La cultura del esfuerzo sólo puede entenderse cuando está arraigada en uno mismo, cuando te ha dado frutos y aprendizajes. Ese es el caso de Humberto Gómez De la Rosa, colaborador de la Secretaría de Administración, deportista y estudiante de maestría.
Para Humberto existe total claridad en sus objetivos y la determinación para lograrlos. Hace un año inició la maestría en Administración Pública, asumiendo el reto de cumplir con su labor en el servicio público y continuar sus aspiraciones personales.
“Cada persona elige en qué o en quién quiere convertirse”, asegura contundente mientras platica de sus actividades rutinarias. Desde que inicia el día y acude a ejercitarse; su labor en Ciudad Administrativa; sus responsabilidades académicas por las tardes y a veces las noches, a lo cual le agrega el extra que implica el cumplimiento de las obligaciones familiares.
Actualmente, Humberto se desempeña en la Unidad de Modernización Administrativa. Ahí participa en el desarrollo de procesos de mejora de la Gestión Pública. Su capacidad y conocimientos han sido preponderantes en esta tarea que tiene como fin ofrecer a la población una atención más productiva y ágil.
Sobresale su mesura y la humildad que muestra al relacionarse con su equipo de trabajo, a quienes reconoce por sus logros personales y experiencia. El compañerismo recibido ha sido clave para impulsar a Humberto y facilitar la satisfacción de sus metas.
“Suele ser difícil en algunos momentos, pero tampoco es imposible. Recojo el ejemplo de varios de mis compañeros que tienen mucha más trayectoria, mucha experiencia en la administración pública. Trato de recoger lo mejor de cada uno de ellos, son personas de quienes puedes aprender y con quienes pueden contar”.
La disciplina forma parte de la vida de Humberto desde muy pequeño. A los 10 años inició la práctica del karate, manteniéndola durante 13 años hasta llegar al nivel cinta negra primer Dan.
El karate también le ha dado satisfacciones, enseñanzas y glorias, entre ellas, tuvo la oportunidad de representar a su universidad y a Oaxaca a nivel nacional durante un encuentro de instituciones de nivel superior en el estado de Yucatán.
Aunque decidió poner en pausa la práctica del karate mientras concluye sus estudios de posgrado, valora los resultados que obtendrá posteriormente, pues considera el esfuerzo como la base de todo logro. “Estoy dispuesto a pagar el precio de algunas otras cosas que por ahora no puedo hacer, requiere sacrificio, pero es recompensado al final”, confía.
Humberto considera cada paso y decisión en su vida como algo gratificante. Ha adquirido sabiduría y el carácter necesario para avanzar hasta lograr sus objetivos y convertirse en la persona que ha elegido ser.
“Me da gusto poder combinar el servicio a mi estado, tal vez desde un principio en el tatami y ahora en el escritorio, pero estoy convencido que en cierta medida estoy cumpliendo con una deuda que todos tenemos con el lugar donde nacimos”, puntualizó.