El Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) reveló que Estados Unidos sólo tiene en su territorio a una de las 9 fábricas o empresas más avanzadas del mundo, a las que llama “faros”, en tanto que han incorporado a sus procesos de producción la innovación y la tecnología de última generación de la llamada cuarta revolución industrial y que lo mismo pertenecen a los sectores farmacéutico, automotriz o electrónico que al de bienes de consumo e incluso de paquetería. En cambio, China concentra 3 de estas empresas y las restantes 5 se distribuyen en distintos países de Europa.
“La cuarta revolución industrial es real. Estos centros tienen entre 20 y 50 por ciento más rendimiento en su producción”, aseveró Enno de Boer, socio y director global de manufactura en McKinsey & Company la cual colabora con el WEF.
La organización analizó más de mil fábricas del mundo que han tenido éxito con el uso de tecnologías de última generación en su producción, generando un impacto financiero y operativo, pero al mismo tiempo “manteniendo los seres humanos en el centro de la innovación”.
Concluyó que las más avanzadas no se localizan en Estados Unidos, pese a que algunas nacieron en ese país, como Procter and Gamble (P&G) y Johnson and Johnson, sino en Asia y Europa, aunque aclaró que ésta región ha tenido problemas para producir su propio gigante de internet pero “sigue siendo una fuente de poder cuando se trata de la aplicación de tecnología avanzada para la fabricación”. Los otros faros son Bayer, Siemens, Haier, UPS, Phoenix Contact, Bosch Automotive y Schneider Electric.
El WEF pretende que esa red inicial de 9 faros sirvan de ejemplo para otras empresas del mundo y el lanzamiento al respecto lo hará durante su 12 Foro Anual de los Nuevos Campeones, a realizarse del 18 al 20 de septiembre de 2018, en Tianjin, China, a la que asistirán 2 mil líderes empresariales, dirigentes políticos y expertos de 80 naciones.
La organización advirtió que las economías avanzadas y emergentes enfrentan problemas para invertir en tecnologías avanzadas -- como el análisis de grandes datos, inteligencia artificial o la impresión en 3D-- para la construcción de esos “faros” pues más del 70 por ciento de las empresas que lo hacen no desarrollan los proyectos más allá de su fase piloto debido a estrategias de aplicación que no tienen éxito.
Así que logró que los nueve faros que catalogó como los más exitosos concedieran compartir sus conocimientos y experiencia con otras empresas, para ayudarles en el aprendizaje y la adopción de las nueva tecnologías.
“La identificación de los mejores sitios de fabricación en el mundo no sólo es necesaria, sino que responde a la necesidad declarada del futuro de la comunidad de producción para acelerar la adopción y difusión de la tecnología de cuarta revolución industrial. El siguiente paso es permitir que los faros de tomar un papel de liderazgo en el desarrollo del ecosistema de la producción total de cosechar realmente los beneficios que esperamos”, declaró Helena Leurent, integrante del comité ejecutivo del WEF.
Entre los nueve faros identificados por el WEF se incluyen la empresa químico – farmacéutica Bayer de origen alemán, localizada en Garbagnate, Italia, que ha logrado una reducción del 25 por ciento en sus costos de mantenimiento y entre 30 y 40 por ciento de ganancias por la eficiencia operativa gracias al uso de los datos que genera.
Johnson & Johnson - Depuy Synthes, ubicada en Cork, Irlanda, también dedicadas a los productos de cuidado personal y de ortopedia disminuyó en 10 por ciento sus costos de operación y en 5 por ciento el tiempo de inactividad de sus máquinas mediante el uso del internet de las cosas.
Procter & Gamble, ubicada en Rakona, dentro de la República Checa, que fabrica diversos artículos para la higiene y cuidado personal y del hogar como jabones, toallas femeninas, pañales, papel higiénico o detergentes, tiene un sistema de “agilidad en la producción” y sólo con apretar un botón cambia instántaneamente el artículo que se fabrique en las líneas de producción, con lo cual bajó en 20 por ciento los costos y disparó en 160 por ciento la producción.
En tanto Schneider Electric, ubicada en Vaudreuil, Francia, logró reducir en un 10 por ciento los costos de energía y en un 30 por ciento los de mantenimiento al compartir conocimientos y mejores prácticas en la materia en todas sus áreas.
A su vez, la empresa Phoenix Contact, en Bad Pyrmont y Blomberg, Alemania, que fabrica componentes y sistemas electrónicos y eléctricos, creó copias digitales con las especificaciones de cada cliente, como una herramienta digital, y con ello logró disminuir en 30 por ciento el tiempo de producción que empleaba en reparaciones o reemplazos de piezas.
También forma parte de ese selecto grupo la empresa alemana Bosch Automotive, ubicada en Wuxi, China, que fabrica autopartes, herramientas y productos para la industria de construcción, e implementó una plataforma de personalización de productos para predecir las necesidades de mantenimiento antes de que ocurran, con lo cual optimizó sus niveles de competitividad.
Con el uso de inteligencia artificial y tecnologías enfocadas en sus clientes, otra empresa china,
Haier, dedicada a electrodomésticos y aire acondicionado, personalizó sus productos mediante una plataforma.
La alemana Siemens Industrial Automation Products, en Chengdu, China, utiliza las tecnologías 3D, la de realidad aumentada y otras para optimizar la cadena de producción simulada a fin de perfeccionar el diseño y el funcionamiento de su fábrica, con lo cual los empleados ayudaron a aumentar la producción en un 300 por ciento y la reducción del tiempo de ciclo.
La empresa de paquetería UPS, en Chicago, Estados Unidos, ha impulsado la instalación de centros de impresión en 3D en el mundo con análisis de fabricación en tiempo real por la demanda de los consumidores de productos en tiempo real.
Fuente: jornada.com