Este 28 de octubre, Jair Bolsonaro, “un lunático neo-Hitlerista” y fundamentalista evangélico, podría ganar las elecciones para la presidencia de Brasil, lamenta el experto Paulo Sérgio Pinheiro.
El especialista advierte que, además de los peligros de caer en una política neofascista, Brasil podría tener “un retroceso catastrófico” en todo lo que tiene que ver con la promoción, la protección y el goce de los derechos humanos.
“Yo veo que la ascensión de Bolsonaro tiene unos puntos de contacto con Hitler y nadie lo va a controlar cuando sea elegido (…) y tener un presidente neofascista en América del Sur va a ser complicado y peligroso para el mundo”, advirtió Pinheiro en entrevista con Proceso.
“Yo creo que Brasil tendrá un retroceso catastrófico de la política de Estado de derechos humanos, y esa política de Estado que todos los gobiernos democráticos anteriores confirmaron, irá a parar a la basura, va a ser completamente anulada y ese será un desastre interno e internacional”, remarcó Pinheiro, actual presidente de la Comisión de Investigación de la ONU para Siria.
Pinheiro comentó que justo estaba leyendo en las páginas del diario israelí Haaretz que en su editorial alerta sobre la llegada de un Hitler al gobierno de Brasilia, con los evangélicos estadounidenses y la teoría política nazi detrás de Bolsonaro.
El diario israelí de corte independiente sostiene que el candidato que está a punto de llegar a la presidencia de Brasil es una rara mezcla entre la geopolítica neofascista, el nacionalismo del supremacista Steve Bannon, el odio por el colectivo LGBT del telepredicador Pat Robertson y la mano dura del presidente ruso Vladimir Putin.
Pinheiro, nacido en Río de Janeiro en 1944, con una larga trayectoria en el sistema de la ONU en misiones a Argentina, Chile, Perú, Paraguay, Haití, Burundi, Togo y Myanmar, no es ajeno a la política de su país. Se desempeñó como secretario federal de Estado por los Derechos Humanos durante la presidencia de Fernando Henrique Cardoso, y de 2012 a 2014 fue elegido como coordinador y miembro de la Comisión Nacional de la Verdad, entre otros cargos.
A pesar de que los resultados de las encuestas dan como ganador a Bolsonaro , el jurista brasileño todavía abriga esperanzas de que el candidato del Partido del Trabajo (PT), Fernando Haddad, pueda ganar. “Hay muchos rumores, pero lo que es lamentable es el odio que ha generado esta elección y, sobre todo, el hecho de que se haya llegado hasta aquí y que una buena parte del pueblo brasileño apoye a un candidato neofascista”.
Cómo llegó Brasil a este punto de inflexión
Al preguntar a Pinheiro cómo es que el pueblo brasileño se dejó guiar hasta aquí con el discurso de odio de Bolsonaro, el experto en derechos humanos consideró que una de las razones es que la transición democrática no fue capaz de cumplir con algunos puntos primordiales.
Primero, detalló, el sistema de seguridad de la policía sigue siendo el mismo que en tiempo de la dictadura, son unos 300 mil efectivos, casi el mismo número que los de las fuerzas armadas, “y como se sabe, la policía militar de Sao Pablo y de Río son las que más matan en todo el mundo, sobre todo jóvenes negros, y no hay ningún otro país en donde eso ocurra”.
Por otra parte, es muy desafortunado que los gobiernos democráticos no fueron capaces de incorporar a la población afrodescendiente a la democracia, que representa una mayoría del 52%, valoró.
“La democracia es muy buena para nosotros blancos; pero para los negros, a pesar de los avances de los tres gobiernos anteriores, ellos continúan en los sectores más bajos de la escala social brasileña, especialmente la mujer negra. Los afrodescendientes ganan menos que los blancos en los mismos puestos de trabajo”, explicó.
A su modo de ver “la cuestión decisiva, para llegar a donde estamos es que los crímenes de la dictadura no fueron juzgados a pesar de una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que declaró que la autoamnistía del 79 para los militares es completamente falsa e infelizmente el Supremo Federal confirmó esa amnistía en 89”.
“Todos estos factores cooperaron para que la mayoría de la población esté muy contenta con la candidatura del neofascista Bolsonaro”, lanzó Pinheiro.
Y sostiene que Brasil es uno de los países “en donde un bajo porcentaje de la gente piensa que la democracia es el mejor sistema de gobierno. Entonces es claro que lo que está ocurriendo no es una enorme sorpresa”.
Relató que, además de personas con recursos económicos, trabajadores que están ganando un promedio de mil dólares al mes están apoyando al candidato del Partido Social Liberal (PSL). Pero subrayó que “lo más dramático es que los muy pobres también lo apoyan y también el 50% de las mujeres, a pesar de su antifeminismo y de los comentarios sexistas que ha dicho sobre ellas”.
“Él No, Él Nunca. Odio nunca más”
Precisamente en el voto femenino podría estar la clave. Con 52% del total de 147 millones de electores, la voz de las mujeres puede ser ciertamente definitoria en una elección polarizada.
Según Datafolha, aproximadamente el 50% de las mujeres sí está segura de algo: que nunca votaría por Jair Bolsonaro, quien podría encontrar una trinchera de resistencia en las mujeres que buscan inclinar la balanza en su contra y hacerle pagar un historial de comentarios misóginos.
