En el ring de boxeo, cada movimiento y golpe cuenta y puede marcar una gran diferencia en el resultado final del combate. De manera similar, en el inicio de la nueva administración estatal, cada decisión y acción que se tomen pueden tener un impacto duradero en el estado y sus habitantes.
Cumplidos los primeros 100 días como gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz está en la esquina del ring, observando detenidamente los avances que se han obtenido y preparando estrategias para el resto de su administración. Este es un momento de toma de decisiones importantes y el establecimiento de objetivos claros.
Estos primeros días pueden compararse con los primeros tres rounds de un encuentro de boxeo, en los que, aunque parezca un baile cauteloso entre los combatientes, mientras miden el alcance, velocidad y técnicas, ya se puede vislumbrar hacia dónde se dirige el encuentro.
El éxito depende de la capacidad del líder o boxeador para leer y adaptarse al oponente, lo cual comienza a relucir. Este es un momento para ser astuto, estratégico, valiente y requiere una combinación de habilidad, paciencia, coraje y que su círculo más cercano de colaboradores sepulte sus aspiraciones individuales, respondiendo a la agenda de Jara Cruz, para lograr la victoria final: mejorar las condiciones en el estado y las vidas de las miles de familias oaxaqueñas que lo eligieron en las urnas el año pasado.
Desde la apertura de informes puntuales a través de conferencias semanales, conferencias temáticas y visitas directas a los afectados que en el pasado no habían sido escuchados, se ha demostrado que hay una disposición para mejorar el futuro inmediato de Oaxaca.
Este primer tramo, lamentablemente, también ha enfrentado obstáculos y desafíos que han hecho que se cierren filas y se continúe con el plan principal de la denominada Primavera Oaxaqueña, que busca transformar la historia.
Quienes ahora se han sumado como "críticos del régimen" desde la grada, cuando en el pasado sumaron poco o nada para la transformación del estado, sólo han contribuido a aumentar el clima de polarización que no ayuda en nada a esta entidad federativa, sin embargo el mensaje ha sido puntual: Oaxaca es la prioridad.
Como todo cambio en la vida, los resultados finales aún no son evidentes, sin embargo como oaxaqueño espero que por el bien del estado los planes que se tienen marcados vayan por buen camino; Oaxaca necesita de ese cambio que hoy ya parece permear en territorio.
Como alguna vez el más grande del boxeo, Muhammad Ali, dijera “La pelea se gana o se pierde lejos de los testigos, detrás de las líneas, en el gimnasio y en el camino; mucho antes de bailar bajo esas luces. Piensa bien de todo, sé paciente con todos y trata de encontrar lo bueno en todos.”
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