Los mares y océanos cubren aproximadamente dos terceras partes de la superficie de la Tierra y son sitios clave para la vida, debido a que en estas áreas se desarrollan importantes funciones como: la generación de más de la mitad del oxígeno del planeta, resguardo de entre 50 y 80% de la riqueza biológica mundial, la producción de especies pesqueras, turismo, comercio, fuente de energías alternas o importancia cultural para las poblaciones costeras.
A pesar de ello, los mares y océanos han sido impactados severamente por las actividades humanas, dando lugar a diversas problemáticas, tales como:
- contaminación por residuos, azolves, aguas residuales domésticas e industriales, derrames petroleros o accidentes químicos, mismos que reducen gravemente la calidad ambiental de estos sitios y traen como consecuencia la extinción de especies y afectaciones a zonas costeras.
- Los efectos del cambio climático, entre los cuales se encuentra la muerte de especies que sólo toleran rangos determinados de temperatura, como los corales; aunado a la acidificación de mares por excesiva absorción de carbono y la modificación de corrientes marinas que provocan fenómenos meteorológicos inesperados.
- La sobre explotación de recursos como pesquerías a gran escala, que representa una grave amenaza para la supervivencia de especies de importancia comercial o en peligro de extinción, tales como la vaquita marina.
- La extracción de recursos como el petróleo y minerales, que representan un alto riesgo para la fragilidad de los ecosistemas marinos.
Nuestra Entidad cuenta con características geográficas únicas que promueven la existencia de recursos marinos privilegiados, pesquerías de especies con alto valor comercial, zonas con oleaje apto para deportes acuáticos, atractivos turísticos y alta productividad agrícola. Todo ello, debe ser objeto de un compromiso serio de protección y conservación, por parte de la sociedad en general, la cual tendrá que ser sensible respecto de la interdependencia que existe con los ecosistemas marinos con quienes habitamos las zonas terrestres, lo cual amerita comprender que nuestra vida y actividades productivas están fuertemente ligadas a la dinámica climática del planeta y por ende, a la salud de los mares y océanos, que involucra desde luego, los ciclos de lluvia; por lo que debemos incorporar a nuestras decisiones diarias, el interés por el cuidado y protección de la riqueza del medio marino.
A pesar de que gran parte de las atribuciones del cuidado de zonas costeras y marinas corresponden al orden federal, es urgente establecer esfuerzos coordinados entre éste y los gobiernos estatal y locales, además de la participación activa de la sociedad civil, para la implementación de estrategias tendentes a la protección y conservación de zonas costeras que incidan en la preservación de los mares y océanos, tales como:
- Ejecución de programas de ordenamiento territorial existentes y participación en la formulación de programas similares de tipo marino, pesquero y turístico.
- Promover la protección y el manejo sustentable de cuencas, para garantizar la calidad ambiental de los recursos que desembocan en el mar.
- Control de la contaminación, especialmente de residuos sólidos municipales, derrames en zonas industriales o residuos de insumos agrícolas con alto potencial contaminante.
- Concientización entre la población nativa respecto del uso racional de recursos pesqueros.
- Acciones de vigilancia respecto de la normatividad aplicable, para fortalecer esquemas de pesca responsable.
- Regulación de cambios de uso de suelo en destinos turísticos del Estado, para promover la conservación de zonas prioritarias para la estabilidad ambiental como los manglares.
Como legisladora, y consciente de la importancia de las zonas costeras para el bienestar del estado de Oaxaca, reafirmo mi compromiso para promover la vinculación entre el Gobierno Federal, Estatal y Municipal, y entre éstos y la sociedad civil, así como promover iniciativas que prioricen la conservación y aprovechamiento sustentable de estas zonas. Ahora es cuando, tomar conciencia de la importancia de los mares y océanos, para la vida en el planeta.