Choque con Ucrania, “insignificante incidente”: Putin

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De “insignificante incidente” calificó el presidente Vladimir Putin la captura de tres buques de guerra de Ucrania en el mar Negro, cerca del estrecho de Kerch, a consecuencia de una “burda provocación” ordenada “por las autoridades ucranias, incluso por el propio presidente (Petro Poroshenko) en el contexto de las elecciones presidenciales de marzo siguiente”.

El titular Kremlin –por primera vez desde que ocurrieron los hechos el domingo anterior y a través de la televisión pública rusa– habló esté miércoles del conflicto en el mar que disparó la relación bilateral entre Rusia y Ucrania a niveles de máxima tensión, literalmente al borde de la guerra.

“Se trata de un incidente fronterizo. Nada más. ¿Por qué Kiev no declaró la ley marcial en 2014, cuando Crimea decidió incorporarse a Rusia, cuando en el Donbás (este de Ucrania) había cruentos combates con uso de tanques, artillería y hasta aviación?”, se preguntó Putin.

Y continuó: “Era otra historia, de magnitud. Y entonces no se declaró ninguna ley marcial. Ahora, en cambio, un insignificante incidente en el mar Negro resultó suficiente para declarar la ley marcial. Es obvio que lo hacen por las elecciones”.

Según Putin, el presidente Poroshenko “ocupa algo así como el quinto lugar” en las encuestas de intención de voto y, como corre el riesgo de no poder ir al balotaje, resolvió “hacer algo” para desviar la atención y crear obstáculos para sus adversarios.

“Es una suerte de juego sucio al interior del país (Ucrania), para descolocar a los rivales políticos, y como los líderes occidentales le perdonan todo a Kiev, si les pide unos bebés para el desayuno, se lo sirven en bandeja”, ironizó.

El mandatario ruso recordó que, en septiembre anterior, tres buques de guerra ucranios cruzaron sin problemas el estrecho de Kerch, pero en esta ocasión se negaron a cumplir el acuerdo de informar y no aceptaron que un remolcador ruso los guiara para atravesar el puente, por lo que los guardacostas rusos no tuvieron otro remedio que abrir fuego para capturar a los infractores.

Llamó la atención que Putin utilizara como auditorio un foro empresarial. Algunos analistas lo atribuyen a que quiso minimizar las críticas contra Rusia en la primera actividad pública desde que se conoció aquí que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podría cancelar la reunión con su colega ruso en Buenos Aires, donde ambos coincidirán durante la cumbre del G-20, porque –explicó– “no me gusta esa agresión para nada”.

El vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, afirmó que Rusia no ha recibido una notificación oficial que cancele la reunión de los presidentes y trató de restar importancia a la amenaza de Trump al decir que el inquilino de la Casa Blanca no precisó qué país es el agresor, Ucrania o Rusia.

Desde el otro lado de la trinchera virtual, Ucrania insiste en que el mando de la Armada avisó a Rusia desde la noche del sábado, la persecución de sus barcos duró doce horas y los guardacostas rusos abrieron fuego cuando ya habían dado vuelta y se disponían a regresar a su base en Odesa.

Reconoce que entre la tripulación iban dos agentes de contraespionaje militar que sirven en la Armada, de conformidad con el Artículo 12 de la Ley de Seguridad Nacional, y niega que tuvieran instrucciones de “organizar una provocación”, como sostiene el FSB ruso. Además, considera que los tres videos que Rusia difundió con las “confesiones” de igual número de marinos presos “están manipulados y se aprecia cómo están leyendo textos escritos por sus captores”.

Poco antes de que hablara Putin, Poroshenko concedió una entrevista a la televisión de su país para justificar la ley marcial en 10 de las 27 unidades administrativas de Ucrania ante “el peligro real de que se produzca una invasión terrestre de las regiones fronterizas” con Rusia. Enfatizó que la medida durará sólo treinta días y, por tanto, no afectará para nada la campaña electoral, que aún no empieza por ley.

De acuerdo con Poroshenko, el domingo mismo intentó hablar por teléfono con Putin, pero al no recibir respuesta a su solicitud tuvo que recurrir a la Canciller Federal de Alemania, Angela Merkel, para que ella se comunicara con el presidente ruso y le pidiera poner en libertad a los 23 tripulantes detenidos y devolver los buques.

El Kremlin, en un escueto comunicado oficial, reconoció el martes que Putin y Merkel mantuvieron una conversación telefónica, a iniciativa de la Canciller alemana, en la cual el presidente ruso responsabilizó a Ucrania de “haber violado su frontera al entrar de forma ilegal en sus aguas territoriales”.

Por esta razón, se dio a conocer este miércoles que jueces de las ciudades de Simferopol y de Kerch, en Crimea, decidieron que todos los tripulantes estén en prisión preventiva hasta el 25 de enero, a reserva de ser juzgados.

Fuente: jornada.com

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