EPN: Fin de ciclo | La necesaria reforma energética que incumplió sus promesas

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En diciembre de 2013, Enrique Peña Nieto consiguió lo que pareció impensable durante 75 años: la apertura del sector energético mexicano a la iniciativa privada con la aprobación de la Reforma Energética en el Congreso.

La necesidad de abrir el sector ocurrió en un contexto de  incapacidad de las empresas paraestatales Pemex y CFE para satisfacer la demanda energética del país.

Con los cambios constitucionales, el gobierno priista prometió los siguientes beneficios concretos hacia 2018:

  • Bajas tarifas eléctricas y un precio menor de gas 
  • Tasas de restitución de reservas probadas de petróleo y gas superiores a 100%
  • Aumentar la producción de petróleo a 3 millones de barriles diarios
  • Elevar la producción de gas natural a 8,000 millones pies cúbicos diarios 
  • Medio punto porcentual de crecimiento económico
  • 500,000 empleos adicionales 
  • Sustituir las centrales eléctricas más contaminantes con tecnologías limpias y gas natural

La Secretaría de Energía (Sener), que encabeza Pedro Joaquín Coldwell, dijo que 2018 cerrará con inversiones comprometidas por 200,000 millones de dólares (mdd). ¿Pero esta cifra acercó al país a las metas que se plantearon?

“Para mí la reforma energética fue necesaria, pero la mercadotecnia y su aplicación no llevó al alcance esperado”, consideró Ramsés Pech, analista de la firma energética Caraiva y Asociados.

A continuación te compartimos un recorrido por el estado actual de los indicadores que el gobierno priista prometió pero que no se cumplieron.

Tarifas de electricidad y gas son más elevadas. Si bien el gobierno ha logrado mantener sin variaciones abruptas las tarifas del sector domestico de bajo consumo, las cuales han registrado descensos marginales durante el sexenio, con las nuevas tarifas de la CRE, el sector comercial e industrial reportaron incrementos de hasta 40% al inicio de 2018.

“Dentro de las múltiples causas por las que se atribuye un aumento a las tarifas eléctricas se encuentra los altos precios de los combustibles fósiles. En los últimos años se ha dado un aumento en los precios de combustóleo y diésel, combustibles que son empleados en las centrales de generación eléctrica, lo que ha ocasionado variaciones en las tarifas de la energía eléctrica”, justificó la Sener en su prospectiva del sector eléctrico 2017-2031.

En lo que va de 2018, el precio de la luz subió 59% para las industrias en México en términos reales, según un ejercicio elaborado por el diario Reforma.

En cuanto al precio del gas Licuado de Petróleo (LP) para usuarios finales, usado en 7 de cada 10 hogares mexicanos, la cifra saltó de 12.76 pesos por kilogramo durante 2013 a 19.32 en lo que va de 2018, un aumento de 51% aproximadamente, de acuerdo con cifras de la Comisión Reguladora de Energía.

Parte del problema fue que durante esta administración no se logró romper con la poca competencia. El regulador antimonopolios de México informó en febrero que inició una investigación por posibles prácticas monopólicas absolutas en el mercado de la distribución y comercialización de gas LP en el país.

Tasa de restitución de reservas, lejos de la meta. En mayo de 2018, Petróleos Mexicanos indicó (Pemex) que la tasa de restitución se ubicó en 17.5% frente al 4% de 2017, pero  lejos de la meta planteada al inicio del sexenio. Este nivel es preocupante, según dijo el consejero independiente de Pemex, Fluvio Ortiz, la semana pasada.

“Entre 2003 y 2012, Pemex hizo grandes inversiones en exploración, consiguió pasar de una tasa de restitución de 24  a 101% en 8 años y fue la tercera empresa con incorporación de reservas en el mundo y la segunda en incorporación de reservas económicamente rentables”, agregó quien ha sido perfilado como futuro director de exploración y producción de Pemex, durante una conversación con Pulso Energético.

Producción petrolera sigue cayendo. En 2013,Pemex producía 2.5 millones de barriles de crudo al día (mbd). Pero con la declinación del megayacimiento Cantarell, Pemex ha estado luchando para que su extracción petrolera vaya en picada, pero sin mucho éxito.

Desde entonces, la producción ha traspasado la barrera psicológica de los 2 millones. Tocó su punto más bajo en septiembre de 2017 a 1.73 mbd. su nivel más bajo, 1.840 mbd, de acuerdo con los indicadores petroleros de la compañía. La compañía mexicana ha insistido en que cerrará el año en 1.95 millones de barriles, pero eso implicaría que tendría que subir a 2 millones la producción en lo que resta del año para alcanzar dicha expectativa.

“El error que yo he encontrado es que le quitaron presupuesto a Pemex Exploración y Producción en forma abrupta”, agregó Pech

En 2014, la petrolera mexicana invertía 15,000 mdd anuales en exploración y producción y producía. Hoy destina solo 7,000 mdd,recordó previamente Pablo Zárate, director del centro de análisis Pulso Energético de la Asociación Mexicana de la Industria de Hidrocarburos (Amexhi).

…Y la producción de gas también

Uno de los temas más sensibles en seguridad energética son las importaciones de gas natural, que representan más del 60% de la demanda nacional. Incluso el premio Nobel de Química, Mario Molina, ha advertido que esos niveles pueden ser un problema serio para el país en materia de seguridad energética.

En 2013, la producción de gas se ubicaba en 6,370 millones de pies cúbicos diarios (mpcd). En 2018 la generación de Pemex promedia 4,828 mpcd.

Nuestro país demanda 8,000 millones de pies cúbicos, de los cuales Pemex consume 2,000, y de los 6,000 restantes, México importa 5,000, principalmente de Estados Unidos, según el comisionado presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), Juan Carlos Zepeda.

Crecimiento económico No solo la reforma energética, sino el resto de los cambios estructurales no se han traducido en un repunte del crecimiento económico del país como se esperaba.

El objetivo establecido en el Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo 2013-2018 (Pronafide), documento entregado por el entonces secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, estimaba que las reformas estructurales incrementarían “el crecimiento potencial de la economía mexicana de cerca de 3.5% en su nivel inercial a 5.3% hacia el 2018”.

Pero el Inegi ha reportado un crecimiento que no rebasó la barrera psicológica de 3%.

Los empleos tampoco llegaron. Aunque el sexenio tocó puntos récord en materia de creación de empleo, en el sector energético no se ha traducido. En febrero, el titular de la Sener dijo que se crearán al menos 230,000 puestos de trabajo nuevos dentro de los próximos 15 años en el sector petrolero, derivado de la reforma energética, pero una cifra distante de la promesa de medio millón de trabajos que se crearían con la reforma energética.

La industria solar ha informado que, tras invertir 5,200 millones de dólares y construir 30 centrales eléctricas, se crearon 5,000 empleos hasta agosto de este año.

¿Generación más limpia? Actualmente 88 centrales de generación de la CFE cuentan ya con Certificados de Industria Limpia, emitidos por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA).

“El objetivo es que al cierre de 2018 el 100% de las centrales obtengan esta certificación”, agregó la empresa productiva en un comunicado de junio de 2018.

CFE aún tiene el resto del año para incorporar tecnologías limpias o reconversiones a gas para alcanzar lo que podría ser la única promesa de la Reforma Energética que se cumpliría.

“Lo que hay que entender es que quisieron hacer una maduración muy rápida de una reforma energética, cuando las condiciones y experiencias de otros países señalan que el proceso dura entre 8 y 15 años”, agregó el analista de Caraiva y Asociados.

Forbes

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