“La casa del Panal”, así es conocida la nueva vivienda de la señora Teresa Guzmán Antonio, la cual por su peculiar diseño causa admiración al sobresalir 4 domos que dan la figura de un panal de abejas.
“Me pareció muy bonita, a toda la gente le gusta, es muy fresca la casa, todos pasan y se quieren tomar una foto con ella”, sonriente narró doña Teresa, mujer zapoteca de 58 años de edad, quien fue una de las beneficiadas con este proyecto de casa que construyó un grupo de profesionistas mexicanos, quienes radican fuera del país y pertenecen al colectivo Red Global MX.
Teresa Guzmán relata que su anterior casa era una construcción muy antigua, por lo que durante el sismo del 7 de septiembre de 2017 ésta colapsó.
“Estaba yo durmiendo, desperté y pensé que era mi presión la que me hacía ver que se movían las cosas, pero debido a la intensidad me di cuenta que estaba temblando, como pude salí porque estaba yo sola, apenas logre ir al patio cuando la casa se cayó”.
Por varios días ella y uno de sus hermanos que vive cerca, pernoctaron en la calle, recibiendo despensas por parte del Ejército, sin embargo nunca se imaginó que la ayuda para reconstruir su casa iba a llegar justo ahí.
“Las personas que llegaron me contaron que vieron en las noticias que aquí en Ixtaltepec el terremoto dejó muchos daños en las casas y que uno de ellos dijo; vamos al Istmo para ayudar a esa señora… y vinieron, me dijeron… ¿gusta una casita?, nosotros la apoyamos”, sonriente relataba lo acontecido.
Fue así como inicio el proyecto para la construcción de esta primer casa con la técnica de “Eco-domos”, capaz de resistir un sismo de hasta nueve grados, ya que ésta hace que las ondas sísmicas sean equilibradas al no contar con esquinas, además que sus paredes tienen un grosor de 40 centímetros.
“Me dijeron que mi casa es muy segura y que va a tardar mucho… ha estado temblando todavía y no truena”, dijo doña Teresa Guzmán.
“Me han preguntado, señora ¿quién se la hizo?... yo nada más les contesto; es de otra nación”, y efectivamente, el creador de esta técnica es de origen iraní, cuyo secreto de la solidez de la misma es porque fue hecha con cal y lodo vertidos en sacos, los cuales se fueron acumulando y apisonando, además de una cimentación que evita el daño en la estructura.
La casa cuenta con un domo central de 5 metros de diámetro que funge como sala comedor, otro de 4 metros para una habitación y otros dos de 3.5 metros que son para la cocina y el sanitario.
Debido al encarecimiento de la mano de obra y materiales, el presupuesto para la casa se elevó, sin embargo el propósito de este grupo de mexicanos era apoyar a las familias afectadas.
“El Gobierno me apoyó con 120 mil pesos, pero no me alcanzó… gracias a Dios, las personas que la hicieron me dijeron que no me iba a costar más, que ellos iban a poner el resto”, manifestó Teresa.
Iniciativas como estas y acciones de autoconstrucción con asesoría de instancias gubernamentales para tal fin, han logrado que las mil 623 personas afectadas con pérdida total en sus viviendas por el sismo en Ixtaltepec presenten avances en la reconstrucción considerables.