A un año y 10 meses del asesinato de Tomás Martínez Pinacho, integrantes del Frente Popular Revolucionario (FPR) y organizaciones sociales, protestaron en el zócalo de la ciudad para exigir el esclarecimiento del caso.
"El día de hoy se cumplen 22 meses del cobarde asesinato de nuestro camarada el cual ha sido un crimen de Estado. Nuestro camarada luchó por mejores condiciones de vida para los pueblos de la Sierra Sur; siempre solidario, impulsó las actividades en apoyo al magisterio, por la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa y la lucha de los pueblos que se oponen a las mineras", exprés Macario Otalo Padilla, dirigente del FPR.
Refirió que al asesinato Tomás Martínez, le siguió el asesinato de Manuel Cartas, el 3 de septiembre del año pasado, su único delito fue ponerse al frente de la lucha por tierra y vivienda digna para los trabajadores de Huatulco.
También, denunció el asesinato que de Aurora Palacios en el municipio de Jalapa de Díaz. Todos estos hechos son orquestados por la burguesía y su aparato de Estado que, a sangre y fuego, de manera criminal, pretenden callar las voces que organizan y luchan al lado de los pueblos.
Agregó que a estos hechos se suma el asesinato de Pedro Vásquez del Consejo de Comunidades Indígenas de la Región Loxicha y Sierra Sur, la falta de avances en la pacificación en la zona Triqui, la falta de justicia en casos como el de Huazantlan y Nochixtlán, la no presentación con vida del joven René Alejandro y de Modesto Patolzin; así también se mantienen presos William García y Fredy García.
De tal forma precisó que la violencia y crimen en Oaxaca y el país son producto y esencia de la descomposición del sistema capitalista, pues los ricos de ella viven y así sostienen sus ganancias, argumento Macario Otalo.
"Estamos frente a un escenario en el que, desde el poder político, autoridades de distintos niveles de gobierno utilizan variadas formas para coaccionar e intimidar la organización popular, con el objetivo de sacar adelante sus negocios particulares, avanzar en sus megaproyectos, hacerse de los recursos naturales y generar mayor explotación a la clase trabajadora; utilizan grupos paramilitares disfrazados de crimen organizado para sostener sus intereses de clase, volviéndolo un instrumento de agresión o actúan de común acuerdo con ella", puntualizó el dirigente del FPR.
Diana Méndez