La consigna es simple: “Él No, Él Nunca” (#EleNão, #EleNunca) que comenzó con un grupo en Facebook bautizado “Mujeres unidas contra Bolsonaro”, contra “el machismo, la misoginia y los prejuicios”,
“Tengo cinco hijos. Cuatro fueron hombres, en la quinta tuve un momento de fragilidad y vino una mujer”, dijo Bolsonaro sobre su hija. Entre muchos comentarios ha dicho que no se debe pagar salarios iguales a hombres y mujeres porque “ellas se embarazan”, ha dicho que las mujeres de derecha son más higiénicas, está contra el aborto y contra los derechos que ya tienen las cariocas luego de largas batallas.
“Sería incapaz de amar a un hijo homosexual. Prefiero que un hijo mío se muera en un accidente a que aparezca con un bigotudo por ahí”. “El gran error de la dictadura militar fue torturar y no matar”. “Mis hijos nunca tendrán una novia negra porque han sido bien educados…” La colección de perlas salidas de la boca del candidato a la presidencia de Brasil, Jair Bolsonaro, es infinita. En sus casi 30 años como diputado, este militar rayó en lo folclórico, pero ahora está a un paso de ocupar el sillón más importante del Palacio del Planalto.
Bolsonaro, excapitán del ejército, aboga por una plataforma de liberalización de las leyes de armas y la aplicación de tácticas represivas contra la criminalidad urbana y el tráfico de drogas.
También aboga por revocar la acción afirmativa para los brasileños negros (en un esfuerzo por facilitar el acceso a la educación superior para grupos marginados) y revertir la legislación que aumenta las condenas por el asesinato de mujeres por cuestiones de género.
De igual forma, prometió dejar de financiar organizaciones de derechos humanos “porque los derechos humanos son un perjuicio para Brasil” y también aboga por aplicar la tortura y la pena de muerte.
Además, en caso de ganar, quiere introducir en las escuelas primarias la educación fundamentalista evangélica.
Debido a su pasado militar y a sus declaraciones hechas en el pasado sobre la posibilidad de proclamar un autogolpe de Estado en cuanto llegue al poder, Pinheiro reseña que, a pesar de que todo es posible, este no es un escenario a corto plazo ya que los propios militares “están asustados con el neofascismo del candidato de Bolsonaro” y reitera que el peligro real lo corren las mujeres, los gays, lesbianas, trans, los afrodescendientes, los defensores de derechos humanos y “los antiguos miembros de la Comisión Nacional de la Verdad, como yo mismo”.
El efecto Bolsonaro más allá de las fronteras
Con respecto al impacto que pudiera tener en América Latina la elección de Bolsonaro, el experto brasileño afirma que “el impacto será enorme”.
“Brasil tanto en Ginebra y Nueva York (sedes de la ONU) es un interlocutor confiable, válido y su influencia en los foros multilaterales es notoria”, valoró.
“El candidato neofascista está amenazando con invadir Venezuela”, remarcó Pinheiro cuestión que también dejaría abierta la puerta a las amenazas del presidente estadunidense Donald Trump de llevar a cabo una ofensiva militar contra Nicolás Maduro; con Bolsonaro de aliado, este escenario sería factible con graves repercusiones en la región.
“Es terrible, Brasil va a reducir su prestigio internacional con ese lunático en la presidencia, es un primitivo, es una pesadilla”, deploró el experto de la ONU, autor de un informe global sobre violencia infantil.
Después de la guerra de Paraguay, Brasil siempre intentó ser un “soft power” en la región , “pero con este capitán al frente, la política exterior será un desastre”, insistió Pinheiro con un tono de franca preocupación en su voz .
Criticó que Bolsonaro salude la bandera estadounidense y le rinda pleitesía , “es un escándalo total”, dijo Pinheiro quien agrega que en caso de que gane las elecciones, va a expulsar del territorio brasileño a la autoridad palestina y, al igual que Trump, trasladará la embajada de Brasil a Jerusalén.
Además, Bolsonaro admira al polémico presidente filipino Rodrigo Duterte y quiere imitar el modelo de su policía, que ha ejecutado extrajudicialmente a unas 27 mil personas por cuestiones relacionadas a las drogas.
“El será un imitador de Duterte y Brasil se asemejará a Filipinas”, deploró.
Y ahí no termina, Pinheiro señaló que incluso David Duke, exlíder del grupo supremacista blanco Ku Klux Klan, dijo que Bolsonaro “suena a uno de nosotros”.
“Bolsonaro está en el mismo horizonte autoritario de Hungría, de la derecha en Austria, Polonia, neonazis en Alemania”, afirmó Pinheiro, quien también fuera comisionado de la CIDH para el período 2004-2011, con especial responsabilidad en los derechos de los niños.
Recordó que “a pesar de las violaciones de derechos humanos en el país, Brasil en el Consejo de Derechos Humanos es una voz respetable cuando está como miembro o como observador, y que todo eso se va a perder, ya que el lunático neofascista propuso salir de las Naciones Unidas. ¿Hay algún otro Estado que propuso eso? Después del 48 todos quisieron entrar en la ONU, pero no salirse”, observó.
Así como el experto brasileño, analistas de prensa internacional reconocida por su prestigio editorial como The New York Times, The Economist, Financial Times, The Guardian, Le Monde, Liberation, incluso el derechista Le Figaro, y diarios alemanes, todos coinciden y advierten del peligro neofascista al que se enfrenta Brasil.
“Para personas como yo que viví 21 años bajo la dictadura militar, a mis 74 años es una desgracia estar pensando en la repetición de esa tragedia. No sé si estaré en condiciones de continuar en Brasil en una situación como esa”, concluyó Pinheiro.
Fuente: proceso.com