Mario Draghi reafirmó también que su esquema de compras de 2.6 billones de euros terminará este año y que las tasas de interés podrían subir tras el próximo verano de 2019.
El Banco Central Europeo (BCE) dejó el jueves su política monetaria sin cambios, como se esperaba, y se mantuvo en camino a retirar estímulos sin precedentes, pese a que el panorama de crecimiento sigue empeorando y la agitación política en Italia se cierne sobre el bloque.
Tras agotar buena parte de sus herramientas con años de respaldo, el BCE reafirmó que su esquema de compras de 2.6 billones de euros (2.97 billones de dólares) terminará este año y que las tasas de interés podrían subir tras el próximo verano, ciñéndose a una orientación dada a conocer por primera vez en junio y repetida en todas las reuniones posteriores.
Admitiendo un impulso reciente más débil en la economía de la zona euro, el presidente del BCE, Mario Draghi, habló sobre lo que llamó "un montón de incertidumbres" relacionadas al proteccionismo comercial, a mercados emergentes y la volatilidad de los mercados financieros.
"¿Es este un cambio suficiente para hacernos mudar el escenario base? La respuesta es 'No'", declaró en una rueda de prensa para justificar la decisión del BCE de mantener la opinión de que los riesgos siguen "ampliamente equilibrados".
"La fortaleza subyacente de la economía sigue respaldando nuestra confianza de que la convergencia sostenida de la inflación a nuestra meta procederá y será mantenida incluso después de una reducción gradual de nuestras compras netas de activos", agregó.
Pese al mensaje de línea dura, el euro se depreció tras los comentarios de Draghi de que la unión monetaria europea permanece "frágil" mientras no se completen medidas para apuntalar estructuras existentes.
"Y cuando digo completadas, quiero decir la unión bancaria, quiero decir la unión de los mercados de capital", agregó sobre las medidas iniciadas tras la crisis de deuda soberana hace casi una década, pero que ha encontrado dificultades por la falta de consenso entre los estados miembro.
El euro se depreciaba 0.14 por ciento, a 1.139 dólares, tras tocar más temprano un máximo de sesión de 1.143 dólares.
Previamente, el Consejo de Gobierno reafirmó su visión de que las tasas permanecerán a los niveles actuales "durante el verano (boreal) de 2019". Draghi completó el panorama al agregar que no hubo discusiones sobre extender los estímulos.
DEUDA ITALIANA
Después de que la Unión Europea tomó la medida sin precedentes de rechazar el presupuesto de Italia esta semana, Draghi fue consultado sobre la escalada de la disputa política entre Roma y Bruselas debido al abultado presupuesto del endeudado país.
El presidente del BCE afirmó estar confiado en que se pueda llegar a un compromiso y destacó el costo de la disputa para Italia debido al incremento del rendimiento de la deuda gubernamental.
Con la decisión de política monetaria del jueves, la tasa de interés del BCE a un día permaneció en -0,40 por ciento.
La principal tasa de refinanciamiento, que determina el costo del crédito en la economía, permaneció sin cambios en 0.00 por ciento, mientras que la tasa para el instrumento de préstamos marginales -la tasa de interés de emergencia a un día para bancos- permaneció en 0.25 por ciento.
Fuente: elfinanciero.com