Consulta, definición sexenal; 30 millones de votos avalan; ¿o no?: Carlos Ramírez

no me veras

Aunque muchos esperaban del presidente electo López Obrador una de las características del hombre político: el sentido común, la consulta sobre el aeropuerto reafirmó al mismolíder de siempre.

El López Obrador de la consulta es el de:

–las protestas en las elecciones de gobernador en Tabasco por haber perdido las elecciones en 1988 y 1994,

–el éxodo por la democracia de Villahermosa a DF en 1991 como presidente estatal del PRD por las elecciones municipales,

–el que negoció con Zedillo la caída del gobernador electo tabasqueño Roberto Madrazo Pintado en 1994… y fracasó,

–El que apoyó el plantón de barrenderos de Villahermosa en el zócalo en 1993 y lo desocupó a cambio de un pago por “desgaste físico” que le hizo el regente Manuel Camacho Solís con fondos de la partida secreta del presidente Salinas de Gortari,

–la ocupación de pozos petroleros en Tabasco en 1996 que derivó en un choque policiaco y un toletazo que hirió a López Obrador en la cabeza,

–la presidencia perredista 1996-2000 con un pacto secreto de apoyo a Zedillo que irritó a Heberto Castillo,

–la candidatura a jefe de gobierno del DF con credencial de elector de Tabasco y con el apoyo de Zedillo a una elección de Estado operada por Rosario Robles Berlanga como jefa interina de gobierno,

–la construcción de segundos pisos por decisión personal y contratos ocultados por años,

–la arrogancia de determinar la validez política del debate legal en la campaña de 2006 ausentándose del procedimiento,

–la exigencia no legal de conteo de voto por voto y casilla por casilla para impedir la victoria legal de Calderón,

–el plantón en Reforma durante varias semanas en 2006 para presionar a las autoridades electorales a que le entregaran la presidencia,

–la orden directa al PRD de cerrar con cadenas las puertas del Palacio Legislativo en el 2006 para impedir la toma de posesión de Calderón y provocar una crisis constitucional que llevara a nuevas elecciones,

–la protesta jurando la Constitución como presidente legítimo de la república el 20 de noviembre de 2006, con todo y banda presidencial, silla del águila y gabinete formal,

–el acoso sexenal contra Calderón acusándolo de usurpador a pesar de haber pasado por todas las instancias institucionales y legales que el propio López Obrador había prometido respetar, así fuera por un voto de diferencia,

–la negativa aceptar por segunda ocasión los procedimientos institucionales de campaña, a pesar de participar en ella,

–la campaña en medios para acusar a la elección de ilegalidades nunca probadas,

–la negativa a aceptar el conteo legal de votos que le dio 6 puntos porcentuales menos que Peña Nieto,

–y el ejercicio institucional del poder en el 2018 antes de cumplir con los requisitos legales.

Entre muchas otras acciones similares.

Así que el López Obrador que hizo una mal llamada consulta –el concepto está regulado por la Constitución– no es otro que el mismo López Obrador de siempre. Los que suponían que la institucionalización del cargo presidencial iba a jalarlo hacia los protocolos del poder ya tienen con la mal llamada consulta los elementos para percibir cómo vendrá el próximo sexenio: el uso de la voluntad del poder, no las instituciones.

El mensaje más importante de la consulta de López Obrador sobre el aeropuerto está a la vista: ejercer el poder antes de protestarlo constitucionalmente en el Palacio Legislativo. Es la primera ocasión en que un presidente sin poder afecta una decisión tomada por el presidente saliente aún con poder amparado en la Constitución y con el voto en contra de sectores de inversionistas y usuarios.

Lo que queda como certeza es el hecho de que López Obrador ejerce el poder derivado de 30 millones de votos (53%) y el 51.2% de bancada en la Cámara de Diputados. Es decir, que en el caso de la consulta sobre el aeropuerto no sólo se definió el estilo personal de gobernar de López Obrador, sino su decisión de eludir las reglas constitucionales y legales de la democracia representativa.

La única preocupación radica en las pruebas de que la consulta fue irregular, no controlada por instancias legales e involucrados en ella algunos beneficiarios del aeropuerto en Santa Lucia, es decir, de inversionistas, funcionarios y empresas que ganarán con la decisión.

Con la consulta viene la Era AMLO, pero a partir de borrar todo vestigio de gobernantes y partidos anteriores.

Política para dummies: La política es la justificación del poder.

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@carlosramirezh

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