En un reciente estudio titulado “Ninis en América Latina, 20 millones de jóvenes en busca de oportunidades”, el Banco Mundial encontró que en México ha crecido el muy persistentemente problema de los jóvenes que ni estudian ni trabajan (ninis), lo que podría relacionarse con el crimen organizado y la violencia. Según el Banco Mundial, en México este fenómeno se presenta por tres causas: 1. Un incremento en la proporción de ninis hombres; 2. La falta de oportunidades laborales para los jóvenes, y 3. Un incremento en el mercado ilegal que hizo que el crimen organizado demandara más trabajadores. Basándose en datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, el estudio halló que entre 2008 y 2013, cuando se triplicaron las tasas de homicidio en México, existió una correlación positiva y significativa entre los ninis y las tasas de homicidios en los estados fronterizos con Estados Unidos.
Hoy el perfil del nini mexicano y de la región latinoamericana es la de un joven de entre 19 y 24 años de edad, que vive en las ciudades y no terminó el bachillerato. Normalmente, la deserción escolar temprana lo lleva a esa condición seguida del desempleo. El estudio señala que: “Al abandonar la escuela antes de terminar el bachillerato los jóvenes por lo general carecen de las habilidades necesarias para conseguir un trabajo en el sector formal”, por ende, se conforman con empleos temporales e inestables en el sector informal. Y cuando pierden estos puestos de trabajo, nunca regresan a la escuela. Un aspecto a destacar es que dos tercios de la población nini de la región son mujeres, que enfrentan factores de riesgo como el matrimonio a temprana edad y el embarazo durante la adolescencia.
El Banco Mundial recomienda que en México se combinen sistemas de detección temprana para identificar a los jóvenes en riesgo de abandonar la escuela. Asimismo, señala que: “Algunos programas de capacitación y de emprendimiento con diseños innovadores y basados en evidencia, junto con servicios públicos de empleo, pueden mejorar la empleabilidad de los jóvenes”.
Esta semana fuimos sede de la XXIV Reunión Nacional de los Institutos de Capacitación para el Trabajo, que por primera vez se realizó en Oaxaca con la concurrencia de 30 estados de la República. Fue una oportunidad extraordinaria para conocer a colegas de todo el país que están encaminando esfuerzos para que la capacitación y certificación de competencias laborales contribuyan a convertir a México en un país más próspero. La escala del evento fue nacional, pero para nosotros tuvo un significado especial ser sede porque aquí, con la visión del Gobernador Alejandro Murat estamos construyendo un Oaxaca Productivo e Innovador, como lo establece el Plan Estatal de Desarrollo 2016-2022 en su cuarto eje.
En su discurso, el Gobernador del Estado afirmó que a través de los ICAT se ha ido generando un ecosistema que a partir del capital humano mejor capacitado pueda autoemplearse y emprender sus propios negocios. Con ello se está convirtiendo a una nueva generación en “Sisis”, sí a la capacitación y sí al empleo. El Gobernador de Oaxaca conoce la importancia que tiene promover que cada persona cuente con las herramientas para salir adelante, y por ello desde el inicio de su administración estableció una nueva alianza con el sector empresarial. No solo eso, fortaleció al Icapet y creó el Instituto Oaxaqueño del Emprendedor para avanzar juntos en un solo frente que fomente el ecosistema productivo al que se refirió en su intervención. En Oaxaca tenemos las dos palancas para brindarle a quienes no estudian ni trabajan nuevas oportunidades para salir adelante. ¿Por qué es importante avanzar en las dos vertientes? Justamente porque las competencias laborales no son un estándar local. Con ellas no solo podemos mejorar las oportunidades de quienes buscan emplearse formalmente en Oaxaca, sino que también permiten generar un estándar de competencia en función de otras latitudes del mundo.
Que el capital humano sea competente fue una prioridad de países asiáticos como Japón y Corea del Sur, cuyos niveles de crecimiento nos asombran, pero que prepararon a su gente para hacerle frente a los retos del futuro. Una vez mi amigo Martín Mathus, que dirige Inviértete en Oaxaca, me dijo que en algunas solicitudes de empleo de otros países, ya no te preguntan cuántos idiomas dominas, sino cuántos lenguajes de programación sabes utilizar. Ante esta realidad internacional basada en la competitividad para ocupar puestos laborales, la capacitación adquiere una nueva dimensión.
Durante los últimos días comprobé que es cierta la frase con la que comencé mi discurso del miércoles pasado. Steve Jobs decía que por encima de todo debes encontrar lo que amas hacer ya que el trabajo va a llenar gran parte de tu vida. Y la única forma de estar realmente satisfecho es hacer lo que consideren que es un trabajo genial. Y la única forma de tener un trabajo genial es amar lo que hacen. Hoy en Oaxaca estamos haciendo de la capacitación para la productividad y el trabajo un arma que empodere a los jóvenes ninis y transforme su vida, que empodere a las mujeres, que ayude a nuestros hermanos indígenas y a todos los que deseen realizar sus sueños sin esperar que alguien más haga por ellos lo que ya saben y pueden hacer.
*Director General del ICAPET Oaxaca