Sonriente, amable y con la mejor actitud, la psicóloga Claudia Margarita Díaz Ortiz inicia su jornada laboral en el departamento de Selección y Contratación de la Secretaría de Administración.
Como lo ha hecho desde hace más de una década, al marcar el reloj cuarto para las 10 de la mañana, “Clau” -como le dicen de cariño- toma su portafolio y se traslada a la sala de exámenes, ahí le espera el grupo de aspirantes a formar parte del Gobierno del Estado.
“Me gusta mucho lo que hago. En el área en la que estoy, he conocido a hombres y mujeres que me han brindado experiencia como psicóloga, sobre el trato que debo emplear con cada persona, siempre conservando mis valores y vocación”, platica mientras realiza una valoración visual de las mujeres y hombres que ahí se localizan.
Claudia define sus 12 años como servidora pública en la Secretaría de Administración, como un aprendizaje constante y la renovación diaria del amor a la profesión, pues ha tenido la oportunidad de crecer y desarrollarse profesional y personalmente.
Mientras recorre la sala, mantiene un semblante sonriente y amable. Es paciente al resolver las dudas de los participantes y los ayuda a alejar el nerviosismo para obtener el mejor resultado.
Consciente de la importancia de su labor, se toma el tiempo para la calificación de exámenes. Sus conclusiones podrían determinar o no la contratación de una persona.
“En la elaboración de los dictámenes que se entregan, soy precisa y exacta. Doy un valor y miró en conjunto a la persona, sustentándolo con bases. Estos escritos requieren de mucha responsabilidad y objetividad, porque el mínimo error tiene consecuencias”, detalló.
Confesó que como servidora pública, ha tenido que enfrentar dificultades como la evaluación a un gran número de personas, quienes tienen diferentes características y algunos son más amables, accesibles y empáticos que otros, por lo que tengo que saber cómo actuar y trabajar para evaluar de forma eficaz.
Desde sus 27 años, Díaz Ortiz se ha dedicado a realizar cabalmente sus funciones con pasión y cariño, al mismo tiempo que ha equilibrado el cuidado de sus hijos de 8 y 14 años, así como la relación con su esposo. “Les hago saber a ellos que me gusta mi trabajo y lo que desempeño, sin embargo están primero que cualquier situación”, confesó.
Clau relata que inicia su jornada de actividades junto a su esposo desde las 6:00 de la mañana, preparando el desayuno de sus hijos para llevarlos a la escuela. Minutos más tarde, emprende el camino a Ciudad Administrativa, para rotarse con sus compañeras y compañeros el grupo de aspirantes a evaluar.
Explicó que durante el tiempo libre busca momentos de paz y esparcimiento que le permitan mantener la energía y entrega en todas las actividades de su vida.
“Me motivo todos los días, reconociendo mis capacidades, alentando mis metas con la convicción de que amo lo que hago y mi satisfacción es la recompensa al esfuerzo diario”, puntualizó.