Parte IV
“Retirar a los Estados Unidos del Acuerdo de París es una acción imprudente e indefendible”.
Al Gore.
Un movimiento previamente cantado estremeció al mundo en días pasados, Donald Trump confirmó la salida de los E.E.U.U. de los acuerdos de parís, una decisión que no extraña ya que aquél país no se ha caracterizado por su solidaridad con el mundo y el medio ambiente, la firma de dichos acuerdos habían significado para el planeta un gran avance por la voluntad política de Barack Obama y con ello la posibilidad de una gran inversión económica en el combate de los efectos del cambio climático y el cuidado del medio ambiente.
Muchos Estados, personajes y organizaciones han generado una ola de críticas en contra de la decisión de Trump y es justo, pues uno de los dos países con mayor índice de emisión de Gases de Efecto Invernadero en el mundo no quiere ayudar a limpiar su cochinero. Serán los demás países –Los que no contaminan en los mismos niveles- los encargados de seguir combatiendo contra la porquería que día a día soltamos en nuestro aire, agua y suelo.
Si en casa tuviéramos un hermano que además de ser uno de los que mayor dinero gana, el más conflictivo y el que más ensucia, se niega a colaborar en la economía, a mantener la paz y en la limpieza del hogar, aun sabiendo que a la postre eso significaría la muerte de todos, ¿no sería molesto para todos los demás?; bueno, pues eso es precisamente lo que sucede.
Me ha dado mucho gusto ver y oír a mucha gente hablando de la gravedad y consecuencias de la decisión del personaje de marras, esta discusión es sana. El cambio climático merece gran parte de nuestras charlas e ideas. Pero debemos focalizarnos, no es la decisión absurda y retrógrada de Trump lo que nos debe ocupar, sin duda los demás Estados tomarán decisiones y acciones para subsanarla, además, el cargo de Presidente en E.E.U.U. no es eterno, afortunadamente sólo dura cuatro años.
En los asuntos de medio ambiente y cambio climático las decisiones que están tomando los Estados han nacido como iniciativas de la sociedad civil, la comunidad científica que ha estudiado las causas y efectos de nuestra huella; los núcleos poblacionales y organizaciones ambientales que han presenciado, padecido y defendido al planeta y sus habitantes ante el embate de este fenómeno. La eclosión del conocimiento de este apocalíptico asunto encuentra su base precisamente en estos sectores y somos nosotros quienes debemos ser el motor que siga impulsando acciones en beneficio de nuestro hogar.
Este es un tema que se ha discutido muchísimo, no solo ahora que se reubico en la agenda de los medios internacionales, al menos eso debemos agradecerle a Trump, en todos lados encontramos información de acciones y medidas que debemos tomar. Considero, no obstante, que nuestra atención se debe centrar en qué el mensaje no está llegando de manera clara a los ciudadanos, no hemos encontrado la forma de que los mismos ciudadanos podamos colaborar en desacelerar el calentamiento, en disminuir nuestra huella, reducir nuestro consumo y nuestros excesos, reeducarnos. Por supuesto que los Gobiernos deben invertir mucho mayor presupuesto en educación ambiental que tenga como objeto reeditar la conducta humana en relación con su entorno, pero de una forma clara el éxito depende de a cuántos y de qué forma llegue el mensaje. Somos nosotros mismos quienes debemos generar el conocimiento, generar un gran activismo, amplificar acciones que provoquen un nuevo comportamiento a partir de la reingeniería del hogar.
En el próximo artículo compartiré con ustedes algunas cosas que podemos ir desarrollando desde casa para reducir nuestra marca en el planeta, porque aunque no me crea nuestras actividades cotidianas son realmente impactantes, para ello también le compartiré datos.
Mientras llega la siguiente entrega le pido que piense usted si quiere solamente dejar en el Gobierno el futuro de sus hijos. Contemple que es hora de que saquemos de nuestra mente la arcaica frase de lograr “un mejor mundo para nuestros hijos” por la de “conservar un mundo para nuestros hijos”.
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