Marko Cortés, el presidente nacional del Partido Acción Nacional, contador y administrador de profesión, podría haber tenido una carrera alternativa como diseñador de modas, sin ofender al gremio, porque se le da de maravilla confeccionar trajes a medida en un abrir y cerrar de ojos.
Mirando hacia el enfrentamiento electoral que se avecina en 2024, en el Movimiento de Regeneración Nacional, a menos que ocurra una hecatombe, Claudia será la candidata. Mientras tanto, en el Partido de la Revolución Institucional, muchos y muchas guapos han levantado la mano para ser elegidos. Alito, como siempre, se auto proclamó el aspirante único. En el blanquiazul, Markito con K ha dejado bien claro que el nombre de su candidato comienza con Santiago y termina en Creel.
Hace apenas una semana, Marko revelaría que en Acción Nacional, los aspirantes que busquen la candidatura dentro del manto Panista deberán tener al menos el 1% de firmas de apoyo en el padrón electoral de 17 entidades, contar con un reconocimiento del 40% y una intención de voto del 15%, además de presentar un proyecto de trabajo y un posicionamiento. Todo esto con el objetivo de garantizar que la candidatura más competitiva encabece el proyecto y que quienes aspiren a la Presidencia de la República tengan un mínimo de conocimiento social y apoyo popular.
¡Vaya requisitos!, según el propio presidente blanquiazul.
Lo anterior parece un chiste de muy mal gusto si consideramos también la declaración de Cortes, en la que insta a "salir a las calles, mercados y plazas para escuchar de viva voz el sentir de la gente y ganarse su apoyo", dando por hecho que todas y todos sus correligionarios son igual que él, sólo espectadores desde una nube y desde su privilegio..
Pero volvamos a lo de "trajes a medida". ¿Por qué ese término? Bueno, aunque hayan muchas personas que levantan la mano y se mueren por una oportunidad como esta, la verdad es que, según los expertos en el tema, el proceso interno de selección del PAN costaría la nada despreciable suma de 30 millones de pesos.
Y ¿quién es el único con la infraestructura y el respaldo económico para hacerlo? Así es, Santiago Creel. Sin embargo, parece que no es su momento, aunque Marko se empeñe en ello.
Creel Miranda ha sido uno de los personajes más recurrentes en los procesos de cambio nacional dentro del círculo rojo mexicano. Sin embargo, su presencia siempre ha sido en un papel de pivote, negociador y conciliador, más que como una figura protagónica. Tal vez en un profundo examen de conciencia en el blanquiazul se den cuenta de que no tienen a nadie lo suficientemente posicionado para conectar con una oposición de a pie que no encuentra refugio ni en el PRI, ni en el PAN, y mucho menos en el PRD.
Al igual que Alito, Marko Cortés tendrá que dar un paso atrás en 2024, salvar la franquicia y prepararse para el siguiente proceso electoral. Como él mismo ha dicho, es hora de "salir a la calle", reconstruir las bases y, como diría el gran Manuel Gómez Morín, grabar en su frente el mantra "hay que mover las almas", si realmente quieren lograr algo.
Incluso el papel de Creel Miranda como segundo al mando en una elección presidencial no sería tan descabellado. Sin embargo, una vez más, le han vendido espejitos a Creel haciéndole creer que por sí solo podría ganar una elección, frente a candidatos mejor posicionados dentro de su propio partido, como Xóchitl Galvez, Mauricio Vila, Mauricio Kuri o Lily Téllez.
En fin, solo nos queda esperar para ver quién será seleccionado, ya que según el acuerdo de la alianza "Va x México", le corresponde al PAN elegir las candidaturas en este 2024, incluyendo la candidatura a la presidencia de la república. Aunque debo admitir, me parece un autogol.
PD: En un espíritu de transparencia y para contrastar los datos, consulté el Registro Nacional de Militantes (https://www.rnm.mx/Padron), y resulta que el PAN no hace público y transparente el número de sus militantes y simpatizantes. ¡Así cómo vamos a saberlo!
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