El 3 de octubre de 2013 se instala, en el Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca, la Sala Constitucional que hoy me toca integrar como magistrado.
Al Tribunal se le conoce y se le identifica por la revisión que hacemos los magistrados de las sentencias de nuestros compañeros jueces de primera instancia a petición de una o de ambas partes en litigio.
Las famosas apelaciones llegan a las salas penales, a las civiles o a la familiar, y son esas las materias de las que todo mundo habla en el mundo del litigio.
Pero el Tribunal tiene, desde hace 10 años, una Sala Constitucional que funciona separadamente como sala penal.
De la Sala Constitucional pocos hablan y son las nuevas generaciones de abogados, educadas ya en el nuevo paradigma de los derechos humanos que representó la gran reforma constitucional federal de 2011, las que comienzan hoy en Oaxaca a estudiar el Constitucionalismo Local y su órgano jurisdiccional: la Sala Constitucional del TSJO.
Y es que en las nuevas concepciones del Estado, la democracia y el derecho, la justicia constitucional juega un papel fundamental que de la teoría permea cada vez más en la práctica. Me explico:
Justicia Constitucional implica que las decisiones de todo órgano del estado (desde los gobernantes hasta los más modestos burócratas, pasando por legisladores, policías y en general toda figura de autoridad) estén sin excepciones apegadas a lo que marcan las Constituciones.
Así podemos hablar de un Constitucionalismo Federal y un Constitucionalismo Local. De este último forman parte las instituciones y los procedimientos exclusivos a cada estado de nuestro país y Oaxaca claramente no es la excepción.
La Sala Constitucional es la encargada, por mandato Constitucional, de garantizar que efectivamente todos los actos de autoridad estén supeditados a la Constitución oaxaqueña.
En una frase, la Sala Constitucional se encarga de que por encima de la Constitución no haya nada ni nadie: ninguna autoridad, ninguna ley, ninguna orden, decisión o determinación de ningún representante del Estado.
Guardando las debidas proporciones, la Sala Constitucional realiza en Oaxaca el trabajo que a nivel nacional realiza la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Hace el trabajo de un “Tribunal” Constitucional.
Para ello está, por mandato constitucional, facultada para conocer de acciones de inconstitucionalidad contra leyes locales que se estimen contrarias a la Constitución de Oaxaca, Controversias Constitucionales para dirimir conflictos de competencia entre poderes u órganos del estado, entre el orden estatal y el municipal de gobierno y entre los propios municipios, y Juicios para la Protección de los Derechos Humanos que tienen por objeto hacer que se cumplan coactivamente las recomendaciones emitidas por la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca.
Y es este último medio de control constitucional propio y original de Oaxaca. No existe con esa naturaleza en ningún otro estado del país.
Cuando mis alumnos me preguntan cuál es la rama más importante del derecho, desde mi óptica y mi experiencia, no dudo en responder que el Derecho Constitucional.
Pero tenemos un vicio de origen en nuestro sistema de enseñanza del derecho. Solo se enseña el Derechos Constitucional Federal y se ignora olímpicamente el Derecho Constitucional Local, el Oaxaqueño pues.
Y lo más representativo de nuestro constitucionalismo oaxaqueño, además de un catálogo de Derechos humanos que no están reconocidos en nuestra Constitución Federal, es la justicia y la jurisdicción constitucional local: La Sala Constitucional del Tribunal Superior de Justicia y los Medios de Control que esta conoce.
Hay mucha tela de donde cortar para la investigación y la cátedra. Y ahora que he sido invitado al Comité de Investigación Judicial de nuestra Escuela Judicial de Oaxaca, continuaremos con sangre nueva la cruzada para hacerle justicia a nuestro constitucionalismo local.
Están invitados todos quienes quieran ser parte una nueva historia constitucional de Oaxaca.
*Magistrado de la Sala Constitucional y Cuarta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca