo designó en 1979 a Miguel de la Madrid como tercertitular de la nueva dependencia que había sido creada apenas en 1977 y con el mandatode un plan de desarrollo.
El PGD redactado por Salinas de Gortari delineó el contenidoneoliberal de los planes sexenales de De la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto. El Plan de López Obrador se parece mucho a la propuesta de desarrollo de Carlos Tello Macías en 1977. El Plan Global salinista dio por terminadoel modelo social de la Revolución Mexicana, asumió los trespilares ideológicos del PAN –bien común, solidarismo y Estado subsidiario– y consolidó el pensamiento de la estabilizaciónmacroeconómica por encima de la economía social del Estado populista mexicano.
De 1980 (año de presentación del PGD) a las elecciones del 2018, el PRI asumió el modeloneoliberal como propio, luego de que el salinismo echódel PRI a los cardenistas progresistas en 1987 que querían una elección abierta de la candidatura presidencial. Los dos gobiernos panistas mantuvieronen enfoque neoliberal con dos de los principales personerosdel neoliberalismo: Francisco Gil Díaz, quien fue el jefe de los Chicago boysneoliberales desde 1976 en el Banco de México y en el ITAM, y Agustín Carstens, quien aterrizó en la Secretaría de Hacienda del gobierno de Calderón procedentedirectamente de la subgerencia general –número dos en la jerarquía– del Fondo Monetario Internacional. Zedillo había ganadoal impedir la victoria del populista Francisco Labastida y avalado a Fox: la continuidadneoliberal se dio en Hacienda.
El éxito del PND de López Obrador nodepende de su contenido doctrinario, filosófico y político, ni de las metas por sí mismas que carecen de sustento técnico, sino de la definiciónprogramática de un nuevo modelo de desarrollo nacional, porque el de la Revolución Mexicana es imposiblede reconstruir y el neoliberal está desautorizado por su promoción de 80% de mexicanos viviendo con una a cinco carenciassociales.
El nuevo modelo de desarrollo requiere de una reorganización totalde los instrumentos de la economía y el desarrollo; el primero errorestratégico ha consistido en mantener la continuidad del Tratado de Comercio Libre porque el modelo de desarrollo asociado es el exportadory nada tuvo que ver con la reconversión industrial. El TCL fue la clavedel modelo neoliberal salinista y dejó un modelo de desarrollo que promovió una mayor consolidación de una plutocraciadepredadora, tasas de PIB de 2% y pobreza del 70% de los mexicanos.
Para lograruna tasa de PIB de 4%-6% que tiene como meta el gobierno de López Obrador, se requiere justamente de un nuevomodelo de desarrollo que permita crecer más, distribuir mejor y nogenerar presiones inflacionarias y devaluatorias. El actual modelo de desarrollo que es el anteriory seguirá vigente y no puede crecer más de 3% sin reventar en inflaciones los cuellos de botella. El aumento de salario mínimo hace crecer la demanda, pero de poco servirá si no hay un incremento correlativo de la oferta de bienes y servicios productivos sin generar inflaciones.
Los planes de desarrollo han servido para controlarexpectativas y para refrendar el mismo modelo de desarrollo. Pero toda propuesta de otro modelo de desarrollo exige cuando menos un esfuerzo de reorganizaciónde la totalidad de la política del desarrollo mexicano. Esa nueva oferta estuvo en los planes de López Portillo, De la Madrid y Salinas, pero nose ve el nuevo modelo de desarrollo en el PND de López Obrador.
Demócratas en pugna. La carrera presidencial 2020 está hundiendo a los demócratas en disputas divisorias, lo que beneficia a la candidatura republicana de Donald Trump. Los dos candidatos punteros son Joe Biden, vicepresidente de Obama, y el senador Bernie Sandersque se presenta como socialistaen la sede del capitalismo depredador. Por ahora todo indica que Hillary Clintonesta descartada, aunque tiene un capital político que va a negociar con Biden. Los demócratas ya están fragmentados porque hay ya una corriente política anti establishment que no apoyaría a Biden, pero por sus ideas que rompen con la estructura de las alianzas de poder tampoco garantizarían el voto imperial.
Política para dummies: La política es la historia que siempre regresa, porque no hay nada nuevo bajo el sol.