Se han convertido en la burla de muchos y también han causado la lástima de otros tantos. Encerrados en un corral no mayor de cinco metros permanecen los caprinos y un burro que forma parte del nacimiento monumental del Zócalo de la Ciudad.
En ocasiones muy contadas se han visto a trabajadores dar agua y alimento. Las moscas y el olor comienzan a permear sobre todo al medio día, los rayos del sol caen prácticamente en la zona.
Algunos visitantes consideraron que era inecesaio colocar colocar estos animalitos en el nacimiento toda vez que los han sacado de su hábitat y bajo condiciones "pauperrimas".
"No era necesario exponerlos así", manifestó una mujer quien dijo sólo se burlan de ellos sobre todo del burro "para muchos puede ser divertido jalarle las orejas y la cola incluso ironizar sobre él".
Quienes se han quejado son también quienes expenden alimentos debido a que las moscas y el olor no son agradables para sus comensales, sobre todo en la zona del portal de las Flores..
Aunque dijeron no estar en contra de este tipo de actividades, señalaron que los encargados deben de aplicar medidas necesarias no sólo para evitar esta situación sino que además cuidar la integridad de los animales, ya que también son seres vivos.
Carina García
