México es el país en el que estar en una sala de espera en urgencias puede ser desesperante. Y esa desesperación se mide por minutos.
En los servicios de salud a cargo de gobiernos estatales, pueden tardar hasta 56.7 minutos en prestar el servicio de urgencias, y en los del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), 51 minutos.
Estos datos contrastan con las marcas de otras instituciones, como las privadas (12.7 minutos de espera, como máximo) o las de universidades (13.2 minutos).
Así lo afirma el Estudio Diagnóstico del Derecho a la Salud 2018, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
El reporte mide cuál es el grado de cumplimiento de este derecho en el país.
Un médico y un enfermero por 500 habitantes
La puesta en práctica del derecho a la salud implica proveer atención médica de calidad, y tiempos de espera de casi una hora para emergencias no es un buen indicador.
La calidad requiere inversión, y en esto México está rezagado en comparación con la media de la OCDE. Si la media de gasto total en salud de los países miembros de la organización es del 9%, en México es de 5.8%.
Los recursos disponibles afectan al personal al servicio de la salud de los mexicanos. En 2015, se contaba con una media de 2.4 médicos por cada 1,000 habitantes y 2.8 enfermeras por cada 1,000 habitantes. En la OCDE, el promedio era de 9.
Pero a pesar de los recursos públicos invertidos en la salud de la población, el estudio del Coneval afirma que la carga financiera que implica preservar la salud se concentra en los hogares, es decir, los servicios de salud se financian con gasto privado.
En concreto, las familias asumieron el 41.4% del gasto en salud de 2016, en contraste con el 6.5% del que financió el aseguramiento privado.
“Esto revela la limitada capacidad de respuesta del sistema de salud para proporcionar cobertura efectiva en términos de financiamiento”, afirma el Coneval en el diagnóstico publicado este jueves.
El país de los 20 millones sin opción a servicios de salud
Saber quién asume el gasto que implica mantenerse saludable es calve para entender que en México el número de personas afiliadas se redujo un 22.9% entre 2008 y 2016. Esto es así por el aumento de personas con menores ingresos que se afiliaron al Seguro Popular: en 2016, se trató del 79.7% de la población con menores ingresos.
A pesar de ello, ese año aún había 19.1 millones de personas sin acceso a servicios de salud en México, aproximadamente la población de Chile.
Los efectos de la desatención médica de prevención y primaria se ha notado, por ejemplo, en el hecho de que el número de muertes por diabetes mellitus tipo II se ha casi duplicado en 15 años: de 47.2 muertes por cada 100,000 habitantes en el año 2000, a 86.
La mortalidad por este tipo de diabetes destaca porque la mellitus tipo II es “la principal causa de muerte entre la enfermedades prevenibles y evitables sensibles a atención primaria”, afirma el Coneval.
¿Cómo mejorar?
El Coneval hace una serie de recomendaciones para que el derecho a la salud no sea sólo una frase escrita en la Constitución mexicana.
Entre otros, afirma que los debería haber más vinculación y cooperación entre las diferentes instituciones que proveen servicios de salud.
También, ir de un sistema que priorice la atención curativa a uno orientado a las actividades de prevención y promoción.
Forbes