AMLO: qué quiere, qué no quiere; pero qué podrá y qué no podrá: Carlos Ramírez

no me veras

Los cinco meses de interregno, los tres meses de ejercicio legislativo de su mayoría y su primer mes de gobierno han definidoya el perfil real del sexenio de gobierno de Andrés Manuel López Obrador en un dilema:

Si logró asimilarlos deseos de cambio de sistema político de una mayoría de mexicanos que se desencantaron de la política priísta de 1970 a 2000, del panismo 2000-2012 y de la nueva oportunidad para el PRI en el 2012-2018, el López Obrador empoderado ha consolidado ya su propioproyecto de nación basado en una síntesisneoclásica –lo viejo y lo nuevo– del PRI populista cardenista, del PRI presidencialista de Alemán a Echeverría y del neoliberalismo económico salinista.

El bono político de las elecciones perdiótasa de interés en el mercado social de apoyos-rechazos básicamente por el modelo de reorganización del Estado, porque nose ha tratado de rehacer para mejorar sino para desplazara la clase gobernante del priísmo-panismo 1976-2018 y sustituirla por una amorfa neoburocraciamorenista. Los burócratas que han logrado sobrevivir tuvieron que sacrificarsalarios, nivel de vida e ideas y afiliarse a Morena.

El problema del proyectopolítico sexenal-transexenal de López Obrador radica en las leyes del desarrollo de las contradicciones políticas: el populismo asistencialista basado en el consumono logra configurar un nuevo modelo de desarrollo que incida sobre la oferta y la maquinaria productiva; por tanto, depende de los ingresosy éstos serán limitados por la relación circulante-inflación y sus efectos devaluatorios.

Pero notodo se localiza en el limitado alcance discursivo y no programático de su proyecto, sino en que le ha faltadopensamiento estratégico. El quiebre de modelo decidido por Carlos Salinas en 1983 tuvo una masade pensamiento intelectual económico, político, social y geoestratégico, encabezado por Joseph-Marie Córdoba Montoya en lo económico, Manuel Camacho Solís en lo político, Luis Donaldo Colosio en lo social, Rogelio Montemayor en lo programáticoy el propio Salinas en lo geoestratégico. Asimismo, construyó su superestructurapolítica con intelectuales orgánicos.

López Obrador aparece solitarioen el escenario del poder-gobierno-burocracia y administra sus propuestas en las caóticas, impreparadas y sin concierto programático conferencias de prensa matutinas. Su modelo económico, político, social y estratégico carecede una estructura intelectual, a pesar de que a lo largo de su lucha por el poder presidencial –1988-2018– fue sumandointelectuales críticos. La crisis en Hacienda por la negativade Gerardo Esquivel a profundizar gasto social sin ingreso la resolvió sustituyendo a su subsecretario que lo acompañó de años y poniendo otro más dócil.

Antes de entrar al debate del contenidodel proyecto lopezobradorista y su viabilidad determinada por la dinámica de las relaciones sociales de producción y el acotamiento del modelo de estabilidadmacroeconómica neoliberal que durará todo el sexenio, la parte más significativadel lopezobradorismo del 1 de julio de 2018 al 2 de enero de 2019 se ha centrado en la estructurade colaboradores. Lo de menos es ver a Manuel Bartlett Díaz del 1988 y copatrocinadordel modelo neoliberal salinista ahora denostando al neoliberalismo. Lo importante es que todos los priístas sumados a amloísmo-morenista norepresentan un nuevo pensamiento político estratégico.

La verdadera luchadel proyecto lopezobradorista se dará en la economía, no en la funcionalidad del poder para cancelar un aeropuerto, imponer un presidente aliado en la Suprema Corte o gobernar a base de consultas –antes era vía decretos o facultades extraordinarias, como Benito Juárez–; el desafíolo presentó en 1977 Carlos Tello Macías y en 1981 el mismo Tello y Rolando Cordera: construirun modelo de desarrollo integral alternativoal neoliberal que había prefigurado Salinas de Gortari vía Miguel de la Madrid en 1979-1980 con el Plan Global de Desarrollo como quiebrade enfoque económico del populismo al mercado.

Sin una reflexiónteórica sobre el nuevo modelo, el saldo del primer año será el de gasto social improductivo, presiones de inflación-devaluación y PIB menor a 2%, en medio de presionessociales por nuevos sectores incorporados a la demanda y sectores marginados del desarrollo. Ahí se verá que la reactivación de la economía será imposiblesin un acuerdo productivo con los sectores empresariales e inversionistas nacionales y extranjeros porque el Estado careceráde capacidad económica para inversión productiva y tendrá menoscon la carga financiera de proyectos cancelados que de todos modos tendrán que pagarse.

El problemadel populismo radica en su funcionamiento vía discurso estimulante y gasto social improductivo, cuando en la realidad los gobiernos se legitimancon estabilidad, bienestar y desarrollo. La crisis estará incubándoseen un sistema/régimen/Estado que ya no funciona y un proyecto personal que depende de la voluntad de una sola persona.

Política para dummies: La política es, al final del día, el arte del poder, aunque algunos la practican a machetazos.

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@carlosramirezh

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