Las causas fundamentales de la descapitalización de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO) están en la falta de una reforma a su sistema de pensiones, afirma el Contralor de la institución educativa más grande e importante de la entidad, Hilarino Aragón Matías.
Por ello, el también catedrático universitario define como necesario y urgente “implementar una reforma que modifique las condiciones, montos y requisitos de las pensiones para la generación afiliada, sin afectar a los pensionados y a los trabajadores en activo que tengan derechos adquiridos”.
En entrevista, precisa que el objetivo es “encontrar soluciones al problema de la seguridad social que garanticen al mismo tiempo los derechos de los trabajadores, la viabilidad del fondo, la preservación de la fuente de trabajo y el equilibrio de las finanzas públicas”.
Contador Público Certificado de profesión, Aragón Matías puntualiza que la reforma al sistema de pensiones debe considerar por lo menos cinco factores: Incremento en la esperanza de vida, baja en la tasa de crecimiento de nuevos trabajadores, rediseño del sueldo regulador, así como aportaciones de las y los trabajadores para tener pensiones dinámicas.
¿Cómo opera el sistema de pensiones de la UABJO?
--El actual sistema otorga pensiones a trabajadores con 30 años de servicio para los hombres y 28 para las mujeres, sin importar la edad, equivalentes al 100 por ciento del último salario base, más la prima de antigüedad. Las pensiones son vitalicias y no se transmiten a beneficiarios.
--Es importante mencionar que las y los trabajadores NO aportan al sistema de pensiones, por lo que éstas son subsidiadas por el gasto corriente de la Universidad. Además, no existen otros beneficios como invalidez, incapacidad, viudez.
¿Por qué las y los trabajadores no aportan al sistema de pensiones y cuál es su propuesta al respecto?
--Desde su concepción, los ingresos que recibe el sistema de pensiones son menores a los egresos, ya que no se reciben aportaciones de los trabajadores, y la diferencia para cubrir los beneficios que ofrece se toman del gasto corriente de la Universidad como subsidio a dicho fondo.
--De acuerdo con un estudio actuarial, hasta diciembre de 2016 se contaba con una reserva de 110 millones 635 mil 365.28 pesos, generados por los subsidios federales y universitarios, que resultan insuficientes para hacer frente a las obligaciones por concepto de pensiones a las y los trabajadores.
--Por ello, la aportación necesaria para hacer afrontar estas obligaciones es de 73.26 por ciento del sueldo base, más la prima de antigüedad, del personal activo.
¿Por qué aumentar el concepto de “esperanza de vida” en las pensiones?
--A mediados del siglo XX la esperanza de vida alcanzaba los 50 años de edad, por lo que resultaba lógico otorgar pensiones a los 30 años de servicio, pues los pocos trabajadores que llegaban a jubilarse tenían una pequeña expectativa de vida a partir de la fecha de jubilación. Además, la calidad de vida a los 50 años de edad no permitía estar en condiciones para trabajar.
--Sin embargo, en la actualidad la expectativa de vida supera los 75 años de edad; es decir, se recibe pensión durante más años que los que se encuentra activo.
¿También reducir la tasa de crecimiento de nuevos trabajadores?
--La pirámide poblacional se ha modificado y continuará en esa tendencia, de manera que habrá menos trabajadores jóvenes en activo y más personas en edad avanzada disfrutando de una pensión.
--Esto hace menos viable la solidaridad intergeneracional debido a que las reservas generadas por la actual generación de trabajadores se han consumido en pagar pensiones de nuestros ancianos (anteriormente de 50 años) y ya no son suficientes para hacer frente a las erogaciones por concepto de seguridad social, lo cual agrava considerablemente las finanzas de la UABJO, que requiere de subsidios crecientes.
¿Cómo quedaría el sueldo regulador?
--En la Universidad, las pensiones se calculan con base en el último salario, pero si un trabajador contratado con una sola plaza consigue doble plaza antes de su jubilación, se le otorga la pensión sobre un salario muy superior al promedio recibido durante su vida laboral.
--Además, existen incentivos como el hecho de que cuando un trabajador o trabajadora se jubila deja de hacer aportaciones a la seguridad social, paga menos impuestos y evita la cuota sindical, entre otros.
--Esto implica que en muchos casos el o la pensionada recibe mayores ingresos netos que un trabajador en activo, por lo que les conviene más estar jubilados que trabajando y ello hace que los activos se jubilen más rápido, pero incrementan la nómina en perjuicio de los escasos recursos de la UABJO.
¿Y las aportaciones?
--Si aportáramos a un sistema de pensiones el 20 por ciento de nuestro salario durante 30 años, al final juntaríamos seis años de sueldo y con eso haríamos frente al pago de la pensión durante 30 años.
--Sin embargo, lo que sucede es que cuando el trabajador se jubila se acaba los seis años de sueldo que juntó y después sigue con lo del compañero que viene detrás, pero cuando llega el turno de los demás atrás resulta que ya no hay dinero en el fondo porque se descapitalizó por pagar las pensiones de los que llegaron primero.
¿Qué pasos debe seguir la UABJO para concretar la reforma a su sistema de pensiones?
--Los temas materia de análisis, discusión y reforma son: Garantizar el financiamiento futuro de la seguridad social mediante el equilibrio financiero, además de reformar la estructura de beneficios del sistema para responder a la realidad social, epidemiológica y demográfica de la Universidad.
¿Cuáles son las propuestas concretas para las y los derechohabientes?
--Para la generación de pensionados y jubilados actuales, no será posible establecer modificación alguna.
--Para las y los trabajadores en activo será necesario diseñar un sistema de transición del esquema vigente al reformado.
-- Para las nuevas generaciones, quienes ingresen a partir del inicio de la reforma, las modificaciones de alto impacto se implementarán de manera directa, a fin de crear un nuevo sistema que sea financieramente sano.