4,409 integrantes de la Caravana Migrante en Tijuana

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Durante la tarde y noche del martes llegaron a la ciudad mil 276 integrantes de la Caravana Migrante, procedentes de Mexicali, con lo que ya hay cuatro mil 409 centroamericanos en Tijuana. Durante el recorrido un joven de 17 años de origen hondureño murió atropellado.

La Secretaría de Marina instaló una cocina en los patios del albergue para dar servicio a la multitud que a las 11 de la noche, tiempo local, seguía llegando en camiones de pasajeros, caminando y hasta en las bateas de las unidades de la policía municipal, en un esfuerzo porque quienes salieron por la mañana de Mexicali alcanzaran a recorrer los 178 kilómetros que hay entre la capital del estado y esta costa. En esta temporada, la temperatura de La Rumorosa baja considerablemente; anoche la sensación térmica fue de un grado centígrado.

Ante la presencia de grupos que se movilizaban caminando hacia el albergue (en el norte de la ciudad)m algunos ciudadanos llevaron avena caliente y pan para los recién llegados, otros compartieron en Facebook el raite que ofrecieron a los hondureños y las historias que escucharon de ellos. El presidente municipal, Juan Manuel Gastélum, se quejó en sus redes sociales de la cantidad de migrantes que están llegando al mismo tiempo.

Las autoridades federales hicieron llegar al albergue toneladas de alimento y despensas para hacer frente a la contingencia, mientras el municipio sigue demandando 100 millones de pesos para dar casa y comida al éxodo centroamericano durante, por lo menos, los próximos cuatro meses.

El secretario de Desarrollo Social Municipal, Mario Osuna Jiménez, informó que la unidad deportiva tiene una capacidad máxima para tres mil 500 personas, con lo que sobrepasa su límite con 909. Sólo un grupo de 400 duerme en el gimnasio de la deportiva, el resto están en casas de campaña y una carpa que se tuvo que instalar en el patio.

Ni en el momento más álgido del éxodo haitiano, llegaron tantos migrantes al mismo tiempo. Los haitianos tuvieron algunas ventajas; traían dinero y alquilaban viviendas; y los que no, recibieron ayuda de la red de iglesias protestantes de la ciudad. Todas ellas se volvieron albergue temporal.

Fuente: jornada.com

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